Por | Maestro Eduardo Malagón Bravo / Patriota Boyacensista
Servir a la Patria es el acto más noble de nuestra propia existencia
Hoy comienzo mi nuevo reto de columnista, seguro de poder continuar mi misión desde el Cuarto Poder, como se le considera al medio periodístico, pero mi incursión en este delicado escenario, solo pretende complementar mi misión como Patriota Boyacensista, apóstol de Ideario Bolivariana y Custodio del Fuego Sagrado de la Libertad y mediante este importante medio de comunicación participar a los lectores y a la comunidad, en general, de los eventos que se realizan para conmemorar fechas clásicas y eventos que enriquezcan nuestro acervo histórico, como el Departamento que posee la mayor jerarquía en la historia de Colombia y de América.
Boyacá se ha consolidado a través del tiempo como el pedestal del heroísmo y del patriotismo, el atrio de la gloria y el relicario de la historia; su majestad y grandeza la colocan en sitial de honor en el escenario nacional e internacional, para orgullo de todos los Boyacenses – escribo con mayúscula para resaltar la actitud que debemos mantener y demostrar, quienes hemos nacido en esta hermosa tierra de grandes acciones que le han valido el reconocimiento como Madre de la Libertad de América-.
Cuando se escribe BOYACA… es el valor, la fortaleza, la laboriosidad, el emprendimiento, la constancia, la cordialidad, la bondad, también es la manifestación de belleza y abundancia de nuestros campos, pero también la inteligencia y la tenacidad como forjadores del triunfo y del progreso de nuestros conciudadanos.
Verba volant scripta manent…, es una cita en latín…Las Palabras vuelan, lo escrito queda.
Para significar que lo que se piensa y no se escribe, se olvida, y lo que se escribe y no se publica, se desconoce. Y es precisamente que, por esta reflexión, me he puesto en el agradable oficio de escribir sobre temas que me apasionan y que de alguna manera contribuyen para mantener la memoria histórica y un buen nivel de conciencia ciudadana.
La historia es la columna vertebral de la cultura y es indispensable conocerla para, fundamentados en el proceso evolutivo de nuestro grupo social, cada año, cada lustro, cada centuria, sea la base piramidal de la propia memoria de los pueblos.
Cuando se me pregunta mi origen, respondo que soy chiquinquireño de nacimiento y moniquireño de crianza, pero soy dado a la adopción por agradecimiento y correspondencia, con los lugares que me han acogido y permitido realizar mis proyectos. Mi formación se inicia en la escuela anexa y el Colegio Nariño de Moniquirá, la secundaria entre Colegio de Boyacá en Tunja y a Normal Integrada de Ibagué, un paso fugaz por la Escuela Naval de Cartagena y luego mi carrea universitaria en la Universidad Nacional de Colombia, donde me gradué con honores como licenciado en idiomas. Mi formación en institutos y talleres de arte y diseño en Italia, me otorgaron los fundamentos para convertirme en maestro de arte testimonial conmemorativo y hoy poseer y mostrar la más grande colección de Arte Patriótico Boyacense, compuesta de óleos, Bronces y vitrales, ejecutada con el apoyo de un extraordinario equipo de pintores, escultores, vitralistas de varios países, a los que enseñé y direccioné, en las disciplinas mencionadas, para lograr una colección destinada a cumplir una misión pedagógica, no solamente en Boyacá y Colombia, sino también en los países bolivarianos y en otras latitudes.
En la seguridad de entregar, cada 15 días, una pieza testimonial de reflexiones, registro de acontecimientos, y conmemoraciones de fiestas patrias, presento mi saludo respetuoso a quienes regentan el periódico El DIARIO, a los lectores que son la razón de mi nueva experiencia.
De la mano de Dios y la Santísima Virgen de Chiquinquirá, acompañado de mi familia, me pongo a disposición de la comunidad, dentro del respeto y consideración, que rigen la verdadera convivencia.
Nada más gratificante y reconfortante que aportar de manera sencilla y espontánea a mi pueblo que venero con todo el corazón.