Por: Edilberto Rodríguez Araújo- profesor de la Escuela de Economía de la UPTC/integrante del grupo de investigación OIKOS
Recientemente el DANE divulgó las cifras sobre el comportamiento del mercado laboral en Colombia. Si hace algunos años, los gobiernos se jactaban de tener el desempleo por debajo del umbral del 10 por ciento, hoy desbordó ese nivel. En efecto, en agosto se situó en 10,8 por ciento, que contrasta con igual mes del año pasado cuando fue de 9,0 por ciento. Durante ese periodo se perdieron 562.000 empleos y la desocupación lanzó a la calle a 391.000 colombianos, mientras que 27.000 personas se encontraban insatisfechas con su actual ocupación. En el trimestre móvil junio-agosto 2019/2018, la tasa de desempleo en las 23 principales ciudades alcanzó 11,1 por ciento, significando la pérdida de 85.000 puestos de trabajo.
Si esto acontece a nivel nacional, a escala local, el panorama no es menos desalentador. Desde que se dispone de información oficial sobre el comportamiento del mercado de trabajo de Tunja, estos indicadores han seguido una trayectoria errática, particularmente el desempleo que supera la media nacional. Quizá, lo más notorio es el estancamiento de la generación de empleo en los últimos tres años (2017-2019), cuando el crecimiento de la población tunjana bordeó el 2 por ciento y la ocupación se mantuvo inalterable. Asimismo, después de que el número de desocupados no fluctuó entre 2016-2018, el año pasado el mercado laboral tunjano expulsó a 2.000 trabajadores y empleados.
Como no se ha hecho ninguna medición del impacto de la migración venezolana en la dinámica laboral, no es posible captar su incidencia, máxime cuando Tunja, es un lugar de tránsito de muchos migrantes, cuyo destino final son otras ciudades. Después de una intensa oleada migratoria (o de “refugiados”, según el nuevo lenguaje oficial), el flujo de empobrecidos y desarraigados caminantes ha disminuido.
Uno de los fenómenos más persistentes en el mercado laboral es la persistencia de los subempleados subjetivos, es decir, aquellas personas que se encuentran insatisfechas de sus ocupaciones, ya sea porque la remuneración no es la esperada, la duración es muy corta o se encuentran subvalorados en cuanto las competencias que poseen. Este indicador es muy alto y representa una cuarta parte de los tunjanos que reportan tener un empleo remunerado.
Indicadores laborales de Tunja
Año | Tasa de empleo (%) | Tasa de desempleo (%) | Tasa de subempleo subjetivo (%) | Ocupados (miles) | Desocupados (miles) | Subempleados subjetivos (miles) |
2007 | 49,6 | 14,5 | 33,3 | 59 | 10 | 23 |
2008 | 53,0 | 10,9 | 22,4 | 65 | 8 | 16 |
2009 | 51,0 | 14,4 | 10,0 | 64 | 11 | 7 |
2010 | 53,2 | 13,1 | 33,0 | 68 | 10 | 26 |
2011 | 54,2 | 11,7 | 20,9 | 71 | 9 | 17 |
2012 | 55,3 | 12,7 | 21,5 | 75 | 11 | 18 |
2013 | 54,6 | 12,5 | 21,0 | 76 | 11 | 18 |
2014 | 58,3 | 11,8 | 26,6 | 83 | 11 | 25 |
2015 | 57,8 | 9,1 | 30,6 | 84 | 8 | 28 |
2016 | 56,2 | 11,1 | 23,4 | 84 | 10 | 22 |
2017 | 57,1 | 10,0 | 26,3 | 87 | 10 | 26 |
2018 | 54,1 | 10,6 | 22,7 | 87 | 10 | 24 |
2019 | 54,2 | 11,9 | 22,4 | 87 | 12 | 22 |
Fuente: GEI H, Dane
De otro lado, la mayor parte de las 87.000 personas empleadas en Tunja, son empleados particulares (47,1 por ciento), seguidos por los llamados trabajadores por cuenta propia o independientes (33, 3 por ciento). En la ciudad, a pesar de ser la capital de departamento, donde están localizadas las principales agencias gubernamentales, el número de personas vinculadas al sector público no superaba las 10.000 (11,5 por ciento). Reflejo de lo anterior, es que las actividades que generan mayor empleo son la administración pública, salud y educación, y, comercio, hoteles y restaurantes, las que absorbieron el 65,5 por ciento.
La generación de empleo formal, es una de las preocupaciones centrales de los colombianos; sin embargo, los programas de candidatos a las corporaciones públicas, alcaldías y gobernaciones, aparece relegada en medio de tanta hojarasca electoral.