
Quiero contarles que mi padre, Álvaro Vargas, quien ahora nos acompaña desde el cielo, fue pionero en Boyacá, en la producción y presentación del formato radial de especiales que incluía entrevistas, en directo, con los artistas musicales homenajeados en cada uno de estos, imprimiéndole el buen sentido del humor, la energía y la chispa auténtica que caracterizaban su personalidad, con lo que generaba sentimientos de emoción, emotividad y nostalgia en muchos oyentes que, de manera insistente, buscaban establecer comunicación telefónica con la emisora para poder compartir, en vivo, sus experiencias y remembranzas de vida con estas agrupaciones artísticas del repertorio tropical clásico colombiano.
Pues, tal como lo había pronosticado hace algunos días, la internacional Orquesta Los Graduados del ‘Loko’ Quintero’ se lució con tremendo baile en la fiesta conmemorativa de los 60 años del Colegio Cooperativo Reyes Patria que resultó ser todo un éxito, dando lugar a que muchos egresados de diferentes promociones y actuales asociados, pudiéramos reunirnos allí para disfrutar con su inconfundible estilo, que evocó como es costumbre, las tradicionales celebraciones navideñas de antaño.
Momentos antes de que el conjunto musical subiera al escenario, tuve la oportunidad, junto a mi esposa, de reencontrarme con la señora Consuelo Ruiz de Quintero, esposa del desaparecido Gustavo Quintero, así como con algunos de los músicos que han hecho parte de esta agrupación hace ya algunos cuarenta años, como es el caso de los maestros Álvaro Gómez “Timbal” y Ramiro Chica “Teclados”.
Y ahí es donde viene el asunto, inevitablemente en nuestra conversación fue tema obligado mi padre, Álvaro Vargas, con quien el ‘Lokito’ Quintero tuvo un estrecho vínculo de amistad, originado en su afición por la música tropical de nuestro país, que lo llevó a ser coleccionista, productor y presentador de dichos especiales musicales en diferentes medios radiales, alusivos a grandes artistas de talla nacional y mundial, como lo recordarán algunos de mis amigos más cercanos.
En la charla que les cuento rememoramos qué, por allá en el año 1994, mi padre comenzó con ‘Lo Maravilloso del Ayer’, programa que se emitía en Tropicana Stéreo de Caracol, que amablemente le concedió ese espacio, los días sábados entre las 8:00 y las 11:00 de la mañana, empezando esta serie precisamente con nuestro amigo ‘El Lokito’ Quintero.
Allí relataba su trayectoria artística desde sus inicios como voz principal de la agrupación Los Teen Agers, luego con su paso por la Orquesta Los Hispanos y, finalmente, al frente del conjunto que él mismo conformó, la Orquesta Los Graduados, con la que permaneció hasta el final de sus días, llevando el sabor de nuestros sonidos a todos los países que visitó en sus constantes giras internacionales.
Algunas de las agrupaciones y artistas homenajeados en estos especiales fueron el recordado e inolvidable Rodolfo Aicardy, Los Hispanos, Fruko y sus Tesos, Pastor López, Nelson Henríquez, Los Corraleros de Majagual, Nelson y sus Estrellas, Los Golden Boys, El Combo de las Estrellas, Lisandro Mesa, La Sonora Dinamita y La Sonora Matancera, entre muchos otros.
Mi padre llegó a tener una colección aproximada de quinientos discos de acetato y otro tanto de discos compactos (CD), que adquirió posteriormente cuando apareció la tecnología digital.
Junto a mis hermanos Clemencia, Germán y Otto, y nuestra madre Ligia, crecimos escuchando toda esta maravillosa música que habitualmente él reproducía en su clásico tornamesa de los años 60 y teníamos el privilegio de estar presentes en muchos de estos especiales.
Esto me permite contarles que contaban con un alto nivel de audiencia, al punto de que, en varias oportunidades, estos tuvieron que extenderse durante una hora más, hasta el mediodía, ya que los oyentes así lo pedían, tal vez llenos de euforia por las añoranzas de buenos tiempos vividos o simplemente, porque gustaban de la buena música.
En otras ocasiones, llegada la hora de cierre del programa, la entrevista con el músico de turno se encontraba en su momento más emocionante, situación que, por respeto a los oyentes y al entrevistado, impedía terminar el especial de manera inconclusa, convirtiéndose además en un magnífico gancho para mantener a la audiencia en sintonía durante toda la mañana, dentro de quienes se encontraban, los juristas sogamoseños Carlos Arturo Preciado Medina, Juan Carlos Ruiz Moreno y Carlos Alberto Herrera Peña, entre algunos otros amigos de mi padre.
En años siguientes, mi padre llevó sus especiales a otras estaciones de radio como la Emisora de la Gobernación de Boyacá, Rumba Stéreo de RCN, Positiva F.M. Tunja, Los Cuarenta Principales, Sol Stéreo, Cuista Stéreo y hasta Luna Stéreo en Chía, Cundinamarca, llegando a entrevistar artistas internacionales como el reconocido duo salsero, Richie Ray y Bobby Cruz de Puerto Rico, así como al extraordinario trío de boleros Los Panchos de México para la Emisora de la Gobernación de Boyacá, siendo este el medio para el que presentó sus últimos programas en el año 2012, después de permanecer activo en el ámbito radial por espacio de dieciocho años continuos, con un sinnúmero de anécdotas divertidas de las que les contaré en próximas oportunidades para no agotar el tema.
Pienso que mi amado padre marcó un hito especial en la radio sogamoseña y boyacense de los años 90’s y 2000, logro que alcanzó tras muchos años de constancia y pasión por lo que hacía, que conjugados con su estilo auténtico y la chispa humorística que lo caracterizaba, generaron un gran nivel de aceptación en los fieles radioescuchas de sus programas que, en múltiples oportunidades, se lo hicieron saber de manera personal.
Lástima la desaparición, casi total, de este tipo de especiales en las emisoras que actualmente suenan en la F.M., en las que continuamente reproducen reguetón y música de cantina, respecto de la que, aclaro, no tengo nada en contra. Únicamente cierro con una sugerencia respetuosa a los diferentes medios radiales, en el sentido de que vuelvan a abrirse algunos espacios para la buena música tropical colombiana que, indiscutiblemente, hace parte esencial de nuestras raíces latinas y que, por mucho que pasen los años, nunca pasará de moda.












