Los usuarios de Boyacá y Santander han sido los más afectados con la entrada en funcionamiento de la nueva Terminal de Transportes.
La terminal se quedó chica. Esa fue una de las frases más repetidas durante el primer día de funcionamiento de la nueva Terminal de Transportes del Norte de Bogotá.
Pero las quejas no se quedaron únicamente en el tamaño de la terminal. Adicional a esto, el secretario de Movilidad de Bogotá, Juan Pablo Bocarejo señaló que la terminal fue mal diseñada y será necesario reubicarla más al norte de la ciudad. “Esta es una terminal temporal. Se diseñó en 2012, no se hizo en el mejor punto, porque aquí la Autopista pasa de tres a dos carriles, lo que genera una congestión más grande. La terminal debía estar en la Calle 235 con un tamaño mucho mayor que nos permita sacar servicios origen“.
Los usuarios denunciaron la falta de organización de las empresas de transporte para la venta de tiquetes, el poco espacio que tiene la terminal para albergar la gran cantidad de buses que salen por el norte de la capital del país, y que las empresas de transporte siguen recogiendo pasajeros por fuera de la terminal
No entendí. ¿Hicieron una terminal de Transportes en el Norte donde se paga pero no se pueden coger buses? Siguen recogiendo en autopista?
— María Isabel Ángel V (@MaisAngel) 27 de febrero de 2017
Una terminal de transportes recién inaugurada que no va servir 😐
— Alexandra Duque (@Albi_Roja) 28 de febrero de 2017
Por su parte, el alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, había señalado hace unos meses que “La terminal que se está haciendo quedó mal ubicada, muy pequeña, mal diseñada y tendrá que ser sustituida por una terminal mucho más hacia el norte de la calle 193, donde haya esa integración, que los buses de Boyacá o Cundinamarca lleguen ahí y los pasajeros hagan transbordo en Transmilenio”.