Desde hace varios años se viene hablando de impulsar el turismo religioso en la capital boyacense. Pero más allá del diálogo, dicha promesa no ha tomado impulso, se ha quedado estancada, y no precisamente por falta de interés ciudadano, o por ausencia de centros religiosos, sino más bien por falta de gestión de la Administración Municipal.
Por lo menos eso es lo que opina el presidente ejecutivo de Cotelco a nivel nacional, Gustavo Toro, que en su visita a la capital boyacense fue consultado por el estancamiento que ha tenido esta propuesta, de la que se ha hablado desde hace varios años pero que de momento ningún gobierno municipal ha sido capaz de hacer realidad.
Si bien es cierto que la Administración Municipal ha fomentado iniciativas como el Salón del Arte Religioso o la realización de la cofradía cultural en el marco de la Semana Santa, no ha logrado consolidar a Tunja en el imaginario nacional como la capital del turismo religioso que todos deberían visitar.
La razón es la postura de las iglesias de mantener sus puertas cerradas al público de manera permanente, abriéndolas exclusivamente para la celebración de la eucaristía.
La justificación para el mantenimiento de las puertas cerradas en las iglesias tunjanas es la inseguridad, pues los templos albergan diversos objetos de inmenso valor religioso y patrimonial.
Le puede interesar: Cae ocupación hotelera en Boyacá en el primer trimestre del año
Sin embargo, la inseguridad no puede ser argumento suficiente para privar a la ciudad y a sus habitantes de convertirse en un referente del turismo religioso en el país. Basta con contar con el número suficiente de uniformados de la Policía para garantizar la seguridad en los templos, labor que no ha hecho ni esta ni las anteriores administraciones municipales.
“Si hubiera una decisión de la Alcaldía de potenciar el turismo, ese tema ya estaría resuelto. Lo que quiero decir es que este es un tema de gestión. Desde la alcaldía tendrían que hablar con el comandante de Policía y decirle <<necesito seguridad de la Policía, que no tengo>>. La gestión implica llamar al Viceministro de Turismo y decirle la importancia que tienen las iglesias para Tunja y comentarle la necesidad de mantenerlas abiertas, hablar de la necesidad de contar con más policías y de ese modo garantizar el tema seguridad (…) más allá del discurso, que en este caso es que las iglesias son muy importantes para el turismo de Tunja, está la gestión y la acción. Se necesita entonces que el Alcalde llame al Comandante de Policía del Departamento y le plantee la situación”.