En Tunja un menor de 15 años tuvo que ser remitido a la Clínica de los Andes porque le cayó una llanta mientras estaba en el aula de clases.
Si del cielo te caen limones, aprende a hacer limonada, y si del cielo te caen llantas, una camilla ten preparada. Es la lección que aprendió un menor de edad esta mañana de jueves en el Colegio Runta Abajo en la capital boyacense.
El joven se encontraba al interior de un salón de clases cuando de repente, y por sorpresa, entró una llanta por el techo, con tan mala fortuna que fue a parar sobre el cuerpo del menor.
Aún se desconoce cómo fue que la llanta fue a parar en ese lugar, el porqué de esta situación de un menor que en la mañana, al salir de casa, lo último que pensó es que terminaría en un hospital a causa de tan absurda situación.
El joven tuvo que ser remitido a la Clínica de Los Andes en el norte de la ciudad.