Por: Carlos Molina
Boyacá, como los demás territorios del país, está dividido por estratos y partidos políticos, aunque para este último, día a día va ganando terreno el voto de opinión; sin embargo, ad portas del inicio oficial de las campañas para las elecciones de 2018, ya se empiezan a ver ‘escuderos’ que mediante las redes sociales, o, a ‘voz populi’, defienden a capa y espada su partido político.
Esta breve opinión va dirigida a un festival de colores o popularmente llamado ‘Color Fest’, iniciativa enfocada en una explosión de colores enmarcada en una carrera atlética, que de una manera literal se va a vivir en la época electoral en el departamento; verdes, rojos, amarillos, azules, naranjas, y demás, participarán de esta fiesta.
Todos los sectores políticos piden lugar en este ‘Color Fest’, pero, deben hacerlo de una manera pacífica, sin agredir a nadie, solo mostrando sus ideales y convicciones, como se hace en el panorama real de esta propuesta.
Así que en el desarrollo de estas candentes elecciones, que no se lancen ‘dardos envenenados’ o pullas, mejor que se arrojen tomates como en el ‘gran tomatina’ de Sutamarchán.
¡Que viva el ‘Color Fest’ de la política boyacense, pero en paz!