La compleja realidad laboral, el alto costo de vida y la actual coyuntura hacen que una gran mayoría de los habitantes de la capital boyacense no tengan la posibilidad de tener ahorros.
La pandemia del COVID-19 encontró a la capital boyacense en uno de los momentos más delicados de su historia. Antes del inicio de la pandemia la ciudad ya contaba con altos indicadores de desempleo, situación que se vio agravada con el inicio de la pandemia.
Esto mermó la capacidad adquisitiva y especialmente la posibilidad de ahorrar. De acuerdo a la más reciente encuesta del pulso social, realizada por el DANE, el 71% de los habitantes de la capital boyacense no tienen dinero o ingresos suficientes para destinarlos al ahorro.
La encuesta se llevó a cabo en las 23 principales ciudades del país, siendo Tunja una de las que peor salió librada en este aspecto. De hecho, el promedio nacional para dicha medición indica que el 68% de los colombianos no pueden permitirse la posibilidad de ahorrar.
Entre las ciudades en las que se realizó la medición, Riohacha fue la que salió peor librada, pues allí un 88,5% de sus pobladores manifestó no tener capacidad de destinar ingresos para ahorro.
Muy difícil la situación, ojalá aprendamos de todo esto que estamos viviendo, son tantas lecciones en tan corto tiempo.