De acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda del DANE, el precio de los hierros y aceros para la construcción de vivienda registró una variación anual al mes de julio de 2021 de 39,6 por ciento en Colombia, cifra que refleja un aumento 9,7 veces superior al observado en julio de 2020.
La regional Boyacá de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol, advirtió sobre la crítica situación que representa para el inicio y ejecución de los proyectos, el desabastecimiento y aumento de precios de acero que se evidencia en la región.
Este insumo es el segundo de mayor importancia en la estructura de costos y tiene un carácter esencial para el desarrollo de los proyectos en tanto es insustituible y su consumo se define en el cumplimiento de la norma de construcción sismoresistente aplicable a todas las obras, sin excepción.
De acuerdo con el Índice de Costos de Construcción de Vivienda del DANE, el precio de los hierros y aceros para la construcción de vivienda registró una variación anual al mes de julio de 2021 de 39,6 por ciento en Colombia, cifra que refleja un aumento 9,7 veces superior al observado en julio de 2020, situación que pone en riesgo la ejecución de la política de vivienda y, por ende, la reactivación de toda la cadena de valor.
“El desabastecimiento, aumento de precio y los mayores tiempos en la entrega del acero en las obras son una realidad para los constructores de la región. Para los proyectos próximos a iniciarse e incluso en los que están en ejecución, esta coyuntura pone en riesgo la dinámica constructiva, la generación de valor agregado, el empleo y la viabilidad de los proyectos”, indicó Ana Elvia Ochoa, gerente de Camacol – Regional Boyacá y Casanare.
Actualmente, en Boyacá hay 1.683 unidades de vivienda en fase de cimentación y estructura y otras 2.000 se encuentran prevendidas sin iniciar su construcción. Ese volumen de actividad actual y prevista representa la sostenibilidad de 7.382 empleos, $500 mil millones de inversión para la reactivación económica regional y una demanda de insumos, materiales, y servicios equivalentes a $322 mil millones, proveniente del 54 por ciento del aparato productivo de la región.
“Lo que tenemos en riesgo son los proyectos, su viabilidad y la vivienda formal de los boyacenses, pero, además, si los proyectos no se inician o frenan su ejecución por esta coyuntura, se pone en riesgo la reactivación económica y la generación de empleo”, concluyó Ochoa.