El llamado que acaba de hacer la Corte Suprema de Justicia a indagatoria al expresidente y ahora ex senador renunciado Álvaro Uribe Vélez, cambia radicalmente el mapa de la política en Colombia y particularmente en cada región del país, donde Boyacá no es ajena al remesón.
Es un hecho político muy importante que va a afectar la matriz de la política nacional y regional; citando a José Miguel Vivanco de Human Watch Rigths, vale recordar que desde que se llevan procesos contra Uribe Vélez, desde hace 40 años, es la primera vez que tiene que comparecer ante la justicia. Con esta afirmación, entonces, si hay un hombre que ha disfrutado de garantías extraordinarias, que en realidad es impunidad, es este hombre llamado Álvaro Uribe Vélez, al cual, por primera vez, un juez lo llama a rendir cuentas; que no es cualquier juez, sino la Corte Suprema de Justicia; esto habla bien de la Corte, pero habla mal de la justicia en Colombia. ¿Por qué hasta ahora Álvaro Uribe es llamado a rendir cuentas? En esto hay que recoger lo que le gritaron a Uribe en una de las universidades elite de este país, como es la de los Andes. Estos jóvenes lo sacaron de esa universidad gritándole, al unísono, ‘fuera de aquí, ilegal’, es decir que las condiciones sociales, hace mucho tiempo le estaban pidiendo a la justicia que actuara; y lo que ahora vemos es que la justicia por fin actuó.
En el caso particular, la pregunta es qué impactos va a tener el hecho del llamado de la justicia a Uribe Vélez en la región. Sin duda, este acontecimiento tiene repercusiones que se reflejaran inmediatamente en la actitud de lo que hasta este momento eran unos liderazgo de extrema, envalentonados que creyeron tener patente de corso para determinar el accionar político en el departamento, con el surgimiento de un clima de intolerancia hacia una agresiva campaña de amenazas contra dirigentes sociales; la figura de Uribe se convertía en una sombrilla protectora para estos sectores que consideran que pueden pasar por encima del respeto de las comunidades, de los trabajadores, de los sindicatos, de las organizaciones sociales. Es evidente que se tiene que volver a barajar y la política progresista en Boyacá vuelve a tener la palabra y estamos seguros que también van a contenerse los fenómenos de amenaza a los dirigentes sociales.
Defender la vida de los líderes sociales es la mejor manera de defender la paz
A propósito de todo esto, este sábado tendrá lugar en Tunja el foro ‘Cuál es el papel de los líderes sociales en Colombia’, en el auditorio de la antigua Caja de Previsión Social de Boyacá, a partir de las nueve de la mañana, organizado por los colectivos defensores de la vida y el territorio. Este foro es una invitación a los distintos liderazgos en el departamento de Boyacá para buscar visibilizar el papel importante que cumple un líder social en la coyuntura actual dentro de sus comunidades.
Este actor social en Boyacá es muy importante; se habla del sindicalista, del profesor, que es líder en su comunidad donde trabaja; del dirigente ambiental que lucha por la conservación de los recursos naturales en su territorio; de hombres y mujeres que quieren y están construyendo propuestas de desarrollo a escala local, aprovechando las ventajas de los recursos naturales para poder conformar proyectos de vida. Muchos de estos liderazgos se convierten en un obstáculo para quienes tienen proyectos centrados exclusivamente en la acumulación, por encima de los derechos de los habitantes del territorio.
De allí que en el foro se analizarán estos distintos aspectos y se adentrará en una estrategia de defensa de la vida de quienes están liderando procesos sociales en el departamento. En este sentido, se plantea la discusión de conformar una mesa de seguimiento a las denuncias que se han hecho sobre amenazas; que se investigue la muerte del dirigente social de Otanche, entre otros.
Ya hoy la sociedad ha madurado y está superando el terror y no va a permitir que vuelvan a masacrar dirigentes como sucedió en los años 80, en los 90, del siglo pasado y en la década del 2000, cuyos crímenes quedaron en la impunidad.
Hoy la sociedad se va a movilizar como ya lo se está haciendo a través de velatones, foros, redes sociales, etc., para que el establecimiento no vaya a cometer el error de criminalizar y asesinar a quienes se dedican a la defensa de los derechos sociales.