Los habitantes de la capital boyacense atraviesan por un momento de optimismo que se sostiene en la creciente expectativa de mejora económica a esta altura de la pandemia. Por lo menos así lo afirma la más reciente Encuesta Pulso Social, realizada por el DANE.
Vendrán mejores tiempos. Esa parece ser la idea que se ha instalado en el imaginario colectivo de los tunjanos. La expectativa con lo que viene es generalizada. Por lo menos así lo presenta la más reciente edición del Pulso Social, que asevera que la mayoría de los ciudadanos que las cosas mejorarán.
La mayoría de los tunjanos sienten que la situación ha empeorado, pero esa parece ser una tendencia que se ha estabilizado, pues desde hace unos meses no son muchos más los que sienten que esto ha sido así. Hoy ese porcentaje es del 61,26%, que claramente es mayoritario, pero que se mantiene muy cercano a la media nacional (59,27%), constatando además que no se trata de una percepción exclusiva a los tunjanos, sino más bien un clima de opinión generalizado en el país.
Lo que si resultó ser una tendencia muy marcada es el optimismo con tiempos venideros, pues según la encuesta, más de una tercera parte de la población siente que las cosas estarán mucho mejor durante los próximos 12 meses. Esa sensación creciente en la capital boyacense supera por bastante la tendencia a nivel nacional, que también está al alza (28,77).
Lo cierto es que, a pesar del optimismo, las cosas siguen estando bastante complicadas para el bolsillo de los tunjanos. Pocos son los que pueden darse el lujo de comprar ropa, y cada vez son menos lo que tienen posibilidades de ahorrar
Y cada vez son menos los hogares que pueden satisfacer su necesidad de comer por lo menos tres veces al día. Esa es una situación cada vez más frecuente entre los habitantes de la ciudad.