Sector carbonero de Boyacá, en la peor crisis en décadas

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Los pequeños mineros del carbón siguen en pie de lucha y rechazaron los pronunciamientos del Ministro de Minas, Edwin Palma; y del gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, quienes anunciaron la construcción de granjas fotovoltaicas en Paipa. Aseguran que es irresponsable vender ese proyecto como una alternativa económica para los pequeños mineros del carbón.

Los pequeños mineros del carbón expidieron en las últimas horas un comunicado en el cual rechazan las declaraciones que denominan como ‘falsas, engañosas y desconectadas de la realidad emitidas por el Gobierno nacional y por el Gobierno de Boyacá.

El pronunciamiento surge luego de un video grabado por el ministro de Minas, Edwin Palma y el gobernador de Boyacá, Carlos Amaya, en los predios del Instituto de Desarrollo de Boyacá, Ideboy, en Paipa.

“Estamos en los predios del Ideboy –dice el Gobernador en ese video- con una extensión de 15 hectáreas, utilizables 10 para darle una gran noticia a Colombia y es la construcción de tres granjas fotovoltaicas para generación que serán conectadas a la red principal para generarle ingresos a los pequeños productores de minería del carbón”.

“Gracias Señor Ministro por honrar su palabra y por este proyecto que garantiza sostenibilidad en el tiempo”, indica Amaya.

Por su parte Edwin Palma aseguró que se está dando cumplimiento a los acuerdos firmados con los pequeños mineros.

Según Amaya ya hay 25.000 millones para las granjas que permitirán producir tres megavatios con destino a los hogares de los mineros de Paipa, mientras que otros recursos se destinarán a los hogares de mineros de Santa María, San Luis de Gaceno y Macanal. “Y podríamos generar 10 megavatios., ingresos sostenibles en el tiempo”, indica Amaya.

Sin embargo, no explican cómo es que esas granjas y esos megavatios favorecerán a los pequeños mineros del carbón: tal vez para utilizables en sus hogares y no pagar la energía que les vende actualmente la Empresa de Energía de Boyacá, pero si se acaban la térmicas de Paipa esos pequeños productores no tendrán empleos ni fuentes de ingresos.

Sin embargo, la cantidad de energía de esas granjas es mínima y no alcanzaría ni siquiera para darle el servicio a Paipa.

“Desde Paipa damos un paso firme hacia la transición energética de Boyacá”, sostiene el Gobernador Amaya

Pues el Comité del Paro Minero del carbón de Boyacá y Cundinamarca rechazó de manera categórica, enérgica y contundente las declaraciones que denominó “falsas, engañosas y desconectadas de la realidad” emitidas por el Gobierno Nacional y el Gobierno Departamental de Boyacá, en las que afirman haber cumplido los acuerdos suscritos con los mineros durante el paro.

“Estas afirmaciones – dice el Comité- no solo son mentiras, sino una ofensa directa a miles de pequeños y medianos mineros, a sus familias y a las economías regionales que hoy sobreviven en medio de la peor crisis que ha vivido el sector carbonero en décadas”.
Y anotan: “mientras el Gobierno se felicita en escenarios mediáticos, en los territorios la realidad es otra: minas cerradas, empleos perdidos, endeudamiento creciente, informalidad forzada, hambre y abandono estatal”.

Sostiene los mineros que resulta inaceptable que el señor Gobernador de Boyacá y el señor Ministro de Minas y Energía pretendan presentar como solución proyectos como las denominadas tres granjas fotovoltaicas, vendiéndolas de manera irresponsable como una alternativa económica para los pequeños mineros del carbón.

Los mineros exigen respuestas claras, públicas y verificables a los siguientes cuestionamientos:

* ¿Cómo y en qué plazo estos proyectos generan ingresos reales y directos para la pequeña y mediana minería?
* ¿Cuántos empleos sustituyen frente a los miles que hoy se han perdido en el sector?
* ¿Cómo compensan el cierre de minas, la caída de precios y el colapso social que viven los territorios carboneros?

Y agrega: “no existe, a la fecha, ningún estudio técnico, económico o social serio que demuestre que estos proyectos resuelven la crisis estructural de la minería del carbón en Boyacá y Cundinamarca”.

“La pequeña minería, la minería tradicional, la minería de subsistencia, la minería empírica y la minería ancestral no se identifican desde un escritorio ni desde comunicados oficiales. Se identifican en el terreno, con presencia real del Estado, escuchando a las comunidades, entendiendo sus dinámicas productivas, sociales y culturales”.

“De la misma manera, las alternativas y oportunidades se evalúan con la gente, no a espaldas de la gente, ni desconociendo los territorios que hoy están siendo golpeados de manera directa por la crisis”.

“Pretender imponer una transición energética sin ese ejercicio previo es condenar a miles de familias a la exclusión, la pobreza y la informalidad”.

Y concluyen: “los acuerdos firmados tras el paro minero han sido utilizados como herramienta de propaganda política, mientras su cumplimiento real es inexistente”.

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