Por | Edilberto Rodríguez Araújo- Profesor investigador, integrante del grupo OIKOS de la UPTC / @zaperongo
La economía colombiana sigue dando bandazos. Según el índice de Seguimiento a la Economía (ISE) del DANE, durante el periodo enero-febrero de 2021, se contrajo en -3,89 por ciento, lo que contrasta con el desempeño de igual periodo en 2020, antes del canto del “cisne negro” de la pandemia, cuando este guarismo fue de 4,0 por ciento. El sector más afectado fue el primario, seguido por el secundario.
Ahora bien, la persistencia del estancamiento económico ha impedido remontar la pérdida de más de 1,3 millones de puestos de trabajo en el primer bimestre de 2021, que han llevado a que los colombianos cesantes estén engrosando la denominada población económicamente inactiva, confinada a los hogares y a una precaria jubilación.
De otra parte, la tercera reforma tributaria durante este gobierno, sólo acarreará una infame pauperización de los pobres de solemnidad y un empobrecimiento de una desencantada clase media urbana, que deberá renunciar a sus intenciones de ascendente movilidad social. Lo anterior bajo una eufemística hojarasca retórica que invoca mayor gasto social, pero, que, en realidad destinará los recaudos esperados de más de 7 billones de pesos anuales, para enjugar la abultada deuda externa y así complacer a las impertérritas agencias calificadoras de riesgos crediticios, más que a quienes tendrán que declarar y tributar por la ampliación de la base gravable.
La trayectoria seguida por los principales indicadores laborales en Tunja, no difiere mucho de la observada para Boyacá. La capital boyacense, que aportó en 2018 el 14,3 por ciento del valor agregado de la economía departamental y el 14,8% de la población el año pasado, representa una proporción ligeramente superior del empleo: 17,2 por ciento.
Durante el año más letal de la pandemia, el empleo se desplomó en las tres escalas, comprimiéndose en más del 15 por ciento. En el caso de Tunja, cuyo empleo se concentra en los trabajadores particulares y trabajadores por cuenta propia (78 por ciento), predominantemente en el sector terciario o de servicios, el desempleo copó una quinta parte de su fuerza laboral.
Evolución de los indicadores laborales de Colombia, Boyacá y Tunja
Simultáneamente, sobre las mujeres trabajadoras y empleadas de Tunja, cuyo predominio en la estructura poblacional departamental y municipal es indiscutible, la pérdida de empleo gravitó con mayor intensidad.
Evolución de los indicadores laborales según sexo en Tunja
Como si fuera poco, las franjas por edades más azotadas por el desplome laboral son las comprendidas entre 10 a 24 años y lo que superan los 55 años, particularmente las mujeres, que se encuentran en una evidente desigualdad en el mercado laboral.
El segmento de los jóvenes es el que carga el lastre del deterioro del empleo en Tunja, comoquiera que la generación de empleo se redujo dramáticamente, y a mayor velocidad las personas que tuvieron que abandonar sus ocupaciones con una variación de más de diez puntos, incidiendo de manera más severa en las mujeres jóvenes, en las que más de una tercera parte están cesantes.
Evolución de los indicadores de los jóvenes entre 14 a 28 años en Tunja
Por último, se observa que con el inicio de 2021 las tendencias no registraron variaciones sustanciales, pues, a pesar de una leve mejoría en el empleo, el desempleo se mantuvo en un nivel inalterable: una quinta parte del contingente laboral carece de empleo.
Evolución de los indicadores laborales de Colombia y Tunja-periodo móvil diciembre/febrero de cada año
Colofón: ¿Tiene la Alcaldía de Tunja alguna estrategia explícita de reactivación del empleo?
Buen análisis de la situación laboral en Tunja y Boyacá.
El margen de maniobra del alcalde Funeme es precario.
Seguramente sacara lo suyo a duras penas y estará pensando en entregar rapidito el encargo.
Las preguntas de fondo serían:
¿Hará algo el alcalde entrante?
¿Quien se le mide al plan de rescate económico y social?
¿Cómo se irá a financiar?
Justo decir que ya se escucha graznar o cantar el cisne negro.