Los Inocentes, de la matanza de los niños por parte de Herodes a las bromas y las noticias falsas

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El Día de los Santos Inocentes, que hoy se celebra, tiene su origen en un hecho enmarcado dentro del cristianismo en el que el Rey Herodes ordenó el asesinato de todos los niños menores a dos años nacidos en Belén con el fin de que dentro de la matanza, muriera el Mesías.

Mientras muchos hoy se declaran en alerta ante la posibilidad de bromas y chanzas, muchas veces pesadas; otros están pendientes de los medios de comunicación que publican especiales con noticias falsas, con equivocaciones de periodistas o de personajes públicos.

Así se celebra en España y en América Latina el Día de los Santos Inocentes, que tiene su origen en la matanza de niños, ordenada por el Rey Herodes con el objetivo de acabar con el recién nacido Jesús.

Según el Evangelio de Mateo, hace más de 2.000 años Herodes I se enteró de que tres hombres llamados Reyes Magos llegarían a Jerusalén para recibir la llegada del Mesías y el mandatario no encontró otra solución sino ordenar la matanza de los menores en Belén para evitar que este ‘Mesías’ prosperara.

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Sin embargo, los Reyes Magos llegaron primero y encontraron ‘al niño Dios’, como se le conoce en Colombia, junto a la Virgen María y San José. Adicional, le ocultaron al Rey Herodes l la ubicación del pequeño engañándolo para proteger al ‘Mesías’.

Así las cosas, en su búsqueda Herodes causó el asesinato de varios niños y tiempo después la Iglesia católica decidió honrar a los infantes muertos como ‘los primeros mártires de Jesús’ que fueron luego catalogados como ‘Santos Inocentes’.

Pero ¿cómo una conmemoración tan triste se convirtió en un día tan alegre? Hay varias teorías.

Diferentes orígenes

Según BBC News Mundo una versión de la historia asegura que Herodes les preguntó a los ‘magos venidos de Oriente’ dónde estaba el niño que sería el futuro rey, pero los Tres Reyes Magos aparentemente engañaron al monarca llevándolo por caminos errados.

Otra teoría sobre la alegre celebración se remonta a un nieto de Herodes: Herodes Agripa II, rey de Calcis.

Este regente -que es recordado por su vida de excesos- decidió celebrar su trigésimo aniversario honrando a su abuelo (y la matanza de niños) con una semana de festividades.

Otros académicos ubican el origen de este giro bromista no en la Jerusalén de los tiempos bíblicos sino en la Europa medieval, donde el último mes del año y el primero del año siguiente estaban marcados por el invierno boreal y una menor actividad en el campo, donde trabajaba la mayoría de la población.

«El pueblo, ocioso, se entregaba entonces a una risa festiva, alegre y sardónica que equiparaba a actores y observadores, a quienes se hacía partícipes de la chanza para alivio de las penalidades diarias, acontecidas en un contexto de férrea disciplina social», escribió el historiador español Mario González-Linares.

Entonces, entre diciembre y enero, tenían lugar un conjunto de festividades -como la fiesta de los locos o la fiesta del asno- donde la broma jugaba un rol fundamental: permitía a la gente burlarse de las convenciones sociales más arraigadas.

Quizás la más extrema de estas fiestas era la de los locos, que llegó a ser prohibida oficialmente por la Iglesia en el Concicio de Basilea de 1435.

Además de la chanza, la broma y la burla, la fiesta de los locos es vinculada por académicos como Ramón García Pradas, de la Universidad de Castilla-La Mancha, al surgimiento de un tipo de teatro en la Edad Media que jugaba con la parodia y la sátira para criticar la situación social y política de la época.

Muchos de esos países europeos en cuyas iglesias y calles se celebraban las fiestas de diciembre y enero hoy realizan sus inocentadas el 1 de abril y no el 28 de diciembre.

*Investigación de BBC News Mundo.

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