Estas aves son transmisoras de distintas enfermedades, por eso la Administración Municipal buscará controlar la proliferación de las mismas.
Las palomas del Centro Histórico de Tunja, odiadas por unos y amadas por otros, se han convertido en un verdadero problema de salud pública en la capital boyacense.
Por ello, la Alcaldía de Tunja, a través de su secretaría de Protección Social, ha decidido tomar acciones para crear conciencia y controlar de forma acertada la población de esta especie.
Desde la secretaría de Gobierno, con Código de Policía en mano, han optado por disuadir a la ciudadanía, buscando prohibir la alimentación de estos animales en el espacio público, pues dicha conducta garantiza la perpetuación de la especie. Desde la misma dependencia se está realizando una caracterización de los sitios donde hay criaderos de palomas, pues son estos lugares donde se origina el problema.
“En los últimos meses ya se han detectado la mayoría de las viviendas antiguas del centro histórico en donde se proliferan estas aves y donde buscamos controlar su población”, comentó Óscar Jiménez, secretario de protección social.
Así las cosas, durante los próximos días se contactará a los propietarios de estas viviendas donde anidan las palomas para asesorarles en las adecuaciones necesarias para que estos lugares dejen de ser adecuados para la proliferación de las palomas.
Desde la Secretaría de Protección Social recordaron que dicha campaña no tiene que ver con un tema estético sino con una problemática de salud. “Las heces fecales de las palomas pulverizan muchos de estos microorganismos y por tanto, es una preocupación de salud pública para la administración municipal”, indicó Oscar Jiménez.