Otro desatino ha sido el de impedir a los funcionarios sus derechos legítimos de asociación y reunión, enviando correos institucionales y publicando en la página web, comunicados que recomendaron “evitar asistir” a la universidad, expedidos irregularmente por una dirección de tecnologías y sistemas de información, lo que tendrá que ser investigado, ya que constriñe derechos laborales.
Fue una retaliación no haberle pagado los sueldos de mayo a tiempo, a sus más de 3.000 funcionarios y profesores. La transacción para pagar es simple, el rector ordena, la vicerrectora comunica y presupuesto hace click para que el dinero ingrese a los bancos.
No se necesitan edificios abiertos, solo se requiere internet y voluntad de buena paga. La nómina estaba lista y el internet funcionando. La razón es que las directivas están rabiosas, porque no lograron imponer su voluntad en el debate del jueves 31 por la democracia en la universidad, en torno a cumplir su pacto de aprobar una propuesta de elección directa de rector, presentada por la asamblea multiestamentaria de profesores, estudiantes, egresados y funcionarios, que decidieron que el nuevo sea elegido, evitando la intervención del clientelismo y la politiquería, como se desprende de las innumerables intervenciones en las Asambleas Universitarias.
La retaliación de no pagar los sueldos, vuelve a la universidad mala paga y se endosa la decisión al estilo cada día más autoritario de la administración, según dicen, a la que no le importa el bienestar de sus funcionarios, porque ellos como administrativos, “burgueses y encorbatados” como lo dijera en la asamblea una estudiante, completan sus sueldos con jugosas sumas que sacan de proyectos con privilegios y de viáticos sin control porque son autorizados por ellos y entre ellos y porque no tienen necesidades como pagar arriendos, cuotas, ni matriculas de sus hijos y olvidan que la universidad se financia con presupuesto público.
La retaliación es porque la sesión del Consejo Superior ampliada con la asamblea que estaba pactada para el 23 de mayo, para aprobar en primera vuelta el proyecto de elección directa de rector no se realizó, lo que ocasionó una protesta, que ha alterado la normalidad académica, con bloqueos temporales a los edificios en las sedes de Tunja, Duitama, Sogamoso, Chiquinquirá, y la extensión de Aguazul. Esta situación ha motivado la rabia y el desatino de las directivas que optaron por presionar no pagando a tiempo el justo sueldo, lo que afecta también a sus familias. Adicionalmente otro desatino ha sido el de impedir a los funcionarios sus derechos legítimos de asociación y reunión, enviando correos institucionales y publicando en la página web, comunicados que recomiendan “evitar asistir” a la universidad, expedidos irregularmente por una dirección de tecnologías y sistemas de información, lo que tendrá que ser investigado, ya que constriñe derechos laborales.
Retener los sueldos, en época de puente festivo afecta a la sociedad si se anota que la universidad es la más grande empleadora del departamento y gira más de 5.000 millones por sueldos mensuales, con lo que envía un pésimo mensaje como respuesta a los que piden democracia. Se pregunta la sociedad ¿Son los estudiantes y profesores y trabajadores un enemigo de la administración? ¿Por qué invitan a no ir a la universidad impidiendo el ejercicio del derecho a debatir? ¿Quiere la administración acallar la protesta intimidando y constriñendo?
Defender la universidad de la politiquería y el clientelismo, no es un delito, se ha dicho en las asambleas; y es un deber de toda la comunidad universitaria defender la democracia que empieza por elegir de manera directa al rector, que llegue desde enero de 2018 a dirigir los destinos de la universidad sin deudas que pagar, con contratos, puestos y votos a la clase política. La universidad pública de los boyacenses, continuará el debate abierto con el Consejo Superior el próximo 6 de junio y se espera que “amablemente” el Rector haya hecho el “favor” de pagar por el trabajo hecho e invitar a ir a la universidad a defender la democracia y a impedir que reformas como la curricular, sea discutida primero, antes de alimentar el siguiente conflicto. Durante el fin de semana de puente, los desplatados funcionarios y profesores, se quedaran en casa a ver televisión y comer crispetas con agua de panela, por falta de haber ordenado un Click.
Los consejeros no van a entregar el poder fácilmente, pues en la elección del Rector se basan sus privilegios.
Qué ignorancia, decir que es mala paga? Si por algo se ha caracterizado la Uptc es por pagar oportunamente sus salarios, además decir que prohibe la asociación, qué falta de conocimiento tienen ustedes, incluso presupuesto no es el que hace click mentirosos
definitivamente q asco de periódico esta peor q el espacio con su amarillismo y fomentando con palabras soeces y entre comillas cosas falsas respecto a la uptc y sus directivas,se nota q uds no saben nada de administrar ni una tienda..dizque solo con un «click» se hace todo,investiguen con fundamentos y bases ,no solo con lo q le dice el gobernador amaya que se nota que es el que les dice que poner en sus paginas y redes ,deberia llamarse mas bien «EL DIARIO DE AMAYA»…NO EL diario boyacá y tambien que falta de respeto con los trabajadores y profesores refiriéndose uds a ellos como desplatados funcionarios que les toca echar crispetas con aguadepanela…muy triste este diario y sus publicaciones pagas y amarillistas!!
totalmente de acuerdo con su comentario..dizque un solo click..se nota que no saben del tema, periódico amarillista y mentiroso…se debería llamar el diario de amaya. solo ponen en sus paginas lo que el sr amaya les dice. están peor que EL ESPACIO.