Por | Edilberto Rodríguez – profesor investigador, integrante del grupo de investigación OIKOS de la UPTC
Los ciudadanos de a pie se han visto abrumados por la cascada impositiva, primero fue el impuesto predial y luego el pago de elevadas sumas de impuesto de renta, que obligó a muchos contribuyentes a tener que recurrir a bancos y cooperativas, para pagar el odiado engendro de la reforma tributaria de 2016, que castigó más a los asalariados que a los empresarios. Es el inicuo legado del ministro Cárdenas, que su sucesor, Alberto Carrasquilla, ha anunciado redoblar.
A comienzos de año se desató en Tunja una oleada de rechazo frente a la insólita actualización catastral, y, el consiguiente avalúo, hecha por el IGAC, a través de un contrato por más de 300 millones de pesos, y las excesivas tarifas de impuesto predial en Tunja, en contravía de otras ciudades capitales del país, donde las administraciones locales se ajustaron a lo establecido en la normativa nacional. No obstante la queja de los contribuyentes y la movilización ciudadana, la alcaldía de Tunja no transigió ante las reclamaciones; el único paliativo adoptado fue fijar un descuento del 30 por ciento hasta el 30 de junio. La embestida alcabalera se abatió sobre 80.000 propietarios tunjanos de predios urbanos y rurales.
La administración municipal había anticipado que se obtendrían un poco más de $32.000millones; sin embargo, a corte del primer semestre, el recaudo acumulado superó los $41.000 millones, representando un incremento de 48,4 por ciento. De esta forma, el impuesto predial reafirmó su condición de ser la principal modalidad de ingresos tributarios municipales –aventajando al impuesto de industria y comercio-, comoquiera que representa más de la mitad de estos. De acuerdo con las cifras de 2018, su repunte, a lo que no es ajeno la gestión de cobro persuasivo, hizo que esté bordeando el 60 por ciento. Al finalizar 2018 se prevé un recaudo histórico.
En poco tiempo habrá que realizar una evaluación sobre el impacto diferenciado del aumento exorbitante del impuesto predial sobre los diferentes segmentos de la población tunjana, y, lo que es más importante, si esta alcaldada impositiva castigó más a los estratos más vulnerables, elevando la inequidad socio-económica, incrementando así la valorización artificial de las viviendas y construcciones en las zonas de expansión urbanística.
Evolución de los recaudos del impuesto predial en Tunja (millones de pesos)
Año | Impuesto predial unificado (IPU) | IPU vigencias anteriores | Subtotal IPU | Ingresos tributarios(IT) | IPU/IT
(%) |
Ingresos totales |
2010 | 10.852 | 2.659 | 13.511 | 32.122 | 42,1 | 166.158 |
2011 | 11.830 | 3.136 | 14.966 | 35.270 | 42,4 | 202.551 |
2012 | 19.406 | 3.155 | 22.561 | 45.942 | 49,1 | 198.154 |
2013 | 22.248 | 4.983 | 27.231 | 52.654 | 51,7 | 228.552 |
2014 | 23.872 | 4.907 | 28.779 | 56.060 | 51,3 | 212.640 |
2015 | 24.889 | 6.849 | 31.738 | 60.414 | 52,5 | 218.392 |
2016 | 26.635 | 4.893 | 31.528 | 62.510 | 50,4 | 235.720 |
2017 | 27.793 | 6.955 | 34.748 | 68.559 | 50,7 | 280.368 |
2018* | 41.259 | 2.812 | 44.071 | 69.490 | 63,4 | 178.042 |
Fuente: Secretaría de Hacienda- Ejecución presupuestal del municipio de Tunja. *A 30 de junio de 2018.
Así las cosas, y ante los múltiples problemas que asedian la ciudad, atascada por el rápido deterioro de la malla vial, el caos en la movilidad urbana y el tratamiento inadecuado a la inmigración venezolana, -al convertirse la ciudad en un lugar de tránsito de los caminantes-, sería aconsejable conocer cuál es la destinación de estos recursos adicionales. Como es sabido, la situación presupuestal del municipio es superavitaria, resultado de la no ejecución o rezago, en la vigencia fiscal correspondiente, de los recursos disponibles (recursos del balance).
Colofón: Como dice el refrán: obras son amores. Habrá que ver cómo se invierten los recursos obtenidos de un draconiano cobro de impuestos.