Julio Roberto, es ampliamente conocido en Tunja y Boyacá por su incansable actividad en favor de las víctimas del conflicto, por la defensa de los derechos humanos y porque está vinculado a uno de los más novedosas proyectos pedagógicos enfocados en la formación de niños y adolescentes a partir de la propuesta de Rayuela, institución con amplio reconocimiento en la capital y el departamento.
En estas condiciones, Julito, como se le conoce entre sus más allegados, en su calidad de egresado de la UPTC, ha decidido presentar su nombre como aspirante a ser elegido representante de los exalumnos ante el Consejo Superior en las elecciones del próximo viernes 21 de abril.
Para él el tema es que los egresados sientan el orgullo de su universidad, que cuando presenten su diploma ante una empresa o entidad, lo ponga en el mejor sitial: “porque es que los upetcistas debemos sentirnos orgullosos de nuestra universidad”, explica, para hacer entender la intención de la campaña con su carácter independiente en respuesta a lo que considera que pasa generalmente en este tipo de elecciones, las cuales son ganadas por las maquinarias. “Nosotros vamos sin maquinarias, sin padrinos, por el centro, con la experiencia y el trabajo durante tantos años por el departamento, por la ciudad, por la misma universidad. Esa es nuestra tarjeta de presentación”.
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A renglón seguido agrega que su campaña no es la de los recursos económicos: “lo estamos haciendo con el voz a voz, con los cientos de personas que me han conocido a lo largo de mi vida; que saben de mi trabajo. Esa es nuestra principal fuerza de campaña”.
Refiriéndose al problema de la corrupción narra que hay una preocupación grande que ha encontrado con una gran cantidad de egresados y funcionario dentro de la UPTC y es que “muy poco se sabe de las sesiones del Consejo Superior; nada se sabe sobre los temas de las discusiones”. Entonces, propone que las actas de las reuniones sean públicas. “Voy más allá, añade, en este momento desde el celular podemos transmitir las sesiones del Consejo Superior para que todo el mundo se dé cuenta sobre lo que se discute, se aprueba y se decide y lo que está pasando allí”.
Julio Roberto insiste en que este es el momento para servirle a la Universidad desde la experiencia que ha tenido a lo largo de su vida, “que siempre he trabajado por la paz, liderando el tema de las víctimas en el departamento de Boyacá”, y la experiencia con la Fundación Pedagógica Rayuela, de la cual afirma que le dan la autoridad para tener propuestas encaminadas al tema del posconflicto en Boyacá, para caminar hacia la consolidación de la paz. “Por ejemplo, la Academia debe ser encabezada por la UPTC, debe ser la pionera de la recuperación de la memoria histórica de nuestras víctimas en el departamento; la universidad debe formar profesores y docentes en general para que comiencen, desde los colegios, a dar las transformaciones que se necesitan en el nivel de la educación y preparar a los jóvenes y niños para la nueva Colombia que se está vislumbrando desde ya”.
La Academia debe ser encabezada por la UPTC, debe ser la pionera de la recuperación de la memoria histórica de nuestras víctimas en el departamento
Como representante de los egresados y como convencido de la calidad de la formación en la UPTC no cree que los problemas económicos que las directivas dicen que tiene la universidad, se puedan solucionar bajando la remuneración de los docentes y aumentando los costos para los estudiantes de posgrado. López propone que “lo que debemos hacer es alcanzar convenios con el gobierno departamental y nacional y con la empresa privada para compensar los posibles faltantes económicos de la universidad”.
Otro aspecto sobre el cual dice que trabajará, de ser elegido para el Consejo Superior, es el que tiene que ver con las investigaciones y las tesis de los graduandos para que estas sean enfocadas y aterrizadas a la realidad departamental, para que la UPTC sea jalonadora del desarrollo del departamento y que estos trabajos no sigan quedando archivados en el cuarto de san alejo, haciendo que tanto conocimiento se pierda para el beneficio de la sociedad.
“En mi experiencia de vida y de trabajo con Rayuela, enfatiza Julio Roberto, hemos adquirido conocimiento en la práctica sobre la educación, que nos puede servir para el posconflicto y para el logro de la paz. Esta experiencia la pondré al servicio de la universidad para aprovecharla con el fin de que los docentes que, a su vez, serán los futuros formadores de los jóvenes, salgan con una nueva visión de la formación para la paz”.
