Hablemos claro: El voto emocional

(Crédito: cuenta oficial de Twitter de Armando Benedetti)
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Julio César Vásquez Higuera, exalcalde de Paipa.

Las redes sociales se han convertido en un poderoso medio de información, pero también de desinformación. Hay quienes las utilizan de buena fe, para difundir ideas, opiniones, críticas propositivas o comentarios de diversa índole, etc; y lo hacen de buenas maneras, con un lenguaje moderado, con educación. Ese tipo de mensajes, si se está de acuerdo con su contenido, vale la pena que se difundan; así, se enaltece y se le da valor al tráfico de información en Redes. Pero, también hay quienes las utilizan de mala fe para expresar opiniones sesgadas, críticas destructivas, difundir mentiras, y propalar falsedades con el ropaje de “verdades”. Y, lo que es peor, lo hacen de malas maneras, con un lenguaje procaz, injurioso y francamente grosero. Recordemos lo que dice la Biblia: “Por sus frutos los reconoceréis..”. Este tipo de mensajes, amigos y amigas, no vale la pena replicar, es mejor desdeñarlo y con eso, créanme, estamos purificando el tráfico de información en estas Redes.

Pues bien, a 9 meses exactos de las elecciones en Colombia (primera vuelta presidencial) he tomado la decisión de incursionar en las Redes Sociales para fijar mi opinión sobre diversas circunstancias del acontecer político electoral, y de sus protagonistas. Lo haré, a manera de columna de opinión escrita o leída en video a través de mi canal de Youtube identificado con mi nombre, cada 3 o 4 semanas. Naturalmente, me identifico con el primer grupo de creadores de contenido reseñado en el anterior párrafo. De mí no esperen agravios a otros, opiniones malintencionadas, etc. Lo mío será el análisis objetivo y racional, la sugerencia respetuosa, la recomendación comedida, la crítica razonada y leal.

Procedo a justificar el título de esta primera columna: El voto emocional: Hace 36 años, fungía como primer Alcalde popular de Paipa (Boyacá). Militante ferviente del entonces Nuevo Liberalismo, asistí al funeral de nuestro líder y mártir Luis Carlos Galán, cargué su ataúd y estuve a metros de su tumba en el Cementerio central de Bogotá. Presencié cómo su hijo mayor (17 años) Juan Manuel, ante la tumba de su padre le entregó sus banderas a César Gaviria, elegido a la postre Presidente, en gran parte por el factor emocional y el sentimiento nacional de dolor por el magnicidio. Fue una estratégica designación, pues Galán venía de finiquitar su Movimiento político para integrarse al Partido Liberal con la condición de que el candidato del Partido se escogiera por consulta popular. Gaviria, ExRepresentante a la Cámara, obraba como Ministro liberal del Gobierno de Virgilio Barco y había renunciado para aceptar la jefatura de debate del candidato Galán. Eran otras épocas, otros protagonistas, otro contexto.

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Hoy, los dos partidos que quieren polarizar interesadamente a los colombianos en el actual debate electoral, buscan crear el mismo efecto para ganar las elecciones, con una mala copia de aquellos tiempos y de aquel suceso. El Pacto Histórico con la candidatura de Iván Cepeda, apelando a su imagen del héroe que encarceló al Expresidente Uribe. Y el Centro Democrático con la candidatura de Miguel Uribe Londoño, apelando al sentimiento nacional por el asesinato de su hijo.

POR FAVOR, no se trata sólo de ganar unas elecciones, se trata de elegir un Presidente para tiempos muy difíciles con un país en crisis fiscal, azotado por el terrorismo y la violencia, con serios problemas de gobernabilidad, con una corrupción rampante desde las altas esferas, con la figura institucional presidencial afectada por escándalos etc. Ojalá, por el bien de Colombia, prime el voto sensato, instruido, con la razón; sobre el voto emocional y apresurado. Debemos evaluar racionalmente, Amigas y Amigos, las propuestas de los candidatos y su viabilidad, su hoja de vida, su talante de gobernantes, y, sobre todo, su experiencia política y administrativa comprobada. No es la hora de improvisar. Colombia no necesita héroes de ocasión ni a quien más grite o amenace al contrario.. Nuestro país requiere, en estas horas, un verdadero estadista, ponderado en sus decisiones, que se sepa rodear, con pulso firme para enfrentar los enemigos de nuestra democracia y con inquietud permanente por combatir la desigualdad social.

Estimado Amigo, Amiga. Si Usted está de acuerdo con este planteamiento, difúndalo, por favor, en sus redes; por el bien de nuestro país y sus gentes. Si no lo está y pertenece al segundo grupo detallado en nuestro primer párrafo, pierde su tiempo en atacarme pues, como dijo un poeta: “Jamás me acobardan los ultrajes..”. Ni los voy a contestar.

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