Así lo señala el proyecto que pasó ayer en primer debate en el Congreso de la República. En esta iniciativa, que hace parte de los proyectos bandera del Gobierno de Gustavo Petro, también se contempla la posibilidad de ‘transfuguismo’ y que los congresistas puedan ser ministros o ser candidatos a gobernaciones o alcaldías.
Desde las elecciones del 2026 el voto en Colombia será obligatorio, con lo que se busca que los ciudadanos, es decir las personas mayores de edad, tengan una mayor participación en las urnas.
Pues ayer la Comisión Primera Constitucional Permanente del Congreso de la República aprobó en primer debate la Reforma Política que fue presentada ante el Congreso el 13 de septiembre, es decir hace menos de diez días.
Aunque este proyecto, al igual que el de Reforma Tributaria, tiene mensaje de urgencia, muy pocos apostaban a que fuera a cursar tan rápido y que las mayorías que tiene el presidente Duque en el Gobierno lograran promoverlo e impulsarlo de esta manera.
El acto legislativito seguirá su curso de cuatro debates, antes de ser aprobada de manera definitiva. Sin embargo, hay ya unos puntos aprobados en primer debate que es muy posible que sean acogidos y aprobados en las siguientes etapas del estudio, análisis y aprobación.
Fue aprobado el transfuguismo, es decir, el cambio de partido político. Se podrá hacer solo una vez durante dos periodos.
El objetivo es que los electos para cargos legislativos tengan la posibilidad de cambiarse de partido político sin recibir sanciones por doble militancia. Actualmente, existen sanciones para los políticos que, sin esperar un tiempo de 12 meses, se inscriban en colectividades diferentes por las que recibieron algún tipo de aval para llegar a contiendas electorales. Este articulado se aprobó a pesar de los detractores que tuvo durante la sesión del congreso.
Habrá un límite para estar en el Congreso durante cuatro periodos, dos en Cámara y dos en Senado.
Se contempla la financiación privada para las campañas, pero será preponderadamente estatal.
Los proponentes señalan la importancia de que el presupuesto para desarrollar las campañas en época electoral esté a cargo del Estado y dirigida a la colectividad, contrario a como ocurre hasta el día de hoy, en donde la financiación se hace al candidato específico.
Los congresistas podrán ser candidatos a alcaldías y gobernaciones estando en el Legislativo, pero tendrán que renunciar si quedan electos. También podrán ser nombrados ministros siempre y cuando dimitan.
Las listas al Congreso deberán tener paridad de género y que sean cerradas, cremallera.
“La lista cerrada en las democracias modernas tiene varios efectos y uno de ellos es que la financiación es estatal para los partidos y no para las personas. Además, permite que lleguen liderazgos que no tengan estructuras políticas, así como que los partidos que se asumen como de gobierno, de manera que quienes ganan la elección, gobiernan. Esto permite que un partido pueda pedirle a alguien electo en lista cerrada que vaya al gobierno y esa persona acate esas decisiones del partido”, ha explicado el senador Roy Barreras sobre este punto del proyecto.
Igualmente, el voto será obligatorio por dos periodos legislativos, a partir de las elecciones del 2026.
Y el punto que no pasó fue el de la reforma a la Procuraduría General de la Nación.