Por: Tarcicio Cuervo/El Iguaqueño
Estos sujetos por su carácter guerrero siempre imponen poder. El buen guerrero siempre tiene que ser un buen matón, si no mata al adversario o víctima, no triunfa.
Los gobernantes y los imperios se mantienen en el poder con la guerra, para lo cual invierte dos millones de dólares por minuto.
Los estudios recientes de Naciones Unidas dicen que el uno por ciento de los habitantes del globo terráqueo mantiene el poder con sus riquezas, los mismos que sostienen la guerra.
Pero los ricos no van a la guerra. Los que ponen el pecho son los pobres, los cuales son obligados por ley o les pagan por conformar ejércitos mercenarios. En Colombia suelen llamarse: “Convivir”, Autodefensas, bandas criminales, “Sayayines” y demás; donde todos ellos conforman los ejércitos paramilitares, financiados por: terratenientes, comerciantes, banqueros, multinacionales y las mafias de la droga; que son los que gobiernan el país.
Hoy cuando se está llevando a cabo un proceso de paz, estos ejércitos mercenarios, sus dirigentes de viva voz, y en plena convención de partido, dicen: “Ese proceso de paz toca volverlo trizas”. Como dice el populacho: “Más claro no canta un gallo”, aquellos individuos van con todo, sus ejércitos estarán en las grandes fincas, en los pueblos y ciudades: masacrando, torturando y robando; para intimidar el pueblo y recuperar el poder, como lo hicieron al principio de éste siglo.
Sí, muchos pobres votaran por miedo para proteger sus vidas, y otros votarán por el billete de $100.000, en cuya efigie está un doctor Lleras.
Coletilla: La paloma blanca es el símbolo de la paz, están que le disparan los de la corte, el fiscal general de la nación: la pueden matar…
