Esta conmemoración religiosa ha sido declarada patrimonio cultural inmaterial de la nación. La historia de su organización se remonta al siglo XVII cuando el sacerdote español Juan de Castellanos instauró estas procesiones como acto de fe.
Durante más de cuatro siglos, del XVI al XXI, se ha mantenido la religiosidad popular de los tunjanos, que se manifiesta con la celebración de la Semana Santa, una de las más importantes de América.
Según el historiador Javier Ocampo López, la Semana Santa tiene sus orígenes históricos en la pascua del pueblo de Israel, que es la celebración anual de los siete días conmemorativos del éxodo del pueblo escogido por Jehová, de Egipto a la Tierra Prometida.
Pascua en hebreo significa: paso o salvación. Jesucristo instituyó la eucaristía en la pascua judía.
Le puede interesar:
>El Señor de la Columna
>El Señor de la Humildad
>Domingo de Ramos en Tunja, en imágenes
Desde el siglo II, después de Cristo, se organizó la Semana Santa como la conmemoración del triduo sagrado, la pasión, la sepultura y la resurrección del Señor. El nuevo calendario litúrgico instituyó la Semana Santa, destinada a recordar la pasión de Cristo, a partir de su ingreso a Jerusalem.
El Domingo de Resurrección es el día más importante de la Semana Santa, ya que es el día de la pascua, de la resurrección y de la vida cristiana.
El Sábado Santo fue asignado como el día del ayuno, con ausencia de celebraciones litúrgicas. Es el paso de la muerte a la vida, que es la pascua. En el siglo IV se le dio importancia al Viernes Santo, que está relacionado con la adoración de la santa cruz, el emblema del cristianismo, que resume en su figura la redención del mundo.
Con el tiempo, se institucionalizó la procesión del vía crucis del Viernes Santo.
La celebración de la Cena de Jesús con sus discípulos aparece en el siglo V y, desde entonces, se celebra el Jueves Santo.
Por último, el Domingo de Ramos, que marca el inicio de la Semana Mayor, es la celebración del ingreso de Jesús a Jerusalem.
En España se dio una especial importancia a la Semana Santa con la organización de procesiones con hermandades religiosas, con pasos de la pasión, artísticos y debidamente decorados; y con el drama religioso en diversas expresiones. De allí vienen: Santo Eccehomo, El Cristo del Perdón, Jesús con la cruz a cuestas, la Oración del Huerto, La Crucifixión, La Dolorosa, Las Tres Marías, El Santo Sepulcro y otras.
Todas esas celebraciones llegaron a América con el Descubrimiento, la Conquista y la Colonia por parte de los españoles.
Desde los tiempos del cronista Juan de Castellanos los boyacenses han vivido la Semana Mayor de Tunja con devoción y fe. Algunos de los pasos que desfilan por las calles de la ciudad durante la Semana Santa se conservan desde esa época.
Tunja fue escogida desde el Siglo XVI como centro de poder político, social, cultural, artístico y religioso.
En el Nuevo Reino de Granada y pocos años después de su fundación, Tunja se convirtió en el centro de propagación de la fe católica, bajo la tutela del beneficiado de la iglesia Mayor de Santiago.
El cronista Juan de Castellanos fundó una institución laica de penitentes, similar a las que venían operando en Sevilla (España), con el objeto de acercar a la comunidad a participar de las vivencias de los sacramentos e integrarse más de cerca a la doctrina enseñada por Jesucristo.
Castellanos promovió las disposiciones del Concilio de Trento, ocurrido en la mitad del Siglo XVI, en el sentido de divulgar la vida, pasión y muerte de Nuestro Señor Jesucristo, para lo cual trajo de Sevilla el famoso Calvario de la Capilla de los Mancipe, e hizo pintar escenas de la pasión de Cristo al artista romano Angelino Medoro.
Igualmente, se instituyó la Sociedad de los Nazarenos con las personas notables de la época quienes revestidos con túnicas cargaron en sus hombros en la Semana Santa con las imágenes alusivas a la Pasión de Cristo.
Desde la época hispánica era costumbre en Tunja la procesión del Domingo de Ramos en San Francisco, en donde se llevaba a un niño vestido de Jesús montado en un asno, lo cual atraía multitud de gente.
Así mismo, 12 niños apóstoles seguían al Señor acompañados por pobladores que cortaban ramos.
En esos tiempos, el Jueves Santo se acostumbraba a llevar a doce ancianos al lavatorio y después de la ceremonia de la eucaristía, se realizaba la procesión con el lignum crucis.
Igualmente, ese mismo día las autoridades españolas sacaban en Tunja a los presos de la cárcel, con grillos y cadenas, pidiendo limosna.
El cronista Fray Juan de Santa Gertrudis OFM, en su obra Maravillas de la Naturaleza , escrita a mediados del Siglo XVIII, recuerda todas las gentes se concentraban en la iglesia catedral a escuchar las siete palabras y la ceremonia de la crucifixión y el descendimiento.
Por las calles principales salían negros esclavos arrastrando grandes cadenas, cuyo ruido diabólico era el pavor de los feligreses.
En el instante del recuerdo de la agonía y muerte de Jesús, con los ruidos de la pólvora y el sonido de los árboles en señal de terremoto, las gentes se apeñuscaban al rededor del predicador con gran temor, y hasta le quitaban la sotana considerando que concentraba el poder divino.
Tunja sacra
Desde la fundación hispánica de Tunja se hicieron las ceremonias de Semana Santa, como en todos los pueblos fundados por los españoles.
Sin embargo, su gran esplendor aparece en la segunda mitad del siglo XVI. En esa época, la ciudad se convirtió en centro de arquitectos, alarifes, talladores, escultores, pintores y ebanistas.
Algunos escultores hicieron bellas obras para las iglesias, que fueron utilizadas en Semana Santa. Otras fueron importadas de Sevilla y Quito.
En Tunja, se conformó una escuela de modeladores y talladores de madera que hicieron de esta ciudad el centro más activo de la productividad artística en todo el Nuevo Reino de Granada.
En la ciudad se esculpió la imaginería que fue distribuida en todos los templos de la ciudad, las villas y aldeas vecinas. Una de ellas fue la de El judío de Santo Domingo, alrededor del cual se tejieron toda serie de leyendas; una de ellas la del judío Errante y su entrevista con el judío de Santo Domingo.
Programación para este jueves 14 de abril: Jueves Santo
9:00 a.m. Eucaristía comunión para los Nazarenos, Catedral Basílica Metropolitana.
11:00 a.m. Procesión infantil por las calles de la ciudad.
4:00 p.m. Celebración de la Cena del Señor Catedral Basílica Metropolitana
6:00 p.m. a 11:00 p.m. Adoración solemne a Jesús Sacramentado, Templo de Las Nieves