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Los comportamientos financieros de las personas jóvenes en América Latina (entre los 18 y 25 años) están mayormente guiados por el consumo de bienes y productos inmediatos, dando mayor importancia a los beneficios del ‘presente’ sobre las posibilidades a futuro. La educación financiera es más baja entre jóvenes, mujeres, personas menos educadas, adultos mayores y personas desempleadas.
El 44% de los jóvenes en Colombia no ha ahorrado en los últimos 12 meses, y un 58% no podría cubrir un gasto imprevisto.
Así lo señala el último informe de capacidades financieras del Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF).
Asimismo, indicadores del Banco de la República (2022) muestran que más del 50% de los jóvenes en Colombia no saben cómo manejar un presupuesto o planificar sus finanzas a largo plazo. Además, solo un 15% tiene algún conocimiento básico sobre inversiones.
En un informe hecho por la Fundación WWB Colombia para FinDev (Inclusión Financiera para el Desarrollo) se encontró que los comportamientos financieros de las personas jóvenes en América Latina (entre los 18 y 25 años) están mayormente guiados por el consumo de bienes y productos inmediatos, dando mayor importancia a los beneficios del “presente” sobre las posibilidades a futuro, tendiendo a consumos más allá de sus capacidades monetarias.
Este diagnóstico, realizado por la Fundación, denota la importancia que tiene el acceder a educación financiera desde temprana edad, ya que esto les permite a los jóvenes mejorar su calidad de vida actual y futura. Desde la Fundación WWB Colombia, se viene estudiando este tema desde hace varios años, donde se ha concluido que la educación financiera puede contribuir al desarrollo sostenible del país, ya que fomenta la toma de decisiones financieras responsables e informadas que contribuyen a la reducción de los índices de pobreza.
En Colombia, según el Estudio de Educación Financiera de PISA (Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes), los estudiantes colombianos se ubicaron por debajo del promedio de la OCDE. Solo el 16% alcanzó el nivel de competencia mínimo en educación financiera, frente al 54% de la media de los países de la OCDE.
De acuerdo con la reciente investigación ‘Educación financiera y bienestar financiero: evidencia en Colombia en un entorno de alta inflación’, realizada por el Banco de la República (2024), el analfabetismo financiero repercute en la estabilidad de los mercados financieros, así como en la distribución del ingreso y los niveles de pobreza.
Asimismo, esta investigación encontró que la educación financiera es más baja entre jóvenes, mujeres, personas menos educadas, adultos mayores y personas desempleadas, por lo que se ha comprobado que ésta mejora la capacidad de ahorrar, invertir, hacer planes para el retiro, reducir la vulnerabilidad económica y mejorar el bienestar de las personas y sus comunidades.
En 2020, se oficializó desde el Departamento Nacional de Planeación (DNP) un CONPES que creó la Política Nacional de Educación Económica y Financiera, a lo que instituciones públicas y privadas han buscado contribuir desde diferentes iniciativas.
Con más de cuatro décadas de trabajo por promover la inclusión de la población en el sistema financiero de manera responsable, la Fundación WWB Colombia, en alianza con el Banco W, hacen el lanzamiento de ‘Cash, el resurgir de los imperios’, videojuego para jóvenes de 14 a 19 años, con el fin de promover conceptos y buenas prácticas financieras, mientras disfrutan de una entretenida experiencia.
“Para nosotros, la educación financiera en los jóvenes es algo fundamental y prioritario, por lo que iniciativas pedagógicas como el videojuego ‘Cash, el resurgir de los imperios’, contribuyen a disminuir el desconocimiento que ellos tienen y a acercarlos a los conceptos y términos necesarios para tener una óptima salud financiera que los ayude a ahorrar y mejorar su calidad de vida, superando con esto niveles de pobreza”, afirmó Daniela Konietzko, presidenta de la Fundación WWB Colombia.
“Más que ofrecer productos financieros desde el sector bancario, buscamos generar iniciativas disruptivas y diferentes como este videojuego, con el fin de enseñarle a las personas que sí es posible ahorrar y tomar buenas decisiones financieras, independiente del nivel de ingresos que se tenga. El ahorro debe estar por encima de todo, ya que es el primer paso para empezar a tener buenos hábitos financieros”, comentó José Alejandro Guerrero, presidente del Banco W.
Por su parte, Paola Arias, directora de la Banca de las Oportunidades, manifestó: “es importante que reforcemos los conocimientos relacionados a educación financiera en niños, niñas, adolescentes y jóvenes para que tomen buenas decisiones y transformen su mentalidad, lo que llevará a que cambien sus hábitos y comportamientos desde temprana edad. Así como se habla de salud física y salud mental, es necesario empezar a hablar de la salud financiera para que los jóvenes puedan manejar sus finanzas de manera informada, consciente y responsable para alcanzar sus sueños”.
Llevar la educación financiera a las instituciones educativas debe ser un trabajo mancomunado entre el Ministerio de Educación Nacional y las demás entidades que tienen los conocimientos necesarios en esta materia. Es así como diseñar, desde la economía del comportamiento, metodologías innovadoras y disruptivas como el videojuego ‘Cash, el resurgir de los imperios’, puede generar cambios culturales que beneficien a la sociedad en el tiempo, lo que llevará a que también los jóvenes disfruten de una inclusión financiera al acceder a productos y servicios financieros que se adapten a sus necesidades.
Desde los sectores público, privado y la academia del país, se tiene la responsabilidad de trabajar conjuntamente para cerrar las brechas existentes en la sociedad, logrando una educación e inclusión financiera eficaz y eficiente, con estrategias diversificadas y holísticas en términos de población y género que acompañen a las personas desde edades tempranas, y a través de diferentes canales.