El balance en cifras de la presidencia de la Cámara de Representantes de Jaime Raúl Salamanca

Foto | Mauricio Alvarado Lozada / Vía EL ESPECTADOR
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Durante el último año Salamanca fue el encargado de ‘llevar la batuta’ en ese cuerpo colegiado. En su presidencia tuvo algunos episodios polémicos, pero las cifras lo favorecen cuando se hace el balance de la aprobación de leyes, especialmente de reformas sociales que promovió el gobierno del presidente Petro. Entrevista de EL DIARIO con el político boyacense más influyente del país en el último periodo.

Durante los últimos 12 meses Jaime Raúl Salamanca Torres, oriundo de Sotaquirá, tuvo la atención de la clase política del país; los flashes, los micrófonos y las cámaras de los medios de comunicación estuvieron dirigidos hacia él, concedió entrevistas y participó en congresos, foros y páneles, trabajó, trasnochó, escuchó, concertó, buscó acuerdos y sintió el poder, como nunca le había ocurrido en su carrera política de casi 20 años y como posiblemente no lo volverá a tener.

Salamanca fue uno de los aliados en el Congreso del gobierno del presidente Gustavo Petro, tal vez importante, y su papel fue trascendental para la aprobación de numerosos proyectos, entre ellos las reformas sociales, como la Laboral, que representa las reivindicaciones más importantes de los trabajadores colombianos en los últimos años.

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Por la misma razón y por sus decisiones durante las plenarias de la Cámara, fue acusado de ejercer violencia política, especialmente contra mujeres (varias de ellas del Partido Verde). En Boyacá, su tierra, Salamanca tiene aliados y también contradictores porque acostumbra a ser muy directo, lo que no es muy usual en la política boyacense.

El periódico EL DIARIO habló con Salamanca sobra su experiencia, el balance de su trabajo, la situación del Partido Verde en Boyacá, las elecciones del 2026 y sobre la oposición al gobierno de Carlos Amaya. Estas son las preguntas de ED y las respuestas del presidente saliente de la Cámara de Representantes.

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EL DIARIO: Termina el año de su presidencia de la Cámara de Representantes. ¿Cómo fue esa experiencia? ¿Cuál es el balance de lo que hizo, de lo que lo deja satisfecho? ¿Qué fue lo bueno y lo malo de este último año?

JAIME RAUL SALAMANCA: Creo que lo bueno fue que se cumplió la premisa de que los boyacenses somos capaces de dirigir este país y que no nos quedan grandes los retos nacionales y que estamos en mora de mayores liderazgos en escenarios importantes para poder demostrar de qué estamos hechos la gente de Boyacá. El haber tenido que liderar la discusión de las más importantes reformas sociales de los últimos años en la historia de Colombia, en un ambiente tan polarizado, sacarlas adelante, construir consensos, lograr trabajar de la mano de este gobierno que pues es bastante retador el ejercicio dan fe que hemos hecho una tarea sobresaliente. Luego de más de 40 años, un boyacense ocupó la presidencia de la Cámara de Representantes y creo que todos nos reconocen una labor muy positiva con resultados que están ahí para contraste de todos los ciudadanos.

«Tuvimos que liderar la discusión de las más importantes reformas sociales de los últimos años en la historia de Colombia.»

EL DIARIO: Con un Congreso absolutamente polarizado, con un país polarizado alrededor precisamente lo que usted menciona que es el gobierno del presidente Petro.

JAIME RAÚL SALAMANCA: Yo creo que el gran mérito ha sido no entrar en esa polarización. Desde un primer momento, a pesar de ser víctima de muchos ataques, no caí en la lógica de seguir dividiendo al país. Mi esfuerzo y el de mi equipo de trabajo siempre fue buscar consensos entre los distintos y por eso fue que sacamos más de 219 leyes discutidas en este año. Esto es la cifra más alta en los últimos 8 años en cualquier legislatura en la Cámara de Representantes. Se aprobaron más de 146 proyectos de ley en segundo debate y 70 leyes pasaron a sanción presidencial en nuestra presidencia. Se votaron 78 informes de conciliación; se sesionó en estos últimos 8 años la mayor cantidad de veces también en la historia, incluyendo el comparativo de lo que fue la pandemia donde las sesiones se hicieron de manera virtual y se incrementó muchísimo. Fueron 104 sesiones en total que lideramos y creo que esto habla muy bien de lo que fue nuestro trabajo en la corporación.

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EL DIARIO: Es curioso que las mayores críticas a su gestión no vinieron de los sectores radicales de oposición, sino especialmente de antiguas aliadas casi que suyas y del Partido Verde.

JAIME RAUL SALAMANCA: Pues no es curioso. Digamos que, al contrario, me pareció lógico, porque pues yo fui quien me les atravesé en esa aspiración que tenían para llegar a la presidencia de la Cámara. ellas, ese sector del Verde tenía casi que escriturada esa presidencia y de la noche a la mañana salió un líder de Boyacá que nadie conocía, que muy pocos conocían y además que no solo llegó, sino que llegó y marcó un hito, una historia y se ganó un respeto aquí muy grande en la Cámara de Representantes porque son una minoría muy mediática, sí, pero la gran mayoría de las bancadas de todos los partidos, de muchos departamentos, saben reconocer el liderazgo que yo tuve en esta presidencia.

Aquí, como lo he hecho siempre en toda mi vida política, toca andar finito, ser exigente, trabajar muy duro, porque pues estamos en un país de muchas necesidades y lo hacemos y trabajamos en una institución que tiene muy poca credibilidad. Entonces, para recuperar eso, lo que nosotros hicimos fue ponernos la camiseta para, no solamente sesionar, sino sacar a la Cámara del Congreso, hacerlo bien, dar resultados. Entonces, pues bueno, tal vez lo que a esos sectores que nos criticaron hoy se quedan sin argumentos porque no solamente llegamos, sino lo hicimos bien.

«Aquí, como lo he hecho siempre en toda mi vida política, toca andar finito, ser exigente, trabajar muy duro.»

EL DIARIO: A propósito de esas cifras que usted menciona de ese balance, e, ¿en qué quedan las tres grandes reformas, la laboral, la pensional y la de salud?

JAIME RAUL SALAMANCA: Nosotros debatimos varias reformas importantes. La reforma política la aprobó la Cámara; desafortunadamente el Senado la dejó hundir. Esa discusión yo la lideré. La reforma el Sistema General de Participaciones también la lideré como presidente de la Cámara de Representantes ya es ley de la República y es una ley tal vez de las más importantes de la historia reciente en Colombia, toda vez que materializa el sueño de la Constitución del 91 de la descentralización. Esperemos que llegue la Ley de Competencias a reglamentar, pero esa para mí es una de las leyes más importantes que tuve el privilegio de dirigir en su discusión. La reforma a la salud también la aprobamos y le dimos sobre todo aire, vida, tiempo en Senado para que el gobierno pudiera hacer el último esfuerzo por aprobar una reforma que se puede mejorar más, un proyecto de ley que se puede mejorar más, pero que tiene algo en lo estructural muy positivo y es que acaba con la vagabundería de la integración vertical. Esto es que los dueños de las EPS se contratan a sí mismos en sus IPS y tienen quebrado el sistema público de salud en Colombia. Entonces, si logramos acabar con eso, creo que es una reforma muy positiva y esperamos que la Comisión Séptima de Senado la discuta y pues de igual manera la plenaria la permita convertir Ley de la República; en la reforma laboral que también dirigí esa discusión. Pues hombre, lo hablábamos al siguiente día de aprobarla. Logramos recuperar para los trabajadores y trabajadoras de este país derechos que se habían conquistado perdiendo cientos de vidas en movilizaciones sindicales, obreras, estudiantiles hace muchos años; derechos mínimos y básicos justos que hoy son realidad nuevamente vía democrática, vía construcción de consensos, vía el debate público en las instituciones y eso es un mensaje muy fuerte para nuestra democracia y que yo esté ahí como boyacense al frente de eso, me parece que es una es una vaina que no voy a dejar yo de agradecerle a los boyacenses de haberme permitido estar ahí, porque recuperamos el recargo nocturno, los recargos dominicales, el reconocimiento a los jóvenes aprendices del Sena y no es cierto, como se dijo en algunos espacios, que esto iba a quebrar al empresariado, porque la tesis fundante de esta reforma que se aprobó es que cuando uno tiene una masa laboral bien reconocida, la productividad aumenta y los costos adicionales de la reforma que asume el empresariado se ven compensados en mayor productividad. La noche inicia a las 6, no a las 9, como lo puso el doctor Uribe, ¿cierto? Y esto creo que es algo elemental que parece pequeño, pero que de verdad costó mucho esfuerzo poderlo conquistar y recuperarlo, insisto, vía democrática fue un gran logro. Y, finalmente, la pensional. Pero antes de la pensional tuvimos una mini reforma a la justicia, que fue una un proyecto que trabajamos con la Corte Suprema, con el Ministerio de Justicia y también, digamos, creo que es muy importante para descongestionar el sistema judicial en Colombia; con la reforma pensional son cinco o seis reformas grandes que tuve que sacar adelante. En la pensional, pues lo que me parece importante o histórico es decir que si bien es cierto hay un sacrificio, digámoslo así, de algunos sectores que se ganaban unas pensiones altísimas, pues es un sacrificio que vale la pena toda vez que saca de la extrema pobreza más de 3 millones de colombianos, hombres mayores de 65 y mujeres mayores de 60 años que están en extrema condición de vulnerabilidad. Esto es un mensaje social también muy potente y tuve el reto de liderar la subsanación de estas de este procedimiento legislativo por mandato de la Corte Constitucional. Espero que entre a revisión nuevamente y sea aprobada la reforma pensional.

«Logramos recuperar para los trabajadores derechos que se habían conquistado perdiendo cientos de vidas.»

EL DIARIO: A propósito de eso que usted menciona de la Reforma a la Salud y para detenernos en una de estas reformas, varios medios de comunicación han publicado informes que señalan de que en este momento los servicios de salud en Colombia han desmejorado con respecto a lo que ocurría hace 3 años. ¿Por qué cree que eso está ocurriendo? Todos estábamos de acuerdo en que se acabara esa triangulación entre EPS e IPS, pero hoy en Colombia hay graves problemas en la prestación de los servicios y en el suministro de los medicamentos. ¿qué pasó? Si esa norma tiene tantas bondades, ¿qué está pasando?

JAIME RAÚL SALAMANCA: Hay problemas porque hay una crisis. Eso es muy importante decírselo a los boyacenses. Y hay una crisis que se viene agudizando muy similar a la que están viviendo hoy las universidades públicas en materia de financiación. Son modelos que se crearon bajo una lógica de mercado que fracasó y en eso tiene razón el Presidente Petro. Hoy el estado es incapaz de sostener un sistema de salud como el que se construyó a partir de las reformas que se hicieron por allá en el 93, o en el 94. Es necesario repensarse un nuevo modelo de salud basado, sobre todo, en el dicho de las abuelas, para ponerlo en palabras sencillas, de que prevenir es mejor que curar, que curar. Ese énfasis en los determinantes sociales en salud que en otros lugares del mundo ha demostrado grandes resultados en Colombia es una ilusión. Nos pasamos atendiendo al paciente en crónicos que son muy costosos y que son insostenibles y hay que reorganizar todo el sistema de salud para que esto funcione. Eso lo tiene la reforma. Esa discusión la gente no la ha podido entender porque la desinformación ha sido tremenda. El sistema está en crisis y va a empeorar más y más si no se hace si no se toma una solución definitiva en cuanto a la organización de las redes de prestadores de servicios, el giro directo a las IPS, el fortalecimiento de la Red Pública, porque el saneamiento de sus finanzas es fundamental; el fortalecimiento del primer nivel de atención, que son estos CAPS, los Centros de Atención Básica en Salud, que otrora funcionaron muy bien, que eran la puerta de entrada al sistema, eran los famosos centros de salud comunitarios. Estos hay que revivirlos y fortalecerlos para que se descongestionen los niveles más medianos y de mayor complejidad y podamos darle acceso a salud a mucha gente que incluso en la ruralidad no tiene acceso a la salud. Ese cuento de que el sistema de salud es muy bueno para todo el mundo, tal vez muy bueno para los que viven en el norte de Bogotá, pero si usted vive en el Putumayo o usted vive en Sativanorte o usted está en una vereda de Labranzagrande, pues seguramente que el sistema de salud difícilmente le va a dar a usted oportunidad de tener un tratamiento debido y si lo tiene que desplazarse o a Barranquilla o a Bucaramanga o a Manizales o a Bogotá hacer cola porque desafortunadamente el sistema de salud es muy bueno para unos pocos y pésimo para la gran mayoría de colombianos.

«El sistema de salud es muy bueno para unos pocos y pésimo para la gran mayoría de colombianos.»

EL DIARIO: ¿Cuántos años se van a tardar para que los colombianos sientan y vean las bondades de esto que ustedes aprobaron, de las reformas a la salud, la reforma laboral, la pensional, la modificación del régimen de transferencias? ¿Cuándo podremos ver las bondades de esas leyes?

JAIME RAÚL SALAMANCA: Yo creo que por ahí, yo no sé, eso es depende qué pase con Colombia ahorita en las siguientes presidenciales, porque si llegamos nuevamente a un gobierno regresivo, anti derechos, que ha gobernado Colombia en los últimos 30 años, pues esto que logramos va a ser un espejismo porque se van a dar las mañas de devolvernos al pasado. Si por el contrario Colombia le ha apuesta a un a un a un proyecto alternativo, progresista, liberal, que sea capaz de construir más consensos inclusive de los que logró el Presidente, pues el arte está en la implementación porque leyes en el papel hay muchísimas, pero hay que saber ejecutar esos mandatos que están ahí en esas leyes para que se cumplan. Esto es un tema de largo aliento. Así como a Colombia la han venido desbaratando lentamente, poco a poco desde la Apertura Económica del doctor Gaviria y después con el nuevo envionazo del doctor Uribe, pues nos toca a nosotros, las nuevas generaciones tratar de arreglar lo descompuesto y mirar a ver cómo insistimos e insistimos para que Colombia salga adelante. Pero esto no es cuestión de un solo gobierno, ni de dos ni de tres. Esto estos son años de insistir, insistir, insistir para que Colombia sea un país más justo para todos.

EL DIARIO: Bueno, justamente esa era la pregunta siguiente. ¿Usted cree que el presidente Petro merece que los colombianos elijamos a un sucesor de su misma línea?

JAIME RAÚL SALAMANCA: Yo no creo que directamente la línea del Presidente porque ha habido errores y la gente aquí cobra muy duro. De hecho, le cobra más duro a la izquierda que a la derecha porque la derecha nos tiene jodidos y aún así les brindamos la oportunidad. En cambio, la izquierda, aunque no es perfecta, ha tratado de hacer cosas y la castigamos muy duro, no con el mismo rasero que se tiene con todos. Yo creo que es posible que haya alguien de centro izquierda que pueda recoger las banderas del progresismo del Presidente, que son importantes, pero que también pueda recoger a otros sectores que no necesariamente son de izquierda. La mayoría de este país no es un no es de izquierda. La mayoría del país somos de centro. Esperamos, quisiéramos que se peleara menos, que se construyera más y que se avanzara en soluciones reales a los problemas de la gente. Colombia no merece regresar al pasado, dar un paso atrás. Yo creo que aquí volver a lo de antes sería un error y una derrota, no para el petrismo, sino para Colombia.

EL DIARIO: Quedó usted frustrado con lo la decisión del gobernador de Boyacá Carlos Amaya de no aspirar a su Presidencia de la República. ¿Cómo vio ese intento, ese conato, que no se materializó?

JAIME RAÚL SALAMANCA: Pues bueno yo respeté la decisión. Yo estoy muy animado en la idea de que los boyacenses somos y tenemos mucho para darle a Colombia. O sea, si alguien como yo, que usted me conoce desde mis primeros pasos, está acá en esta oficina, ha sido el mejor presidente de la Cámara de los últimos 8 años, sacó adelante importantes e históricas reformas, leyes útiles de todos los partidos. Si yo lo logré, más gente de acá tiene que seguir creciendo y jalonando vainas importantes en el país, en el deporte, en la ciencia, en la cultura, en lo empresarial, en el periodismo, que ustedes han sido incluso bandera, han sido punta de lanza, porque grandes periodistas de este país son boyacenses. En la política, por supuesto. ¿Por qué nos quedamos en ese ‘14 presidentes de Colombia’? vamos por la 15. Hay que ir por la 15; sea Carlos Amaya, sea el que sea, Boyacá tiene que estar, dejar esas peleítas de barrio y pensar en ganar en las grandes ligas. Esas divisioncitas allá pequeñas, que hoy son muy características y hasta mediáticas en el departamento, no nos están dejando ver que aquí en Bogotá si estamos unidos podemos gobernar este país. Creo que estamos hechos para eso.

EL DIARIO: Parece haber un problema de sintonía de esos congresistas, de todos ustedes con el gobierno nacional. La excepción es el poder que usted ha tenido acá en este año, cuando por el solo cargo de presidente de la Cámara generaba que lo escucharan pero lo que siempre ocurre en todos los gobiernos, en todos los periodos presidenciales, es que el alto gobierno y los ministros no escuchan a los congresistas boyacenses. Mire lo que pasa con el tema ese de las tres unidades de Termopaipa, una lucha en la que ustedes han estado unidos. Dice el congresista Pedro José Suárez que trasladar el manejo de esas unidades a Boyacá es muy complicado porque hay unas implicaciones jurídicas y técnicas, cuando Óscar Iván Zuluaga, en el gobierno de Uribe, simplemente firmó un decreto y trasladó esas plantas para Manizales. Lo que parece es que a ustedes en el gobierno nadie los escucha.

JAIME RAÚL SALAMANCA: yo sí creo que el gobierno de Petro es distinto a los gobiernos anteriores y sí nos escucha, pero también creo que los énfasis no nos juegan mucho a favor. los énfasis del gobierno, el querer mirar al litoral, a los litorales, a Orinoquía, a la Amazonía, a esa Colombia profunda y a esa Colombia inmersa en temas de conflicto armado y de falta de presencia del Estado, pues hace que la mayoría del recurso se vaya para allá. Ahí hemos estado con paciencia. Amaya fue presidente de la Federación de Departamentos y le habló mucho al Presidente. Yo no he dejado de hablarle al Presidente lo importante que es que ese Pacto Territorial se concrete. Que nos revuelva las unidades de Termopaipa a los boyacenses; es una empresa que es propiedad de la nación, del Ministerio de Hacienda. He estaba silenciosamente en ese ejercicio pidiendo ayuda para que esto se dé. Vamos a ver, queda un año de gobierno. Antes de ley de garantías debes esto estar aterrizado. Si Petro no le cumple a Boyacá, yo seré el primero en decirlo. La diferencia tal vez y no lo puedo decir de antes, pero lo que si hemos hecho ahora es pedir para Boyacá, es pedir que a Boyacá le lleguen inversiones, no para fortalecernos nosotros como proyecto, sino para que a Boyacá le vaya bien. Eso ha hecho la mayoría, o por lo menos eso hemos hecho los verdes. Eso sí lo tengo clarísimo.

«Si Petro no le cumple a Boyacá, yo seré el primero en decirlo.»
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