Asistimos a la destrucción del patrimonio histórico y al fin de nuestra identidad.
Por | Patriota
Primero fue la destrucción de la escultura del Héroe Libertador de la Nueva Granada y Venezuela, que coronaba el parque que lleva su nombre; luego la lamentable determinación de la Fuerza Aérea de acabar con el comodato entre los ministerios de Defensa y el de Cultura, que derivó en el final de la administración de la Casa Museo, que la mantuvo de manera digna por más de medio siglo y que ahora se encuentra cerrada indefinidamente.
Y para colmo de males, hoy, de manera repentina e inconsulta, y sin un proyecto de factibilidad que sustente de forma seria y objetiva, el Ministerio de cultura ha decidido convertir este sagrado recinto de la historia de Villa de Leyva, Boyacá, Colombia y América, en una casa taller para surtir el negocio de las artesanías. Esto no resiste análisis alguno, ya que, desde la propia institucionalidad, se provoca de forma irracional y sistemática, acabar con el patrimonio histórico de nuestro departamento de Boyacá. Eso no lo podemos permitir.
Creo que llegó la hora de ponernos en alerta sobre estos despropósitos. Las improvisaciones, desafueros e inconsistencias, están deteriorando la confianza de todos los colombianos, cuando en lugar de continuar construyendo conciencia cultural, da paso a la destrucción de la memoria histórica de nuestros pueblos, para quizás, aparecer ahora, como los fundadores de una nueva patria; sin tradición ni memoria.
Boyacá posee jerarquía propia en la historia, por sus gentes y sus actos que nos sitúan como pilar fundamental de todo un continente; aquí nació la Patria, aquí nos convertimos en pilar y faro que propició la libertad de 6 países: Colombia, Venezuela, Ecuador, Perú Bolivia, y Panamá, siendo ejemplo y referente para América y el mundo, con acciones heroicas y sacrificios como el del Capitán Antonio Ricaurte, por la libertad del hermano país de Venezuela. Su Casa Natal convertida en museo, es para el municipio y para el departamento de Boyacá, el recinto de memoria mas importante.
Debemos unirnos alrededor de las autoridades municipales, que han procedido a defender ese sagrado recinto de los embates de la inconciencia, de aquellos, a los que poco importa nuestro pasado glorioso y pretenden convertir un recinto histórico de tradición centenaria, en un espacio de comercio artesanal.
Invocamos la reflexión y la sensatez por parte de quienes de manera precipitada plantean estas monstruosidades que, producen el rechazo manifiesto de la comunidad.
Boyacá es el Museo más grande de América, no permitamos que se nos impongan la destrucción de algo que, por territorialidad y tradición patrimonial, es parte fundamental de cada uno de los villaleyvanos y de los boyacenses.
Y la oficina INEFICIENTE del Ministerio de Cultura de PROTECCION DEL PATRIMONIO, con una Nomina grande y costosa no hace nada por so principio principa PROTECCION. En Tunja las bellas Casonas son demolidas todos los dias y convertidas en parqueaderos, y otras con onversiones de 2900 millones de pesos en Centros Comerciales para 40 vendedores Ambulantes. En Paipa estan a punto de caersen dos Casonas Coloniales de 1700 para cpnvertilas en ventas de.masato y almojabanas, y que decir del Pantano de Vargas donde la famosa Casona de las Seis Ventanas donde Barreiro pronuncio «NI DIOS PODRA VENCERME» esta en total abandono y sus ruinas aun viven, la Casa Varguitas donde atendieron los heridos convertida en deposito de cosas inservibles negando su importancia y tambien que es Patrimonio Boyasence el FLUJO DEL AGUA TERMAL CADA DIA ES MENOR, y hoteles como el Lanceros utilizan agua dulce en sus piscinas. AUXILIO BOYACA MUERE TODOS LOS DIAS CON SU PATRIMONIO.
William Valderrama un consejo, antes de publicar por favor corregir, día a día vamos destruyendo nuestro idioma al no tomar un alto en el camino y leer lo que hemos escrito, para errores que se pudieron cometer y dejar un escrito en condiciones
En todo Boyacá tenemos el mismo problema, en muchos municipios del departamento, debido a que el presupuesto se gasta en burocracia gastos de oficinas, útiles de escritorio y papelería y una cantidad de estudios que no llegan a ningún fin y no quedan centavos para reparaciones ni obras
Porque no nos preguntamos,que hay de CASILDA ZAFRA,demolierón el lugar donde exitió,no hay museo,a lo mejor en manos de un particular que no conoce la historia y de la participación que ella tuvo;no hay ministerio de la cultura y mucho menos un municipio que se encargue de conservar estos patrimonios..
Por los menos censar esas casas del centro muy antiguas de estos municipio y darles un tratamiento especial.