Aprobada la consulta antidemocracia

Foto: Archivo
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Por: Daniel Triviño

La plenaria del Senado para dar aval a la Consulta Anticorrupción resultó ser una más entre las tantas bochornosas jornadas en el Capitolio Nacional. Se decidió aplazar la votación para el 5 de junio, bajo el argumento de que votarla ahora “tiene fines electoreros”.

Que quienes promueven esta iniciativa pretenden sacar réditos en las presidenciales, argumentó la senadora Paloma Valencia, y puede tener razón, quizás sí.

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Pero quienes realmente demostraron esos “fines electoreros” fueron quienes usaron la sesión destinada a avalar o negar la realización de la Consulta Anticorrupción para promover a su candidato.

Que Claudia López haya agarrado la bandera de la consulta anticorrupción, no implica que el elector se decante por Sergio Fajardo en las próximas elecciones. De hecho, durante sus intervenciones, la fórmula a la vicepresidencia de la Coalición Colombia, se dedicó a hablar de la necesidad de la consulta, pero jamás la utilizó como método de campaña

Muy diferente a las intervenciones de la senadora Valencia, que destacó el compromiso de Iván Duque en la lucha contra la corrupción, y las diferentes virtudes y propuestas del candidato del Centro Democrático. La senadora Valencia confundió el objetivo de la sesión desarrollada la tarde del martes en el Senado de la República.

Y todo finalizó con un acuerdo para que se vote después de las elecciones del 27 de mayo. Como si todo se definiera ese día, ¿y si hay segunda vuelta? ¿no habrá intereses electorales de quienes promueven esta iniciativa?

Pero la cuota de vergüenza a otra jornada de burla a la democracia, no estuvo a cargo únicamente del Centro Democrático. Antes de llegar a la vulgar decisión del aplazamiento, hubo que definir los impedimentos por parte de 22 senadores, que de entrada está anunciado votarán negativo el próximo 5 de junio.

La mayoría justificaron su impedimento argumentando que “la denominada Consulta Anticorrupción les genera conflicto de interés para el desarrollo de su actividad como congresistas”. Los puntos de la Consulta Anticorrupción que más generan “conflictos de interés” para los senadores que buscaron aprobación de impedimento fueron el 1 (Reducir el salario de los congresistas y altos funcionarios del Estado), 5 (Congresistas deben rendir cuentas de su asistencia, votación y gestión) y 7 (No más atornillados en el poder: Máximo 3 periodos en corporaciones públicas).

“Mi hermano ha sido electo como congresista para el próximo periodo legislativo, por lo que me siento impedido para tomar tal decisión”, “limitar los periodos en cargos públicos impide hacer carrera para puestos en los que se necesita la experiencia”; fueron algunos de los sustentos de quienes trataron de hacer el quite a la consulta. Y entre ellos estuvieron los mismos con las mismas de siempre, esos que han sido uribistas, santistas, desde hace un par de semanas vargaslleristas; esos que a conveniencia se mueven hacia donde mejor den los rayos del sol.

Pero a pesar de tanto ridículo y tanto bochorno, hubo aspectos, que al parecer resultaron positivos: el acuerdo y compromiso de votar positivo el próximo 5 de junio por parte de las bancadas del Centro Democrático, MIRA y del Partido Liberal. Falta ver si eso se cumple.

Pedraza le puso la cereza al pastel

El senador boyacense Jorge Hernando Pedraza apeló a la reconocida frase, “lo mejor se deja para el final”. Por eso realizó una intervención al cierre del debate. Y no pudo ser más desafortunada.

El senador Pedraza sostuvo que no se sentía cómodo decidiendo sobre lo que será el futuro congreso, sobre los salarios, funciones y limitaciones, puesto que él ni siquiera había hecho campaña para estar ahí. Pero vale aclararle al Senador que él no está decidiendo nada de eso, que no se crea. A él lo único que se le pide es que autorice al pueblo  para que sea este quien decida sobre estos aspectos. Lo piden más de cuatro millones de colombianos, que es una cifra mucho más alta que las votaciones conseguidas por el senador Pedraza en toda su trayectoria política.

Pedraza se mostró molesto, iracundo con todos aquellos que cuestionaron la honor y prestigio del Congreso de la República. Según dijo, las encuestas siempre dejan mal parado al Congreso, pero eso se desmiente con muestras como los más de 18 millones de colombianos que participaron en las pasadas elecciones legislativas. Al senador habrá que recordarle que quizás la mitad o más, de esos 18 millones, son producto de las maquinarias, esas que tan bien conoce pero que le han fallado en los últimos tiempos a su amado Partido Conservador aquí en la tierrita.

Sabrá también que otro alto porcentaje de esa alta cuota de votantes, participa apegado a una ilusión de que esto cambie, legando la tarea al candidato que menos desconfianza le produce. Y otro reducido porcentaje traga entero, y termina cediendo ante los engaños y manipulaciones de los mismos de siempre. Pero el prestigio del Congreso no está en discusión, este está por el suelo desde tiempos inmemoriales.

A pesar de no haber buscado una aprobación de impedimento, el senador Pedraza se mostró en desacuerdo con el punto 7 de la consulta, el que busca la no eternización en los cargos públicos. Su argumento es que hay quienes tienen experiencia en los cargos públicos, y hay quienes no; y ese punto obligaría a una renovación completa del Congreso cada dos periodos legislativos, lo que le parece un absurdo ya que hay quienes “hacen carrera y destacan por su experiencia”.

Pero mucha experiencia no garantiza efectividad y buena gestión, o sino que se lo recuerden los boyacenses que hoy se preguntan por sus “incansables luchas” por sacar adelante la celebración del Bicentenario.

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