En su primera aventura electoral, Temilda Fernández tiene bastante claro que las políticas para impulsar el sector agropecuario del país necesitan un cambio drástico.
Temilda Fernández nació hace más de medio siglo en San Luis de Gaceno, en el seno de una familia campesina, que desde muy pequeña, le enseñó la importancia que tiene el campesino para cada uno de los sectores de la sociedad.
Termilda creció con el contraste de esa enseñanza que le dieron sus padres y las realidades del día a día en el campo colombiano. Como muchos otros de los colombianos que son obligados a dejar su tierra, Temilda tuvo que afrontar las consecuencias de la violencia y el abandono que sufren cientos de miles de personas que trabajan la tierra.
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Esa experiencia le dejó varias lecciones, pero lo más importante fue la reflexión que surgió a partir de su caso de desplazamiento. A partir de ello, Temilda Fernández fue cada vez más consciente de las necesidades y dificultades de los productores agropecuarios colombianos, por eso tomó la vocería de las comunidades campesinas de su región. Se puso la camiseta para representar a las víctimas del conflicto en su municipio, y como tomó consciencia de su capacidad, dio el paso para ser representante de las víctimas a nivel departamental y luego a nivel nacional.
El abandono que sufre el campo es una de sus mayores frustraciones, por eso, en esta carrera política que emprende para llegar al Congreso de la República, asegura que trabajará por la formulación de políticas ´públicas que permitan mejorar la infraestructura de vías terciarias, las condiciones de acceso a crédito para impulsar la producción agropecuaria.
