Una bancada parlamentaria fuerte: los mejores en la Cámara y el mayor número de Senadores propios  

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Durante el último mes de campaña seguramente todos los candidatos a la Cámara y al Senado darán lo mejor de sí para tratar de obtener una de las seis curules, en el primer caso; y lograr, en el segundo caso, la elección del mayor número de escaños en el Senado, para lo cual hay que combinar una buena base electoral en el departamento y sumar lo más que se pueda afuera. Entre tanto, los electores tendrán que decidir que el único camino válido es salir a votar el 11 de marzo, incluida la intención del voto en blanco.

Esto que parece obvio, no es tan sencillo en la práctica; saber escoger a los mejores es el primer reto en la Cámara. Con 68 candidatos disputándose las seis curules´, hay de todo para todos los gustos, y sin embargo, ahí, lo más probables que tampoco estén los mejores exponentes que pudieran representarnos; también es posible que los mejores perfiles de los que están en la contienda no vayan a ser los elegidos. En todo caso es lo que hay y de estos habrá que echar mano.

Debemos tener senadores propios

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En cuanto a los candidatos al Senado, el asunto es distinto y más complicado; o podría ser más sencillo. Resulta que los candidatos considerados propios del departamento no son tan numerosos, apenas una docena, de los cuales la mayoría podría tener opción cierta, pero si los electores del departamento decidieran su voto por ellos y lo hicieran en una buena proporción.

Votar por los nombres de afuera para el senado es perder parte o todo el voto; está demostrado que por más que se quiera, el vecino no viene a solucionarnos los problemas de la casa; y con seguridad tampoco es que vayamos a la suya a ver qué más se le ofrece. Así que hay que pensarlo dos veces, antes de votar por los nombres de afuera.

Hay que ver las vallas de los candidatos foráneos con “excelente” votación en Boyacá; dos ejemplos: la una dice que “voy con Roy”. Ir a dónde y a qué. Este mensaje no pasa de ser un eslogan que para el departamento aún pierde más sentido.

Los defensores de ese tipo de voto, y en concreto con Roy, arguyen que es que el senador Barreras ha sido muy diligente con muchos proyectos para el departamento y, en especial, para aquellos municipios donde ha obtenido importante votación; se habla de que  través de su gestión, se han conseguido recursos muy importantes. Es posible que eso sea cierto y que en efecto, Roy haya logrado muchos más recursos que los senadores propios del Departamento durante el pasado periodo.

El otro caso es el del senador Ángel Custodio Cabrera, a quien le ha votado en Boyacá de manera importante el Partido Liberal. Esta vez dice la valla del personaje que “vamos por más”. Se supone que lo que quiere decir en verdad es que viene por más votos que los de la vez pasada. La aspiración es legítima y valedera. Sin embargo, si se miran con cuidado los resultados de estos últimos cuatro años, el balance de ejecutorias en favor del departamento por parte de este senador, con seguridad lleva a una suma negativa.

Porque también dirán los electores: ‘hace cuatro años votamos casi 50 mil boyacenses por el Centro Democrático, por ese camino resultó Rigoberto Barón en el Senado y ¿qué hizo? Y la respuesta es contundente y corta: ¡nada!’ En realidad este senado resultó en la satisfacción personal del beneficiario, ya que en la realidad le fue imposible sacar adelante algún tipo de proyecto que se sintiera en el departamento, dada su condición de ser parte de la más dura oposición al gobierno. Desde luego que ese podría ser el destino del senador que sea elegido por el Centro Democrático para el próximo periodo, que puede ser el mismo Rigoberto o Ciro Ramírez Jr., o los dos.

En las cuentas de más arriba es posible que un senador de afuera del departamento, durante un periodo, haga su mejor esfuerzo y encauce algunos recursos para el departamento, en todo caso estos serán marginales frente a su compromiso central que lo estará con su región de origen. Porque para que se hagan inversiones y transformaciones de fondo en una región se necesitan acciones de verdad comprometidas.

Por ejemplo, para lograr terminar el sistema vial que está pendiente en Boyacá, se requieren billones de pesos, los que solo serán efectivos con una bancada parlamentaria, robusta y unida; lo mismo si se trata de lograr transformaciones del aparato productivo, de reducir la pobreza y la desigualdad o de cuidar y aprovechar mejor los recursos, etc.

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La clave es el 11 de marzo

Independiente de estas discusiones, lo que es indispensable es que haya una nueva conciencia en torno a la representación parlamentaria boyacense a partir del próximo 20 de julio. Escenario que solo será posible si los resultados del 11 de marzo próximo son favorables, tanto por el número de elegidos como por su calidad y compromiso.

Los seis parlamentarios que serán elegidos, saldrán de ocho partidos que hoy tiene opción; sin embargo, no todos serán estrictos representantes de esos partidos, y tampoco lo serán del conjunto de la lista en la cual participaron. Sin embargo, lo que debe quedar claro a partir del doce de marzo es que los seis elegidos tendrán que signar el compromiso de trabajar por los intereses comunes del departamento, por encima de sus intereses y cálculos particulares.

Y claro la bancada de la Cámara debe ser reforzada con la presencia de varios senadores propios, los cuales deben jugar con las probabilidades de quién será el próximo Presidente de Colombia, de donde dependerá también el campo de acción. En este escenario vale analizar los nombres posibles.

Bancada parlamentaria y Presidente

Sergio Fajardo. Si el presidente resulta ser Sergio Fajardo, entonces la mejor decisión para el Senado será el voto por el Partido Verde, empezando por la actual parlamentaria y candidata Sandra Ortiz y por el exgobernador y exsenador Jorge Londoño, quienes junto con el gobernador Amaya y el parlamentario Wilmer leal, si este resulta elegido como todo parece indicar, tendrían línea directa con la Casa de Nariño durante los próximos años, asunto que sería de gran utilidad para los boyacense.

Germán Vargas Lleras. En situación parecida estarían los candidatos al senado de Cambio Radical; si el presidente es Germán Vargas Lleras, entonces, Osman Roa López y David Castillo, serían los senadores líderes para estar cerca al nuevo presidente, conformando un bloque más amplio con el parlamentario que salga de la lista (mejor todavía si el partido tuviera dos escaños en la cámara) y con figuras como el Contralor de Bogotá, Juan Carlos Granados, quien  quedaría en inmejorable sito en la jerarquía de un  posible gobierno de Vargas Lleras. Aquí el asunto está entonces en votar masivamente por los dos nombres propuestos; y es que solo se necesita que todos los votos por Cámara, vayan a los dos nombres para senado en proporciones similares. 60 o 70 mil votos que ponga la lista de Cámara, divididos para los dos candidatos al Senado los deja con verdadera opción.

Duque o Marta Lucía. Ahora bien, si el presidente tiene su origen en la coalición de la ultraderecha, caso en el cual pudiese ser el presidente, Iván Duque o Marta Lucía Ramírez, entonces habrá que elegir a los dos candidatos de ese sector que son Rigoberto Barón y Ciro Jr. Este sería el gran “desquite” de los últimos años cuando este sector político no ha tenido en Boyacá ninguna oportunidad importante y menos lograr beneficios para sus clientelas, tan acostumbradas como estaban en el anterior esquema de Ciro Ramírez padre. En este caso hay un perjuicio evidente que seguramente los conservadores no le perdonarán a Jorge Hernando Pedraza: que no haya candidato propio de ese partido al Senado, dado que en esa coalición, después del 11 de marzo, puede ser la candidata y en consecuencia la presidenta, Marta Lucía. Claro que Pedraza dirá que el triunfo fue mayor con él en la campaña de Ciro Jr. Y luego en un posible gobierno de Marta Lucía en algún alto cargo del Estado.

Gustavo Petro. Y si este es el candidato ganador de la presidencia, también habría representación boyacense importante en cabeza de Fabio Mariño, el histórico comandante Hipólito en el M19, quien es muy cercano no solo en la ideología, sino en lo personal a Antonio Navarro y al mismo Gustavo Petro; este sería el tercer senador desde el ala de los verdes, pero el único con Petro.

Humberto de la Calle. Será difícil, aunque no imposible, que Humberto de la Calle llegue a la Casa de Nariño, caso en el cual no hay candidatos al senado por Boyacá cercanos, a excepción de Senén Niño, amigo de Clara López, la fórmula vicepresidencial de De la Calle.

Se concluye entonces que para el caso del Senado, es indispensable que el voto sea de los boyacenses por los boyacenses, y que ojalá sean elegidos todos los ya citados en orden a tener bloques cercanos al próximo presidente.

Y es que las cuentas dan para que el departamento tenga una digna representación en el Congreso y en especial en el Senado para el próximo periodo; lo importante será entonces votar copiosamente, votar pos los nombres boyacense y esperar qué deparan los acontecimientos y quién es el presidente.

En cifras, los siete candidatos al Senado que hoy comparten una línea presidencial en Boyacá podrían ser elegidos con los votos boyacenses y todavía no se completaría la mitad del potencial electoral. Es decir, de los casi 950 ciudadanos habilitados para votar el 11 de marzo, que cuatrocientos 50 mil lo hicieran por los siete senadores, cada uno se llevaría más de 60 mil votos y sobraría más de la mitad de ese potencial.

El departamento puede tener una buena bancada parlamentaria en términos de número, escenario en el cual, con cualquier nombre que resulte elegido presidente, empezaría a ser significativa si además se unen para trabajar por el departamento, lo cual también es un imperativo.

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