En una entrevista con la revista Semana Mikhail Krasnov, alcalde electo de Tunja, dijo que no está glorificando la pobreza, pero que tampoco le interesa tener plata porque con que posee ha podido vivir. Asegura que fue muy barata su campaña política y que por eso no necesitará hacer maniobras corruptas.
“No tengo plata, pero no tengo deudas económicas ni burocráticas con nadie”, dijo este medio día el alcalde electo de Tunja Mikhail Krasnov a la revista Semana.
Krasnov le contó a Semana que su campaña política por la Alcaldía de Tunja fue muy económica, pues muchas personas hicieron sus aportes con trabajo, con gasolina para el carro, otra sirvió de chofer, pero que no tuvo a ninguna persona en nómina.
“Todo lo que invertí en esta campaña lo recupero con dos sueldos” y aseguró que no tiene deudas económicas, ni políticas, ni burocráticos y que por eso no tendrá que llegar a hacer maniobras corruptas.
También contó que vive en el barrio La Fuente, en una casa de estrato dos, que no tiene ni moto ni carro, pero advirtió que no está glorificando la pobreza sino que simplemente lo cuenta porque le preguntaron pero que sin tener recursos ha podido estar bien.
Contó Krasnov que durante la campaña, en la época en que recolectaba firmas, algunas veces no tuvo para el almuerzo y que, alguna vez, fue a pagar el recibo de la energía, que había llegado por 23.000 pesos y cuando fue a pagar se dio cuenta de que solamente tenía $22.000.
Aseguró que los problemas de Tunja son de toda las personas, ricas y pobres, como por ejemplo la inseguridad, pero que cada uno la siente diferente. “No es lo mismo tener las calles destruidas y coger un hueco con un carro pequeño que hacerlo con una Toyota”.
Sobre sus relaciones con el gobernador electo, Carlos Andrés Amaya; y el presidente Gustavo Petro, dijo Krasnov que hubo algunas diferencias durante la campaña, pero que eso ya pasó.
“Ahora yo soy alcalde, Carlos Amaya es el gobernador Gustavo Petro es el presidente. “No podemos seguir en las diferencias sino trabajar por el futuro, yo para los tunjanos, Amaya para los boyacenses y Petro para los colombianos”.
También dijo que conoció a Carlos Amaya hace unos 15 años, en la época del movimiento estudiantil y que se acercó a él porque le interesaban esas manifestaciones. Sin embargo, aclaró que después de eso no volvió a tener contacto con Amaya.
