Tras la visita de Duque que dejó un sabor a nada, la Vicepresidenta debe ponerse al frente del Bicentenario.
Cuando todos esperaban que el presidente Iván Duque en el marco del lanzamiento del programa “Agricultura por Contrato” en Duitama, atendiera el llamado del gobernador Carlos Amaya para trabajar en equipo por el Bicentenario, no fue así, Duque se hizo el de los oídos sordos con el tema y apagó una luz de esperanza.
Si bien, hay compromiso por parte de la bancada parlamentaria y el Gobernador, se requiere un empujón del gobierno Duque, ya que, los recursos que están comprometidos por parte del departamento y del pasado mandato presidencial, no alcanzan para cumplir con todas las expectativas y proyectos que, se tienen contemplados, dentro del proyecto Boyacá Bicentenario, el cual requiere 6.7 billones para su óptima ejecución.
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Pero, ¿Qué hacer ante la negativa del Presidente? Semanas atrás, Iván Duque delegó a la vicepresidenta Marta Lucía Ramírez como la persona encargada de todo lo relacionado con celebración de los 200 años de la gesta libertadora, es decir, el tema es con ella, por ende, se requiere su presencia inmediata en el departamento.
Por otro lado, está la triste realidad, no habría recursos para 2019, sin embargo, sentándose un compromiso real por parte de la Nación, el cual lo haría Ramírez, se podría establecer una hoja de ruta para un lapso de tiempo de 10 años donde se asegure la inversión que se necesitan para el Bicentenario.
En ese orden de ideas, el llamado a la Vicepresidenta debe ser ahora, congresistas y gobierno de turno, deben reunirse para concretar un encuentro con ella y que mejor sitio que el Puente de Boyacá, lugar donde Marta Lucia Ramírez en campaña dijo que “si quedaba Duque electo vendría todo el equipo a este emblemático sitio”.
