Muchos han sido los reclamos de parte de los tenderos por la excesiva existencia de tiendas D1 en la capital boyacense, las quejas más frecuentes son la falta de apoyo gubernamental y la competencia desleal. Sin embargo, con la intención de equilibrar un poco la balanza, la Cámara de Comercio de Tunja, junto a otras entidades públicas y privadas, realizaron una rueda de negocios con el fin de brindar ventajas competitivas a tenderos, supermercados, propietarios de autoservicios, entre otros. La escasa asistencia dejó como conclusión que a la mayoría de tenderos no le interesa competir en igualdad de condiciones, sino eliminar la competencia.
“Uno de los aspectos que más nos preocupa, es que como es habitual, los comerciantes en general nos reprochan que como entidad no estamos adelantando estrategias para ayudarlos, y esta es la muestra de que hacemos un esfuerzo considerable, pero no tenemos ni el interés ni la participación que debería darse por parte de estos sectores. Los 60-70 que se unen para abuchearnos en reuniones públicas, ni siquiera son capaces de asistir a estos eventos, tal como pasó con las personas que estuvieron en el debate de la semana pasada en el Concejo de Tunja, a quienes el Presidente Ejecutivo les extendió la invitación a la rueda de negocios y optaron por enviar una representante de ellos. La pregunta es: ¿todos los tenderos tienen la misma demanda de productos que les pareció adecuado enviar a una representante?, ¿por qué no atienden el llamado que les hacemos?, ¿sólo les interesa que les ayudemos a que les autoricen a vender cerveza en los horarios que ellos necesitan? Es un panorama bastante triste”. Esa fue la conclusión de la Cámara de Comercio de Tunja luego de la rueda de negocios que organizó en colaboración con la Secretaría de Productividad, TIC y Gestión del Conocimiento, Comfaboy, Uniboyacá y las cámaras de comercio de Duitama y Sogamoso.
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Esta iniciativa surgió como respuesta al frecuente reclamo de igualdad de condiciones por parte de los tenderos. La rueda de negocios buscaba acercar a los agroindustriales con los tenderos, propietarios de autoservicios, supermercados, distribuidoras y comercializadoras, para que ofertaran sus productos con bajos precios, de modo que se evite la intermediación y de ese modo hacerle frente a la competencia que se genera en las grandes superficies con tarifas muy bajas.
Sin embargo la concurrencia de público fue deprimente. El auditorio dispuesto en el Centro de Convenciones de la Cámara de Comercio lució vacío, casi tan vacío como las estanterías de cualquier D1 al final de una gran jornada de promociones.