Al resultar más rápida y económica que la técnica convencional de congelación de embriones, la reproducción de ovinos por medio de la vitrificación (solidificación) de embriones les permitiría a los pequeños productores optimizar la calidad genética de sus animales y tener mejores opciones de productividad y comercialización en el mercado internacional.
Así lo determinó un estudio con ovinos de Boyacá, adelantado por el médico veterinario Daniel González para su tesis de la Maestría en Salud Animal, de la Facultad de Medicina Veterinaria y de Zootecnia (FMVZ) de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), dirigida por los profesores Claudia Jiménez y Jorge Zambrano, con el fin de utilizar las últimas técnicas de biotecnología para preservar gametos y demás material genético que se utiliza muy poco en el país.
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Para ello, los investigadores realizaron el procedimiento a partir de embriones obtenidos in vivo, con el fin de evaluar su calidad y la aplicación de esta tecnología por parte de los pequeños ganaderos de la región.
Los embriones fueron transferidos en ovejas de diferentes edades. “Los ovinos tiene una ventaja para este tipo de investigación, y es que les podemos poner varios embriones en el útero, ya que ellas pueden tener hasta tres crías, así que en cada una de ellas transferíamos dos embriones”, detalla el investigador.
La vitrificación es uno de los métodos de criopreservación o de conservación de los embriones a bajas temperaturas, que tiene entre sus ventajas no requerir de equipos, sino de personal capacitado. En este proceso, las células se congelan a velocidades extremadamente rápidas –de 15.000 a 30.000 ºC por minuto– debido a que los embriones se sumergen directamente en nitrógeno líquido, después de bañarlos en una secuencia de crioprotectores de alta concentración, que al ingresar al interior de las células generan la salida del agua al espacio extracelular.
Por esta razón, la vitrificación reduce la formación de hielo intracelular, que es una causa importante de la muerte de las células, al congelar la muestra en un estado “vítreo” –o rígido– antes de que las moléculas tengan la oportunidad de formar estructuras cristalinas.
El trabajo de campo se hizo en el municipio de Soracá (Boyacá), con 25 hembras. “Las ovejas son estacionales y su reproducción se da en ciertas épocas, pero cuando están en el trópico hay mejor respuesta, así que utilizamos animales que no tuvieran condición de estacionalidad y los resultados son superiores”, explica el investigador.
Agrega que “el trabajo de laboratorio se realizó en la Fundación Universitaria Juan de Castellanos y la Universidad Pedagógica y Tecnológica de Colombia, las dos de Tunja, y todo el proyecto contó con apoyo de Colciencias y la Gobernación de Boyacá.
Con los ovinos seleccionados se estimuló la superovulación, a través de un fármaco y paea evitar cirugías innecesarias, se comparó la respuesta superovulatoria con el ecógrafo y con el laparascopio, Solo los animales que superovularon se sometieron a cirugía con normas de anestesias y se procedió a la recuperación de embriones.
“Obtuvimos 220 embriones –110 para cada tratamiento– que fueron evaluados en laboratorio para determinar porcentaje de crecimiento y eclosión, y se determinó el porcentaje de preñez”, detalla el autor del estudio.
Durante el proceso se evalúa la calidad de los embriones para la aplicación de esta biotecnología, las posibilidades de preñez dependen de la y calidad y el grado de desarrollo del embrión, pero también se evalúa la condición corporal del animal y el número de partos.
Los resultados de este estudio se compararon con investigadores de otros países, en cuanto a procedimiento y respuesta de los animales.
Este método ha tomado ventaja frente a los convencionales porque es más económico, e incluso se podría realizar en campo, ya que no requiere equipos de congelación, sino utilizar crioprotectores que protegen al embrión durante el proceso de enfriamiento.
En el proceso también se evaluaron los tipos de empaques para conservar los embriones. Al respecto, el investigador menciona que “adaptamos un proceso para hacerlo en campo, y notamos que existe una variedad enorme de empaques para realizar esta técnica”.
“Se compararon dos métodos de empaque: el abierto (Open Pulled Straw, OPS) y el cerrado; el cerrado, o de pajilla, que es una especie de tubito para conservar el embrión o el óvulo, genera la posibilidad de que los médicos veterinarios utilicen esta tecnología sin tener que montar un laboratorio, por eso es el recomendado, ya que usar los abiertos se considera como un riesgo de bioseguridad en este tipo de biotecnología reproductiva”.
La recomendación de los investigadores es continuar futuras investigaciones sobre el uso de estas biotecnologías con el fin de evaluar su capacidad de implementación para pequeños productores del departamento de Boyacá y el resto de Colombia.