Jairo Alberto Páez, el mejor candidato para Contralor de Boyacá, pero sin respaldo político

Jairo Páez es ingeniero industrial, tiene dos maestrías y dos especializaciones y es considerado uno de los grandes expertos en el control fiscal en el país.
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Es ingeniero industrial, tiene dos maestrías y dos especializaciones y es considerado uno de los grandes expertos en el control fiscal en el país. Ha sido finalista en los concursos de méritos para contralor de varios departamentos y ciudades colombianos, pero su gran aspiración es ser contralor de Boyacá, la región en donde nacieron sus padres. Hoy habrá entrevistas en la Asamblea de Boyacá con los integrantes de la terna de la que se elegirá contralor y la decisión final de quién será el encargado del control fiscal se tomará el próximo domingo.

Este fin de semana la Asamblea de Boyacá tomará una de las decisiones más trascendentales que le corresponde dentro del ordenamiento legal: la elección de Contralor general del departamento, el encargado del control fiscal y de vigilar la buena ejecución de los recursos públicos.

El proceso, que se ha realizado durante los últimos meses y que desde hoy entra en la recta final contempla que desde las 2 de la tarde se realizarán las entrevistas a los tres finalistas por el cargo: Fausto Andrés Castelblanco Torres, Jairo Alberto Páez Domínguez y Carlos Andrés Aranda Camacho.

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Uno de ellos será el sucesor de Juan Pablo Camargo, quien ha estado como contralor durante los últimos cuatro años, que terminan el próximo 31 de diciembre.

La elección del nuevo responsable del control fiscal en Boyacá se realizará el domingo 30 de diciembre, cuando termine el trabajo de la Asamblea de la actual vigencia.

Y en la terna para la elección de contralor está uno de los mayores expertos en temas de control fiscal en Colombia, Jairo Alberto Páez Domínguez, ingeniero industrial, con maestría en planificación estratégica, MBA en administración y especializaciones, en gestión de la calidad de producto y servicio y en gobierno y control.

Páez ha sido docente universitario, en la Universidad Central, la Universidad Antonio Nariño, la Javeriana y docente asistente de la Escuela Superior de Administración Pública, Esap. Es bogotano, pero sus padres nacieron en Sutamarchán.

Es autor de dos libros, el primero sobre ‘Planificación estratégica de la Vigilancia y el Control Fiscal en Bogotá’; y, el segundo, sobre ‘Control de Gestión.

Estudio su carrera de noche; estuvo vinculado al sector privado y comenzó su vida pública hace más de 30 años en el antiguo Inderena Regional Cundinamarca, en donde fue jefe de personal.

El periódico EL DIARIO conversó con el ingeniero Jairo Alberto Páez sobre su experiencia con el tema del control fiscal y el panorama que tiene de lo que se debe hacer en Boyacá en el caso de que llegara a ser electo como Contralor General del Departamento.

EL DIARIO: ¿Cómo es su experiencia con el tema del control fiscal?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Durante mi experiencia en el Inderena pude conocer el trabajo que hacían en control fiscal; veía los problemas que tenía esa vigilancia frente a lo que es el tema de prevención, del control previo y perceptivo; es decir, veía cómo era el manejo que lo hacían ahí los auditores. No me gustaba, pero se me dio la oportunidad de entrar a la Revisoría Fiscal del Acueducto de Bogotá. Allí duré tres años. En la Revisoría Fiscal del Acueducto me tocó, por suerte, auditar la parte administrativa en la parte de casinos y transporte, pero al final me enviaron a auditar el tema de la construcción de la represa de San Rafael. Fue un éxito porque esa es una gran obra de ingeniería en donde hubo un buen manejo de los recursos públicos y que incuso se entregó antes de tiempo. No lo hice solo, lo hicimos con un equipo de la profesional. Al terminar las revisorías fiscales de Acueducto, Energía y Teléfonos, con esos recursos el distrito fortaleció la Contraloría de Bogotá. Entonces hicieron un concurso, un concurso en la Nacional al cual yo me presenté y tuve la fortuna de pasar.

EL DIARIO: ¿hace cuántos años fue eso y que ocurrió después en su carrera profesional?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Eso fue en 1994, hace 31 años, más los tres que duré en el Acueducto. Entonces, mi vida de control fiscal ha sido 34 años de experiencia. Ahora, en la Contraloría de Bogotá he tenido, con todas las administraciones, encargos, encargos de directivo, encargos de asesor. Me falta ser contralor y contralor auxiliar y no los he tenido por falta de ayudas políticas. De las cosas importantes que he hecho aquí es que me gané un concurso para representar a la Contraloría en Olacef (Organización Latinoamericana y del Caribe de Entidades Fiscalizadoras Superiores) en el 2001 para un modelo de control de gestión, me enviaron a Cuba junto con un tema que era institucional que era un manual de fiscalización de Bogotá. La Contraloría de Bogotá participó con ese programa, que mostró lo que hicimos en la Empresa de Energía y la creación de un modelo de control de gestión. Afortunadamente para nosotros el primer puesto fue para mi obra el modelo que habíamos realizado en Bogotá logró el cuarto lugar, por lo que me hicieron un reconocimiento internacional sobre el tema de control de gestión. Otra cosa que me llena de satisfacción dentro de mi vida laboral es que yo fui el coordinador de la implementación del sistema de gestión de la calidad de aquí de la Contraloría. La Contraloría de Bogotá fue la primera entidad pública del país en tener todo su sistema de gestión certificado y yo fui el coordinador. Entonces eso me llena de satisfacción y en todas las administraciones he participado cuando han dejado en temas que son de estudio. También participé en un grupo de estudio de control de gestión y de resultados y construimos una propuesta para auditar las empresas de servicios públicos domiciliarios.

EL DIARIO: ¿Qué hace Usted actualmente? ¿en dónde está?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: He tenido experiencias en todas las direcciones de la Contraloría de Bogotá; tengo actualmente el máximo cargo par5a profesionales en la Contraloría Distrital, profesional 07, especializado, pero en todas las administraciones me han dado mínimo tres meses de encargo como jefe auditor, como gerente, asesor; fui el primer director en una dependencia que se llamaba Control Urbano. Yo la diseñé. Lo he hecho bien, gracias a Dios y le he podido servir a la institución y a Bogotá.

EL DIARIO: ¿A cuántas convocatorias para elección de contralor se ha presentado y cómo le ha ido?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Me he presentado desde cuando la ley abrió las puertas para que profesionales en líneas diferentes a derecho y contabilidad se pudieran o nos pudiéramos presentar. Para contralor general de la República se cambió en el 2018. Desde ese año dieron la oportunidad de que cualquier profesión, diferente abogado y contador, pudiera participar. Entonces, tan pronto vi esa oportunidad me presenté y doy gracias a Dios me ha ido bien. Quedé como candidato habilitado para contralor general. Presenté mi propuesta en la época en que quedó el doctor Felipe Córdoba. Ya para las contralorías territoriales se abrió el espacio hace muy poco, desde el 2020. Me presenté en algunas oportunidades pero el espacio se volvió a cerrar porque la Constitución menciona que solo mnpuweden ser contralores quienes tengan título universitario en ciencias sociales, económicas y de derecho, pero me presenté como candidato a la Auditoría General de la República y le solicité a la Corte Suprema de Justicia que, como la Constitución dice que se trata de tener títulos universitario en esas ciencias me deberían tener en cuenta mis estudios pues soy ingeniero pero tengo una maestría en administración y maestría en ciencias económicas y sociales. Con base en esa petición la Corte Suprema me dejó participar para el concurso de Auditor General de la República, que finalmente ganó la doctora Anayme Barón. Para contralor de Bogotá me presenté en el 2018. Me presenté nuevamente para la Contraloría de Bogotá y estuve entre los finalistas; también me presenté para la Contraloría de Ibagué, para la de Barranquilla, Santa Marta, Cundinamarca, Córdoba, Tolima, Soacha y ahora Boyacá, en donde estoy en la terna finalista. Me he estado preparando siempre pero para estos concursos no he tenido que estudiar poque conozco muy bien el control fiscal; que es lo que he hecho con lujo de detalles durante más de 30 años con grandes reconocimientos. Estoy terminando mi vida laboral y mi sueño es ser Contralor de Boyacá que, además, es la tierra de mis padres.

EL DIARIO: ¿Por qué Boyacá?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Mi sueño, mi meta en la vida, que me puse hace seis años cuando me dieron la oportunidad de ingresar como ingeniero a participar en estos concursos es que yo tengo que ser controlador de alguna parte, pero fundamentalmente mi propósito es en el departamento de Boyacá, ¿por qué? porque mi sangre viene de allá, mis ancestros son todos de allá, porque sé que es un departamento muy rico, muy sano. Creo que es el departamento que tiene el mayor número de municipios, 123, de los cuales la Contraloría General de Boyacá audita 122. Con muchas limitaciones, esa Contraloría tiene 80 funcionarios, los recursos son muy limitados, pero el departamento es muy rico y el plan de desarrollo con que cuentan es bueno. Siempre he pensado que el ejercicio del control fiscal es realmente vigilar la gestión de unos escasos recursos, porque nunca todos los recursos que les dan al Estado van a ser suficientes; pero son menos suficientes si no se cuidan. Y si no se cuidan como debe ser y no es simplemente con el ejercicio de la auditoría. Hacer simple auditoría no es, es hacer control de gestión, que eso está determinado desde en la Constitución y no lo hemos hecho: control de gestión, control de resultados, porque la auditoría solo sirve para un sistema de control que es el financiero; el financiero es el único que habla de auditorías pero desafortunadamente nuestras contralorías en cabeza de la General han pensado simplemente en el chuleo, en la auditoría, en que cumplió o no cumplió, en que se certificaron que las que las pérdidas se registraron bien. Eso es lo que han hecho las contralorías. Entonces, la filosofía de la Constitución en el tema de control fiscal al cambiar a posteriori selectivo era fundamentalmente el que se cambiara ese control numérico legal al control de gestión y resultados. Y le da la herramienta del 403, pensó cambiarlo y lo revivieron, porque los sistemas siguen vivos. Lo que pasa es que no hemos sido capaces los que conocemos el tema de vender la idea a los directivos para que lo hagan como debe ser y nos dedicamos al facilismo, a la superficialidad y a la inmediatez. Eso es mediocridad y el control fiscal no está hecho solo para hacer auditorías y fenecer cuentas. Está hecho para que los recursos sean bien invertidos, para que sean manejados conforme a los principios de la eficiencia, la eficacia. La eficiencia es maximizar resultados con mínimos costos; la eficacia es que todo lo que se proponga hacer, primero que mire que lo que se propone hacer lo puede hacer y después que si lo logró meter como un objetivo, pues que lo cumpla; esa es la eficacia. La equidad es saber para quién está trabajando la entidad, quiénes son los receptores de su misionalidad, que sean los que realmente necesitan, eso es la equidad, saber quiénes son los receptores de sus bienes y servicios, y la economía es decir que en igualdad de condiciones se compre al mínimo costo, en calidad, eso es la economía en términos de gestión, eso es lo que hay que medir, eso es lo que hay que hacer Y por supuesto, con ese nuevo principio que es el desarrollo sostenible, es que nosotros los viejos aseguremos que nuestras próximas generaciones por lo menos puedan contar con lo mismo que tuvimos nosotros. Esa es la función de un buen control, una vigilancia y control fiscal. No es hacer simple auditoría. No es decir, mire, usted perdió y lo registró bien. Eso no es. Y tampoco es rezar. Es decir, el control fiscal no está hecho para que tenga la Contraloría que buscar quiénes fueron los que robaron y resarcir el daño, no. El control fiscal está hecho para evitar que roben. Ya después del ojo afuera, pues ustedes saben qué pasa con los procesos de responsabilidad fiscal.

EL DIARIO: Conoce muy bien el tema del control fiscal, pero ¿la parte política? ¿Cómo logrará que los diputados lo escuchen y que voten por usted?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Conozco el tema y conozco lo que hay que hacer en Boyacá.

Además del departamento y los municipios. Por todo son con cerca de 250 sujetos de control. Y yo hacía la relación. En la Contraloría de Bogotá son noventa y ocho sujetos de control con mil funcionarios de carrera. Con un territorio, una extensión que es por lo menos el diez por ciento de lo que es Boyacá. Y en Boyacá tenemos ochenta funcionarios para hace r mucho más. Entonces, ¿qué toca hacer? Pues ser recursivos. Planear bien el control fiscal. Hacerlo de tal manera que no se quede nada por mirar, pero que lo que se mire, se mire bien.

EL DIARIO: ¿Qué ha escuchado sobre el proceso en la Asamblea?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Desde antes de presentarme, he escuchado muchas cosas; incluso me han enviado correos en los que me advierten que han decisiones tomadas. Hay una persona que decía, el contralor es tal, antes de, el contralor es fulano de tal. Pónganle cuidado, preséntese y pónganle cuidado a quién va a quedar. Así nos mandaban unos correos. Personas que son estudiosas que les ha pasado probablemente lo mismo.

Entonces, pues yo sé que es algo que no debe ser, pero que es la realidad. Pero obviamente confía en su saber y entender. La asamblea tomará la mejor decisión. Claro, yo confío en que de todas maneras, pues que la política tiene una gran parte de ética y de principios. La política tiene que ser virtuosa, porque si no se convierte en politiquería y eso es lo peor que puede pasar en las democracias. Pues eso está en nuestra idiosincrasia, pero de alguna manera, si uno puede poner un granito de arena para que eso cambie, sí, pues desde donde esté lo debe hacer.

EL DIARIO: ¿Y entonces?

JAIRO ALBERTO PÁEZ: Me gustaría ser el contralor de Boyacá. Claro, es decir, de todas las metas, la meta es ser contralor, pero el objetivo principal es ser de Boyacá, porque de allá mi sangre. Lo más satisfactorio de ser contralor es que pueda contribuir a que la calidad de vida de los ciudadanos mejore, la jurisdicción es donde está, que la calidad aumente, la calidad de vida de los ciudadanos o de las personas que habitan.

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