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La Defensoría del Pueblo comenzó una campaña para evitar que repitan las conflagraciones que han generado alarma a la población y enormes daños a los ecosistemas.
A pocos meses de empezar las altas temperaturas por la llegada del fenómeno El Niño, se empiezan a escuchar voces que piden a las autoridades mayor atención y medidas para evitar que los incendios en los bosques afecten al medioambiente y los lugareños.
En la memoria de los habitantes de Villa de Leyva, en el departamento de Boyacá, hay dos episodios que no quieren que se repitan. El primero fue en 2010 cuando las llamas arrasaron 1.200 hectáreas de bosque nativo, un área similar a diez veces el Parque Metropolitano Simón Bolívar de Bogotá; el segundo, un caso reciente, a comienzos de agosto de este año los incendios forestales acabaron con 200 hectáreas, casi dos veces el tamaño del mismo parque capitalino.
“Necesitamos crear conciencia en la comunidad y las autoridades en el sentido de hacer florecer nuevamente el bosque nativo, es volver a plantar especies nativas y reforestar las montañas”, le dijo Arsenio Sáenz a la Defensoría del Pueblo, quien además dijo que el llamado a evitar los incendios lo han hecho como ciudadanos, año tras año, antes de que inicie el fuerte verano, época que se da entre diciembre y marzo.
Por su parte, Óscar Espitia, servidor público en el municipio, destacó el trabajo que ha hecho la autoridad competente en el macizo de Iguaque, donde está el Santuario de Flora y Fauna que lleva el mismo nombre y cubre los municipios de Villa de Leyva, Arcabuco y Chíquiza, el cual representa un área estratégica para la conservación de páramos, bosques y agua.
“Si bien somos conscientes que de que falta apoyo, una parte es conservar y otra es fortalecer los organismos de socorro y emergencias, con el fin de mitigar y contrarrestar la embestida de los incendios de una forma más rápida, porque la pérdida de las capas vegetales, de los suelos, de la vegetación nativa, pues hace que las montañas produzcan menos agua”, dijo Espitia.
Por eso, agregó, en el municipio han sido creados programas sobre reforestación, conservación de las fuentes hídricas. “Trabajamos para que el ecosistema se recupere con lo que se conoce como reforestación pasiva, por sí solo”, recalcó Óscar Espitia.
En la zona son cerca de 6.800 hectáreas de bosque nativo y pinos las que se han perdido entre 1990 y la actualidad debido a los incendios forestales, lo cual no solamente representa una problemática ambiental, sino que afecta el turismo en el municipio, uno de los más visitados en el departamento.
Precisamente, los comerciantes del lugar aseguraron que se han visto afectados por lo que está pasando. Hablaron, además, de sobrepoblación de pinos, lo que, a su juicio, los está perjudicando de manera considerable. “Bien porque tendremos oxígeno, pero careceremos de agua, fundamental para la economía turística”, manifestó el comerciante Francisco Castellanos.
A su turno, el sargento de Bomberos Voluntarios de Villa de Leyva, Juan Sierra, relató que deberían ser destinados más recursos para la labor que ese cuerpo de atención de emergencias desempeña, «ya que en sí, somos los que sufrimos en Colombia porque nos toca prácticamente trabajar con las uñas y rebuscarnos con los convenios que logramos hacer con algunos municipios para tener recursos”.
Añadió que los tienen muy olvidados, “si bien es nuestro trabajo, nos tienen en cuenta es cuando ya está el incendio. Es por eso que le hacemos un llamado al Gobierno nacional, es un llamado respetuoso para que mire la forma como estamos trabajando”.
La Defensora del Pueblo, Iris Marín Ortiz, hace contados días les hizo un llamado urgente a los alcaldes y gobernadores. Les pidió fortalecer los sistemas territoriales para la prevención de incendios forestales en sus jurisdicciones; esto, para que sea contenido el daño al ambiente y las afectaciones a las comunidades.
Así mismo, la entidad, con el concurso de su regional Boyacá, ha venido apoyando las etapas de prevención de incendios forestales, sin embargo, cuando arden los bosques ha acompañado las labores de los entes competentes que concentran esfuerzos en su mitigación, y también ha hecho llamados de sensibilización a la ciudadanía en lo fundamental, que es cuidar el medioambiente.
“La protección de los recursos naturales y del derecho que tienen los colombianos y quienes habitan en el territorio nacional a gozar de un ambiente sano es un deber del Estado, por ello es determinante el trabajo de los entes competentes en todos los niveles”, aseguró la Defensora Iris Marín.
