El arte de aplaudir el dolor de los demás

Publicidad

En ese espectáculo risible y horrendo que es la política colombiana, es reconfortante el hecho de que toda la imbecilidad mediática (local y nacional), se forme en contra de José Luis Bohórquez, el actual alcalde de la ciudad de Duitama. La conclusión es que debe estar haciendo las cosas bien.

Por | Miyer Pineda.
Docente de ciencias sociales. Líder de la Cátedra Jaime Garzón y del proyecto Mnemósine: la memoria histórica, una pedagogía para la paz; proyecto ganador en el Foro Educativo Nacional 2017 y Proyecto nominado al Premio Compartir al Maestro. Premio Internacional de Poesía en Paralelo Cero 2022

Cuando se alinean tantos personajes caricaturescos que determinan la opinión de las personas que no leen, ni piensan, ni sienten, es decir, que no son autónomas, es porque el impacto de las decisiones a nivel político y cultural, son ejemplares.

Gracias José Luis Bohórquez por poner sobre la mesa otras formas de hacer política.

Publicidad

Dice don Walter Benjamin -pensador perseguido y asesinado por los nazis-, que “todo documento de cultura es un documento de barbarie”, y eso es lo que ha disputado Bohórquez con la decisión de retirar la estatua de César Rincón de un espacio que ya no le hará culto a la tortura de animales indefensos, para la satisfacción de uno pocos. Acostumbrados en este país a verdaderos monumentos de la corrupción como los puentes que se caen, las calles eternamente “re parcheadas”, las EPS, o los elefantes blancos, por sólo mencionar algunos, hay que ver cómo se indignan cuando cuestionan su culto a la barbarie.

Esa estatua de César Rincón debería estar en la casa de César Rincón. ¿Qué el señor se hizo grande torturando animales y que por eso hay que homenajearlo? Quizás Duitama deba recapacitar sobre esas formas insufribles que arrastra tras de sí, y que dicen que componen su identidad cultural. ¿Qué hay abogados leguleyos detrás de la imagen de Bohórquez con el propósito de visibilizarse ante buena parte de una comunidad mediocre, indignada ante el honor, la dignidad y la justicia, con la esperanza de hacer parte de esa clase politiquera en unos meses? Quizás el debate pueda enfocarse en preguntar por las razones por las cuáles nunca se han indignado mientras las anteriores alcaldías se han enriquecido con el presupuesto. ¿Qué hay “periodistas” que aprovechan la ocasión para hacerse autobombo en un mundo carente de crítica? Pues hay decenas de miles de ciudadanas y ciudadanos que no les creen nada porque sabemos que las redes, en una buena medida, no son más que una cloaca.

En cualquier momento pueden sacar a Bohórquez de la Alcaldía, y sin embargo hace cosas; a pesar de que todo ha jugado en su contra, intenta dirigir una ciudad caótica. No deja de haber errores por supuesto, porque la gente está acostumbrada a exigirle al progresismo, nunca a la derecha que por lo general es inculta, banal y sádica. En ese edificio administrativo, está enquistada la corrupción, la mediocridad y la indiferencia, y Bohórquez ha tenido que padecer esa realidad. Sus colaboradores han cedido a ciertas prácticas que, sumadas a la falta de experiencia, hacen quedar mal a quien dirige la orquesta, y esto es aprovechado por los seudomedios y por los enemigos políticos que surgen como hongos cuando se les ha vencido en democracia, obstaculizando su propósito de llegar a robar.

Prohibir una cabalgata, el uso de pólvora, remover una estatua, salir a proteger a la comunidad con policía y ejército, negarse a transar con la clase corrupta de Duitama, quitarle el PAE a los parásitos de turno; proponer debates a una comunidad acostumbrada a agachar la cabeza; hacer parte de una juventud que se cansó de ver cómo se roban la ciudad… Esos son logros de un muchacho que junto con su esposa intentan mover una rueda a pesar de que todo está en su contra. Gobernar es imposible dijo Freud… y más en una ciudad tan goda, moralista, rezandera e indiferente con el dolor de animales y prójimos.

Pero hay gente que no se suma a ese montón; hay gente que en el fondo sabe que estos seudomedios que parasitan en las redes sociales, no pueden determinar el pensamiento autónomo, y reconocen que, aunque ha sido difícil, también ha sido grato ver que tuvieron que utilizar todas las artimañas posibles para intentar frenar los pocos avances que se pueden conseguir si se siguen ética y principios.

Ojalá, Bohórquez, siga fiel a sus valores; en una época en la que todos se venden y en la que se enalteció a la idiotez, es grato saber que un sombrero es símbolo de caminos diferentes, en los que al menos por un rato, la ciudad puede darse el lujo de respirar tanta desidia y tanta vergüenza. Y por favor, envíenle la estatua a Luis Carlos Vélez -o a tanto necesitado de atención mediática: de eso viven-. César Rincón tendrá que comprender que lo que han llamado arte durante años, no era más que la representación de unas élites que hicieron de la tortura una forma señorial de alabarse a sí mismos mientras provocaban dolor en los demás.

Y a Duitama, por favor, por primera vez llega un alcalde incorruptible (eso esperamos, eso le exigimos) … y que encima de todo, ha hecho del escenario cultural un escenario de debate político: Se debe aprovechar la ocasión para resignificar la democracia y la ciudad que queremos. Ha sido tan nefasto para los corruptos la llegada de Bohórquez, que han tenido que sumarse todos a ver si lo tumban, porque la máquina de la corrupción se ha detenido… Y es esto, señoras y señores, lo que tendríamos que estar discutiendo y señalando.

Publicidad

1 COMENTARIO

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.