La empresa se declaró en una ‘grave situación humanitaria’ y denunció que los bloqueos que se presentan desde el pasado viernes 29 de octubre no permiten el ingreso de su personal al campamento y a la mina Coscuez. Los mineros tradicionales reclaman que el Gobierno propicie espacios de diálogo y que las multinacionales no les quiten el derecho a trabajar y a llevar el sustento de sus familias.
La multinacional FURA Gems Coscuez denunció que los bloqueos generalizados a las minas que ellos explotan en el área de Coscuez, en San Pablo de Borbur completan hoy cuatro días, dejando una gran afectación a empleados y contratistas de la empresa.
FURA Gems Coscuez se declaró en una grave situación humanitaria. Según la empresa, las acciones de los manifestantes de no permitir el ingreso de su personal al campamento y a la mina Coscuez, ha dejado sin suministro de agua y alimentos a los empleados que permanecen en las instalaciones de la empresa.
Así mismo, colaboradores de FURA Gems, que se encuentran en condiciones críticas de salud, no han podido recibir atención en la mina porque no permitan el ingreso del personal médico. “Algunos de los trabajadores tienen requerimientos médicos y los manifestantes no han permitido su salida o el ingreso de médicos y auxiliares para atender al personal de seguridad agredido en los ataques”.
Con la intervención del Esmad, el domingo en la tarde, se logró el ingreso de alimentos, pero no se permite la movilización y el libre tránsito de los empleados de la compañía que, en su gran mayoría, son oriundos de San Pablo de Borbur, Otanche y toda la zona de Coscuez.
Las afectaciones por los ataques a las instalaciones y la parálisis del trabajo en la mina Coscuez, genera pérdidas millonarias en detrimento de los habitantes del occidente de Boyacá.
Directivos de FURA Gems dijeron que la compañía está cumpliendo con la ley y lo ordenado por la Agencia Nacional Minera (ANM), de acuerdo con las obligaciones derivadas de los títulos mineros concesionados por el Gobierno Nacional a nombre de FURA Gems Coscuez.
Mientras tanto, voceros de los pequeños mineros dijeron que hacen responsable al Gobierno Nacional por su inoperancia y por no propiciar el diálogo con las comunidades, que están inconformes por la manera como las multinacionales están dejando sin trabajo a los más pobres.
“Maldito el policía, maldito el soldado y maldito el Gobierno que empuñan las armas contra su pueblo y no le da soluciones”, gritó uno de los manifestantes al referirse a lo ocurrido el domingo cuando hubo presencia de la fuerza pública en el lugar.
Otro líder de la comunidad señaló que Aquí los pequeños mineros siempre han hecho parte de la cadena productiva de la esmeralda y que el Gobierno y las grandes multinacionales están desconociendo un oficio tradicional con el que miles de pequeños mineros llevan el pan diario a sus familias.
Una dirigente cívica de San Pablo de Borbur señaló que las multinacionales están llegando a quedarse con la riqueza de la región, marginando a los mineros tradicionales. La misma vocera amenazó que se está fraguando un gran paro en todo el Occidente de Boyacá en contra de las decisiones que tomar el Gobierno nacional.
