Vivencias culturales, una apuesta que sabe pasearse juguetona por la cuerda floja

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Para este año 2024, en Duitama celebrarán la versión número siete de ‘Vivencias culturales’, del del 3 al 7 de septiembre, una semana llena de Teatro, Conversas, Laboratorios y grandes reflexiones de lo que implica el poder del arte en nuestro Territorio. Diana Sanabria, directora de la Corporación Atabanza, cuenta su experiencia durante estos siete años del encuentro.

“Un artista del trapecio —como todos sabemos, este arte que se practica en lo más alto de las cúpulas de los grandes circos, es uno de los más difíciles entre los accesibles al hombre— había organizado su vida de manera tal —primero por un afán de perfección profesional y luego por costumbre, una costumbre que se había vuelto tiránica— que mientras trabajaba en la misma empresa, permanecía día y noche en su trapecio”.
Un artista del trapecio, Franz Kafka

Por | Diana Elizabet Sanabria Boada Corporación Comunitaria Cultural Atabanza Duitama/ Boyacá 25 de agosto de 2024 Foto | Atabanza Territorio de Cultura

De niña, cuando quizá ya ajustaba unos siete u ocho años, por primera vez se me concedió conocer y extasiarme con lo que para esa época se asumía como circo. Un circo sin carpa, un circo pobre que de manera extraña llegaba a algunas veredas del municipio de Cerinza, en Boyacá, improvisando trucos y descrestando espectadores campesinos. Y como era de saberse, ser una niña de campo no me había dado nunca posibilidades de estar cercana a ningún espacio artístico de esa magnitud. Así que puedo decir que fue mi bautismo en las lidias del arte. Que gran misterio se desprendería de esa visita tan poco usual, en la que por primera vez no sólo presenciando el trabajo de una artista, sino también a una artista en la cuerda floja, quien sin saberlo abriría en mí una extrañísima sensación que todavía no me abandona. No era una artista del trapecio como en el cuento de Kafka, pero logró generar en mí en mí una emoción encapsulada que no me permitía parpadear, respirar con profundidad, ni moverme siquiera milimétricamente de ese espacio, la misma que sentí cuando leí por primera vez el cuento.

Ver por primera vez a una mujer con un vestido diferente al que podría ser usado en su cotidianidad, ver cómo disponía su cuerpo y su mente a un mismo objetivo, y luego ver que debía pasar por esa cuerda, sin malla de seguridad, donde la cancha de la escuela era su único colchón, me mostró por primera vez que el arte no es un juego, que es una ruta donde se entrega la vida. Sí. La vida misma.

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Ahora, más de tres décadas después, intento descifrar lo que esa artista me mostraba tan metafóricamente. Y concluyo en que ahora somos nosotros quienes caminamos diariamente por esa cuerda floja, asumiendo el arte sin malla contra caída, manteniéndonos despiertos, concentrados y activos, recorriendo la ruta del arte sin intenciones de escape. Y es justamente esa decisión la que nos ha permitido centrar el pulso de nuestro corazón al umbral de la potencia creadora, en la que sea posible abrir paso a la utopía, al misterio que se desprende de un escenario. En la que sea posible entender la vida como un canal para trascender como seres, para comprender nuestro paso por esta dimensión. Y es por todo ello que nació Atabanza, un lugar inmaterial que se alimenta de la poética de la vida, que abraza lo sublime, que se enlaza a la bella posibilidad de ser otro, otros en la escena y en las diversas manifestaciones del arte, para abrir el corazón de los espectadores, llenándolo de poesía, de verdad, arrancándonos la soledad, y reconociéndonos como especie, como una tribu capaz de evolucionar desde adentro.

Así fue como desde el año 2018 levantamos la cuerda un par de metros más y nos dimos a la tarea de crear el encuentro anual, cultural y artístico al que bautizamos como las “VIVENCIAS CULTURALES”, que desde esa época abraza múltiples apuestas desde la CIRCULACIÓN, CON ARTISTAS LOCALES, NACIONALES E INTERNACIONALES, además de dos bellos espacios más, comprendidos como LABORATORIOS DE EXPLORACIÓN orientados por nuestros artistas invitados, y también con nuestras  CONVERSACIONES AL LADO DEL FOGÓN, siendo el alimento otro espacio que nos junta para ser desde la común unidad. De esta forma, en esa cuerda floja que empezamos a caminar desde el año 2013 en diferentes veredas y municipios del departamento de Boyacá, ya creíamos y creábamos espacios propicios para que la alquimia lograra detonar. Siendo nuestra Sala del Grillo (caracterizada por ser la primer sala autónoma e independiente de la ciudad de Duitama), uno de los espacios físicos creados para convocar a la comunidad a ser parte de un tejido de afectos a través del arte, la cultura y el alimento. Y es allí donde esa mujer artista, la del traje rojo con lentejuelas desgastadas, se paseaba por la cuerda, apareciendo año tras año, nueva y poéticamente en los ojos de tantos espectadores a través de otros cuerpos, colores, creaciones, sensaciones y por tanto impulsando nuevas formas de concebir el mundo. Siendo los ojos de todos los espectadores, mis ojos de niña. Los mismos que se renuevan con cada presentación.

Es bello resaltar que para este año 2024 ajustamos la versión número siete (7) de nuestras” “VIVENCIAS CULTURALES” en los que vamos conjugando nuevas apuestas con grandes referentes desde lo humano y lo artístico, pues estamos convencidos que son dos potencias que han de estar conectadas en la misma proporción. De esta forma, ha sido bello recibir a agrupaciones tan potentes como Batucada Aaija, Teatro Itinerante del Sol, Colectivo Teatral Matacandelas, Oficina Central de los Sueños, Teatro La Candelaria, Casa Taller Teatro, Teatro Tierra, y también al maestro Eduardo Escobar QEPD, entre los más destacados, y para este año, del 3 al 7 de septiembre contar con: Teatro Surterráneo, representado por la gran actriz colombiana Clara Ariza, Fantasmágora Teatro  de Chía, X2 Teatro de Popayán, la premiere para Boyacá del largometraje “Memento Mori” dirigido por Fernando López Cardona y protagonizado por el gran Coco Badillo, además de Umbral teatro, dirigido por la maestra Carolina Vivas Ferreira, a quién rendimos homenaje por su incansable labor y gestión en torno al fortalecimiento de la dramaturgia Colombiana.

Somos conscientes del poder del arte en el corazón humano, por eso persistimos, seguimos arando, sembrando en el bello valle de la construcción conjunta. Agradeciendo el eco que se va ampliando de manera franca en el espíritu de los grandes artistas, de la potente comunidad que se va juntando alrededor de la mística, de la necesidad de comprender el misterio de los días.

Por eso hoy, a través de la palabra abrimos nuestro abrazo aquí y acullá para que desde las diferentes latitudes que nos circundan, ampliemos la onda de lo que significa este encuentro, convocándolos a ser parte vital del mismo. Parte vital de este camino por cuerda floja de la vida, para que entre todos logremos el equilibrio perfecto para andarla todas las veces que sea necesario, manteniéndonos extasiados, llenos asombro pleno, capaces de mantener el misterio, la unidad, la cofradía en todos los caminos que falte recorrer.

 

 

 

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