Asoleche ha advertido el inminente riesgo que significaría para los productores nacionales de lácteos la firma de un TLC con Nueva Zelanda. De concretarse esto, la quiebra del sector no tardaría más de un año.
Dos enormes preocupaciones existen hoy entre el gremio productor de lácteos en Colombia, la primera asociada el aumento de la informalidad en el sector, y la segunda a la posible firma de un Tratado de Libre Comercio (TLC) con Nueva Zelanda.
Jeffrey Fajardo López, presidente ejecutivo de la Asociación Colombiana de Procesadores de Leche (Asoleche) confirmó la preocupación existente en el gremio, y cuestionó la utilidad de un TLC con Nueva Zelanda, ya que asegura que no tiene ningún sentido que los productores de lácteos en el país entren a competir con el país más poderoso en la industria lechera a nivel mundial.
“Nuestra posición frente a los tratados de libre comercio, en particular el de Nueva Zelanda, es de exclusión total. Porque a nosotros no nos sirve plazos largos, ni que nos desgraven los aranceles en 19 años. Porque lo que implica es que, sea lo que sea, en algún momento vamos a estar abocados a una competencia directa con el principal jugador mundial y eso no nos sirve”, sostuvo Fajardo López.
Y no se trata de grito desesperado de medidas proteccionistas, ya que el gremio es plenamente consciente de los tratados que se han firmado con Estados Unidos y la Unión europea, pero para el caso del TLC con Nueva Zelanda la postura es diferente.
“Entre el 2014 y 2015, si uno toma el promedio al cual se le dio la tonelada de leche en polvo a la cooperativa de Nueva Zelanda, cayó un 35%. Imagínense que Colombia tuviera el mercado abierto con este país y se caen los precios un 35%, ¿quién resiste eso?, cuando Nueva Zelanda exporta 7 veces la producción colombiana”, sostiene Fajardo.
De hecho, el dirigente gremial asegura que la quiebra para muchos productores sería inminente y no tardaría en darse. Fajardo López asegura que es imposible competir con el gigante de la producción láctea en el mundo, y que esto tendría graves consecuencias para muchos productores nacionales, ya que una vez en bancarrota, sería prácticamente imposible lograr una recuperación.
Para el gremio es evidente que una de las consecuencias de una eventual entrada en vigencia de un TLC con Nueva Zelanda, sería la competencia por precio, lo que genera cierto pánico entre los productores ya que suponen que el consumidor se dejaría persuadir por el precio, a pesar de que la calidad del producto no sea la misma. Ante eso, los productores nacionales no tienen como enfrentarse.
“No se sabe si esos productos son de calidad. No se sabe de dónde vienen esos productos. Se trata de un tema de conciencia por parte del consumidor para optar por productos con estándares de calidad que no van a afectar su salud, ni su experiencia”, comenta Fajardo López.
De hecho, a comienzos del mes de mayo, Asoleche solicitó al Gobierno Nacional la exclusión del sector lechero en la negociación que se lleva a cabo con Nueva Zelanda.