Es la que se acaba de saldar con la reciente visita de Gustavo Petro en Boyacá, luego de la jornada electoral del 17 de junio. La esta gira el candidato de la Colombia humana hizo un gesto de agradecimiento por lo que significó la suma de 233,755 Boyacenses que votaron por la propuesta de la Colombia humana y donde resultó ganador en las principales ciudades del departamento, incluyendo la capital
En esta gira lo estuvo acompañando uno de los líderes y coequipero de las ideas de Petro, el dirigente social y político Pedro Pablo Salas Hernández, con quien se analiza el sentido y proyección de la presencia de Petro para la nueva dinámica política que comienza ahora con miras a los comicios regionales del año entrante.
¿Cuál fue el balance de la gira de Gustavo Petro por Boyacá?
Fue una visita imprevista pero de un contenido simbólico enorme por lo que representa Boyacá en este momento; un departamento que ha venido viviendo profundos cambios, especialmente cambios políticos; un departamento de tradición conservadora que ahora estamos viendo, trasgrede esa tradición que explica muchos de sus atrasos y pérdidas de protagonismo en el escenario nacional; hoy las nuevas generaciones están construyendo una nueva narrativa y esta tiene una explicación muy importante en la expresión política.
¿Por qué vino a municipios pequeños o medianos, como Paipa, y no a las principales ciudades?
Primero, porque en estos municipios hay gente muy afectuosa que lo quería saludar, ya que él no pudo ir en campaña; era como una deuda de Petro con los municipios pequeños de Boyacá. Pero también hay que recoger de esta visita algo muy importante, y es que las propuestas de Gustavo Petro se desarrollan en escalas micro, en los territorios, no son los grandes números ni los volúmenes que impiden ver el universo, son las sumatorias de todas esas pequeñas Colombias que significan las realidades de las experiencias de desarrollo que se conforma la idea de gran nación, incluyente, descentralizada, democrática y próspera. De allí lo simbólico de visitar municipios aparentemente sin importancia; es una revaluación de las relaciones centro periferia, donde hay regiones que se desarrollan y otras que se quedan en el atraso. La propuesta de Petro es acabar con esas ‘hipertrofias regionales’ como lo planteara Krugman , en su libro Geografía y comercio de 1991.
¿Cuáles son las expectativas para el 2019 teniendo en cuenta la negativa del Consejo Nacional Electoral para darle personería jurídica de la Colombia Humana?
Llevo muchos años, soy el boyacense que más conoce a Petro desde que él hace política abierta; lo primero que hay que decir es que es un hombre inderrotable moralmente, es como una especie de hércules destruyendo la hidra, ese mito griego de la serpiente de mil cabezas. Podrán ponerle mil obstáculos , pero pareciera que Petro está destinado a derrotarlos a todos, y no es por un problema de egos, de vanidad o culto a la personalidad, en realidad es que este señor está jugando un papel fundamental en la transición histórica que vive Colombia, y él no sería lo que es si no supiera que está interpretando a los millones de colombianos, que lo comprenden que lo siguen, que también son capases de esperar, pero que no tienen la condición de retroceder. Gustavo representa, si se quiere, el concepto más liberal y avanzado de la democracia burguesa que representó Keynes para Europa y que en Colombia nunca hemos tenido para la reconstrucción de un mínimo estado de bienestar. Luego de una larga guerra, Petro representa el fin de unas elites corruptas, rentistas, asesinas y mafiosas que le han hecho un daño profundo, si se quiere, irreparable, no solo material sino espiritual a la sociedad colombiana, Petro representa esa esperanza de cambio.
¿Y lo de participación en elecciones en el 2019?
Este 22 de septiembre, Petro acometerá la osadía más grande de que se tenga memoria: la de constituir la Colombia Humana, en un hecho sin precedentes lo va a hacer en la Plaza de Bolívar de Bogotá. Para ser de la Colombia humana Ud. debe registrarse en una de las esquinas de la plaza; es un fenómeno de democracia de multitudes sin precedentes, que acaba con las mañas de la izquierda tradicional de montar aparatos y volverse jefes que terminan por destruir la iniciativa de la gente. Petro lo dijo en voz alta en Paipa: “no me interesa un movimiento de sectarismos, ni mezquindades, no somos un partido de avales; aunque vamos por el poder local, este se construye trabajando honestamente con la gente, participando dentro de sus luchas e iniciativas para que cambiemos a Colombia desde las dificultades a las que nos enfrentamos día a día”. Con esto Petro manda al carajo a quienes montan un aparato y envilecen la política; prácticamente pone a la juventud en primer orden, lo cual es algo virtuoso porque en el caso de Boyacá fue la juventud la que se echó la campaña de Petro al hombro; a la juventud hoy no le interesan los dogmas, las banderas, las sectas; le interesa un proyecto de sociedad, de nación, donde ellos puedan tener su proyecto de vida , esa es la nueva hegemonía que está instituyendo Petro como lo dijera Gramsci.
¿Todos pueden ir a Bogotá a conformar la Colombia humana?
Cuando digo todos, son todos los colombianos, nadie se excluye, salvo que haya cometido delitos contra la vida o el bien ajeno, los demás, todos; lo importante es que tengan para el pasaje, el campesino de páramo y al que lo miserabilizó la política de apertura económica, el ambientalista antifracking, pero también el pequeño minero, el estudiante, a los cuales Petro convocó en Nobsa a una movilización nacional en defensa de la educación; al sindicalista, a las líderes de movimientos feministas, a los amenazados, a los desempleados, a los que sufren a las EPS; en fin, a los colombianos del común, a los que Gustavo entiende e interpreta y con los que se construirá esta nueva Colombia. Nos vemos el 22 de septiembre en la Plaza de Bolívar de Bogotá.