Brindar mejores condiciones de vida a los pobladores en zona de influencia del relleno sanitario de Pirgua, así como un mejor aprovechamiento de los residuos y el manejo de los lixiviados, son las metas principales del ambicioso proyecto.
Hace más de un año se viene hablando de la reconversión del relleno sanitario de Pirgua en un parque tecnológico, pero hasta ahora son muy pocos los que han logrado entender lo que se pretende con ello.
Quizá de momento los que tengan más claro aquel concepto son los pobladores de la vereda de Pirgua e incluso algunos habitantes del municipio de Oicatá, donde tiene influencia la existencia del mencionado relleno.
Para aquellos ciudadanos no son ajenos los malos olores o las plagas que se generan a causa de la acumulación de residuos. Pero hoy ven con buenos ojos este proyecto de reconversión del relleno.
Hace tan solo unos días los concejales integrantes de la Comisión del Plan de Ordenamiento Territorial, hicieron una visita guiada por la empresa que hoy tiene a cargo el manejo de los residuos en la ciudad, y a consecuencia también el del relleno.
Fueron cerca de tres horas en las que los concejales conocieron de primera mano los procesos mediante los cuales se está llevando a cabo la reconversión del relleno. “Hicimos un balance de la situación anterior, con el manejo de la empresa Servigenerales, y el mejoramiento que ha tenido el control de vectores seguidos para mitigar el impacto ambiental que genera el relleno. Obviamente hay una estrategia de la empresa Urbaser, definida en el tiempo, para mejorar el cerramiento o aislamiento de esta infraestructura que genera un impacto indudablemente en el medio ambiente, en la salubridad, y en la percepción de seguridad y comodidad que tienen los habitantes del sector”, comentó el presidente del Concejo de Tunja, Juan Carlos Borda en diálogo con EL DIARIO.
Lo primero a destacar en el proceso de transformación que se está llevando a cabo en el relleno es el cerramiento que se ha planteado para el mismo, que se hará mediante arborización. “Va a ser una cerca viva”, en palabras del concejal Borda.
También se ha replanteado el sistema de disposición, organizándolo de tal modo que ya no se encuentren los residuos a cielo abierto en todo momento, lo que tiene como consecuencia una mitigación de los vectores y los olores en la zona; situación que hasta hoy es percibida como un gran triunfo por la comunidad de la zona de influencia.
Sin embargo, el aspecto más ambicioso del proyecto es la transformación en parque tecnológico como tal. Comenta el concejal Borda que Urbaser ya tiene experiencia en ese sentido en otras zonas del país. “Lo que notamos es que hay una disposición distinta de abrir el relleno, de ponerlo a disposición de la comunidad académica, de veedores, del resto de la ciudadanía, inclusive a nosotros como concejales, que en otros tiempos teníamos dificultades para poder conocer la operación del relleno. Ahora es de resaltar que hay una política distinta en cuanto al manejo de la información y la supervisión que puede hacerse del manejo del relleno”.
La idea de un parque tecnológico, en el caso de los residuos, es que estos estén a disposición de la ciudadanía para poder ser analizados, para involucrar a la comunidad académica en el hallazgo de mejores métodos para el manejo de desperdicios o el tratamiento de lixiviados.
No todo es olor a rosa
El concejal Borda ha sido sensato a la hora de reconocer el trabajo hecho por Urbaser para mejorar el trabajo de disposición y tratamiento de los residuos, sin embargo, hay algo que le inquieta y que asegura ha de generar la misma sensación en el resto de la ciudadanía, o por lo menos en quienes manejan las riendas de lo público: la permanencia de la empresa Urbaser.
La permanencia entendida en términos de que la empresa ha declarado su accionar como indefinido en el tiempo, situación por la cual existe una dicotomía en términos jurídicos con la Administración Municipal.
No se trata de un asunto menor, pues establecer los tiempos de permanencia y concesión para el manejo de las basuras es determinante para la ciudadanía. Lo es en cuanto a refiere al responsable de dicho manejo, y lo es términos tarifarios. Por eso la Administración Municipal y la empresa Urbaser han de sentarse a dialogar, definir unos términos que satisfagan a ambas partes, y dar claridad sobre la prestación de este servicio que tanto importa a los tunjanos.
Algo huele mal en Tunja
El tema del reciclaje parece ser una preocupación creciente entre los tunjanos, pues hoy no hay mucha claridad sobre ese manejo ni sobre quienes están legalmente constituidos y autorizados para ejercer esa labor en Tunja.
Hoy hay dos cooperativas reconocidas que son ReciTunja y ReciBoy, pero paralelo a estas hay un puñado más, que han surgido de manera espontánea, ante las necesidades planteadas por la falta de oportunidades, y ante la fragilidad de un sistema que poca vigilancia ejerce sobre ello; que operan de forma independiente, causando traumatismos entre algunos usuarios, y prestándose para ser focos de conflicto entre ellas mismas.