El saber milenario de las comunidades que habitan la amazonia sobre la planta de Sacha Inchi es uno de los grandes objetivos a desarrollar por uno de los grupos de investigación de la UPTC. La semilla de esta planta sirve para la elaboración de un aceite que permite reforzar y mejorar cuatro de los sistemas del cuerpo humano.
El proyecto de Desarrollo y Validación del Proceso de Producción de Aceite de Sacha Inchi va a causar una revolución alimentaria en Boyacá. El aceite que puede extraerse de la semilla de esta planta tiene características que por poco alcanzan características milagrosas pues puede generar mejoras en el sistema digestivo, en el circulatorio, en el nervioso y en el inmunológico.
Sin embargo, su producción bajo estándares de calidad no es algo sencillo, de hecho requiere de una juiciosa investigación. El proyecto fue concebido como una alianza estratégica establecida entre UPTC y la Universidad Nacional de Colombia, en asocio con la Gobernación de Boyacá, y encontró el combustible necesario para iniciar mediante una convocatoria de Colciencias.
“Lo que nosotros buscamos es que se mejore el proceso productivo que tiene que ver con el aceite de Sacha Inchi (…) esta es una planta que ha sido domesticada hace unos 3.000 años por parte de los indígenas amazónicos. Entonces, lo que se ha hecho es empezar a buscar el enfoque de tipo comercial y mejorar el proceso productivo asociado a la obtención de aceite de Sacha Inchi con el propósito de darle valor agregado a través del uso de ciencia y tecnología”, señala el profesor Aristóbulo Piratoba, líder de esta investigación.
La transformación de la semilla y la posterior obtención del aceite es un proceso complejo, y más cuando se apunta a llegar a mercados internacionales, lo que implica el cumplimiento de altos estándares de calidad. Sin embargo, el sacrificio vale la pena, pues las propiedades de este aceite son diversas. “Este tipo de aceite está orientado hacia la industria farmacéutica, hacia la industria cosmética, hacia la industria de alimentos porque el aceite de Sacha Inchi en su composición química tiene Omega 3 (48%), Omega 6 (38%) y Omega 9 (8%). En términos de nutrientes y de proteínas tenemos un 35% de estas últimas y entre un 87 y un 90% de aceites insaturados. Uno de los más importantes componentes que se manejan, desde el punto de vista de lo que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS) es que esos productos se denominan nutrasépticos o funcionales, es decir, aquellos productos que no solamente son alimentos sino que sirven para mejorar el estado de salud de órganos o sistemas”, agrega Piratoba.
El aceite obtenido de la semilla de Sacha Inchi, como se mencionó anteriormente sirve para tratar o mejorar el funcionamiento del sistema digestivo. Concretamente tiene usos para la desinflamación del colón, prevención del estreñimiento, regulación de hígado graso y prevención o control del reflujo y la acidez.
En cuanto al sistema circulatorio, el aceite de Sacha Inchi sirve para disminuir o remover los trombos, también para reducir triglicéridos y colesterol malo, hace que la sangre sea más fluida, lo que logra reducir riesgos de infarto o derrames. Para el caso del sistema nervioso sirve para la prevención del Alzheimer, también para la prevención del Parkinson, igualmente se recomienda a mujeres embarazadas pues sirve para reforzar el sistema medular del feto, y para los niños en crecimiento se recomienda su consumo pues fortalece el sistema neuronal del cerebro.
También tiene importantes propiedades que fortalecen y mejoran el sistema inmunológico ya que este aceite bloquea la producción de cortisona y por lo tanto se inhibe la posibilidad de que esta hormona ataque y destruya las células.
“Adicionalmente tiene vitamina A y D, tiene Tocoferol; que en total son cuatro: Alfa, Beta, Omega y Sigma, que son los componentes de la Vitamina E, esos tocoferoles sirven para la regeneración celular. Entonces, al tener ese tipo de composición, este tipo de aceite es muy codiciado en la industria cosmética ya que sirve para la elaboración de productos de belleza antiarrugas, antiedad, y en contra de líneas de expresión. Adicionalmente tiene el Tryptanol, que es el que está en la lechuga, en el cilantro y en las manzanas, y que normalmente se usa para tratar a personas que sufren de insomnio”, indicó Piratoba.
Al ser un producto con tan diversas aplicaciones y potencialidades es necesario enseñar a pequeños y medianos productores las especificaciones a cumplir para lograr un producto tipo exportación. La incorporación de buenas prácticas es fundamental según señala Piratoba, que aclara que el cultivo de esta planta debe darse en territorios ubicados entre 200 y 1.800 msnm. Hoy en Boyacá se produce en los municipios de Otanche, Puerto Boyacá, Moniquirá y Miraflores. “Lo que busca el proyecto es hacer un proceso de acompañamiento desde el punto de vista técnico para mejorar los sistemas productivos de lo que es la cadena de valor del Sacha Inchi. Esta consta de la consecución de la semilla, la germinación de las plantas, el proceso de instalación del cultivo, el mantenimiento del mismo, el proceso de cosecha y poscosecha y todo lo que tiene que ver con transformación y comercialización”. Agrega Piratoba que de fallar en alguno de los eslabones de la cadena de valor, se echará a perder cualquier chance de comercialización del producto