Luego de varios meses de controversias y malestar por parte de los comerciantes de Tunja, específicamente por el rigor con el que se está aplicando el Código Nacional de Policía y Convivencia, por los horarios establecidos para el expendio de licor, y por la llegada masiva de almacenes de grandes superficies; han encontrado en la Copa del Mundo Rusia 2018 un alivio para su actividad económica.
Los tunjanos han acudido a los comercios a ver los partidos y a consumir los diversos productos ofrecidos por los comerciantes de la capital boyacense. Pero a pesar de que el Mundial ha caído como un bálsamo para el comercio tunjano, la negación del permiso para extender el horario de venta de licor durante los partidos del mundial, es una de las principales quejas.