Así como los hermanos Yates en el ciclismo, los De Boer en el fútbol, y los Bryan en el Tenis; los mellizos Rátiva, oriundos de la capital boyacense, buscan ganarse el reconocimiento de toda la comunidad deportiva por su imbatibilidad en el ajedrez. En Tunja están marcando una época y hoy son uno de los fenómenos deportivos más dicientes del departamento.
Treinta, cuarenta o hasta cincuenta contendientes en una jornada. Ese es uno de los desafíos más habituales y más populares para todo aquel que quiera ser considerado un gran maestro del ajedrez.
Lo que no es muy popular, por lo menos en Tunja, es ser un maestro del ajedrez. Es que el ajedrez es un deporte hecho a la medida de todos, pero solo unos pocos privilegiados consiguen desarrollar la calma, la entereza y la sapiencia para mover con habilidad cada una de las fichas en el entramado de 64 casillas que componen un tablero y así arrinconar uno a uno a sus rivales.
En Tunja hoy hay dos grandes maestros: Laura y César Rátiva, que además de ser imbatibles por estas latitudes, cuentan con la particularidad de ser mellizos. “Nosotros llevamos jugando desde los 11 años, somos representantes de la Liga de Ajedrez de Boyacá. Desde que pertenecemos a la liga, hemos representado al departamento en diferentes categorías, desde la sub12, hasta la sub20 y ahora en mayores”, comenta Laura Rátiva, que a sus 20 años se prepara para ejercer profesionalmente como Psicóloga, sin que eso limite la práctica de su amado y estratégico deporte.
Fabián Corredor fue el primer entrenador de estos jóvenes maestros del ajedrez. Fue su primer guía, pero más que eso fue el motivador de este dúo representativo del ajedrez tunjano. Corredor les enseñó que, con el ajedrez, más allá de desarrollar el pensamiento lógico y pasar un buen rato, existía la posibilidad de competir, de viajar en medio de esas competencias y de conocer el mundo gracias a la habilidad para ejecutar movimientos en aquel tablero a cuadros.
“Él empezó a llevarnos a torneos, nos llevó a Medellín, a Manizales, y a otros destinos lejanos. Y creo que eso fue lo que más nos atrajo. Decidimos quedarnos entonces, y pues ahora seguimos entrenando y compitiendo”, explica Laura, que hoy se siente más que agradecida con su mentor.
Los mellizos Rátiva han competido en partidas simultáneas hasta con 50 adversarios, pero hasta hace muy poco se dieron la oportunidad de afrontar una de estas maratónicas jornadas de competencia simultánea en su natal Tunja, por lo menos de forma abierta con la comunidad, pues antes solo lo habían hecho en colegios. Fue en el barrio La Florida, en el marco de una jornada denominada como ‘Al Parque con el Ajedrez’, en la cual, en compañía del concejal Eddy Reyes, se entregaron decenas de tableros de ajedrez a los niños de la comunidad para darles la oportunidad de aprender este juego en casa.
Tanto Laura como César saben que no son del todo imbatibles, comprenden que la experticia en el ajedrez solo se consigue con la práctica y con entrenamientos, como con cualquier otro deporte. Entre ellos, admite Laura, que su hermano es un poco más hábil, aunque el nivel es parejo.
Tanto Laura como César son actualmente estudiantes, Laura de psicología, y César de administración deportiva; comprendiendo que vivir del deporte es toda una hazaña en este país, aunque no por ello renuncian al sueño de poder dedicar sus días a la práctica de esta disciplina que tantas puertas les ha abierto hasta ahora.
“Esa posibilidad existe porque uno no solamente puede ganar dinero ganando torneos, sino que puede ser entrenador, o existen ya casos en los que las ligas, cuando se es muy bueno, empiezan a pagar salario al deportista, aunque eso tiene que venir acompañado de grandes resultados. No es imposible, pero hay que tener mucha disciplina”, explica Laura, que al igual que César, es toda una sensación por esa capacidad de enfrentarse en simultáneo hasta 50 jugadores ganando cada una de las partidas.