Por| Carlos Molina
Cada día que pasa, la situación de los servicios de salud en el departamento se pone más crítica, debido a las deudas que tienen la EPS con los diferentes hospitales que hay a lo ancho y largo del territorio boyacense.
Y es que de una manera irresponsable empresas prestadoras de servicios de salud como Cafesalud, Emdisalud o Caprecom no solo han jugado con la vida de sus usuarios sino también con la de sus trabajadores. Es el colmo que en el caso de Cafesalud ni siquiera los médicos tienen servicios de salud, ahí si se cumple el famoso y tradicional dicho: ¡los médicos también se mueren!
Pero este problema no viene de ahora, sino de mucho tiempo atrás, por citar un caso; el Hospital Regional Valle de Tenza, con sede en Guateque y Garagoa, ha sido uno de los más perjudicados y esto tiene nombre propio: Corrupción. A qué va esto, a que algunos políticos acabaron con la salud en este sector del departamento, primero se adueñaron del hospital de Garagoa y luego lo hicieron con el del Guateque, al poner a uno de sus peones como ‘gerente’, quien fue el responsable de generar una profunda crisis que llevó a situaciones como la falta de insumos y el atraso en los pagos de los médicos y otros funcionarios.
Esto no solo ha afectado al Valle de Tenza sino a toda Boyacá, trabajadores del sector salud en Sogamoso ya han realizado marchas en contra de los malos manejos por parte de las EPS que tienen ‘agonizando’ a los hospitales de la capital de la provincia Sugamuxi.
En cuanto al interés por parte del Gobierno Nacional por querer dar salida a este problema, no ha sido mucho, a territorio boyacense han venido el Ministro de Salud, Alejandro Gaviria y el Superintendente, Norman Muñoz, los dos manifestaron que se está trabajando por buscar una salida, pero hasta el sol de hoy, esto se ha quedado en palabras que se las ha llevado el viento.
Por último, también se han tenido problemas con entrega de medicamentos, en un caso más reciente que involucra a la Nueva EPS, los usuarios han presentado quejas por la demoras en la entrega de drogas; han indicado que hacen fila hasta de cinco horas y algunos casos los hacen volver nuevamente en quince días. Además, los afiliados a esta Empresa Prestadora de Salud afirmaron que en muchas ocasiones funcionarios se comportan de una manera grotesca, haciendo la atención al usuario un momento ‘fatal’.
Pero, para desfortuna de los boyacenses y colombianos, estos y otros casos que suceden a diario no van a dejar de pasar, al contrario van aumentar día tras día, porque hasta el sol de hoy, la crisis en la salud en el país, no parece tener una luz al final del túnel.