Por: Carlos Molina
Durante sus dos periodos como presidente de la República, el ahora senador Álvaro Uribe fue catalogado como ‘el gran colombiano’ porque supuestamente acabó con la guerra en el país, pero, a base de armas y sangre propició todavía más la violencia, claro que algunos se dieron por bien servidos porque según ellos sin tropas de las FARC en el vías pudieron ir a sus fincas con total tranquilidad, claro se está hablando de los acaudalados que tienen grandes terrenos en Córdoba y Antioquía, pero ¿Y los pobres?
A las personas de menos recursos el gobierno Uribe les dio duro, por ejemplo, temas como el quite de las horas extras, agroingreso seguro (solo benefició a los más ricos) o la Ley 607 de 2000 donde prácticamente se privatiza la asistencia técnica del sector agropecuario afectando duramente al campo; por estas y muchas cosas más, Uribe no merece ser llamado ‘el gran colombiano’.
En cambio, este sobrenombre si lo debería llevar un joven campesino, luchador y entregado a su tierra, esta opinión se refiere a Nairo Quintana, el ciclista boyacense que lo entrega todo en cualquier competición del ciclismo mundial y que deja el nombre de Boyacá y el país por todo lo alto. A diferencia de Uribe, Nairo genera amor y emociones y no odios y resentimientos.
Entonces quien merece de verdad el título de ‘el gran colombiano’, un hombre que generó tanta violencia en el país, cometió un sin número de casos de corrupción y se empeña en que no haya paz en Colombia o un deportista humilde que hace que se escuche las notas del himno nacional en Europa y es un ejemplo para la futuras generaciones; yo ya juzgué, ahora juzguen ustedes.