Este sería Pedro Pablo Salas, quien a juicio de voceros sociales y comunitarios es el único de los candidatos a conformar la duma departamental que puede presentar una hoja de vida con las acciones de todo tipo que ha llevado a cabo para defender los intereses de la comunidad Tunjana y boyacense, tanto desde el Concejo de la capital, como desde el gobierno departamental en los primeros dos años del actual periodo.
Pedro Pablo Salas ha sido un reconocido dirigente, distinguido en Tunja después de 12 años en el Concejo de la ciudad desde donde lideró el control político más riguroso de que tenga memoria la ciudad, a tal punto que en este periodo que termina toda la ciudad ha notado su ausencia; con Salas, aprecian muchos, se entendió el valor y el sentido del control político como la mejor forma de ejercer y darle fortaleza a la democracia.
En los dos primeros años del actual periodo, Pedro Pablo, desde el gobierno departamental en la Asesoría de Diálogo Social y Paz, lideró la defensa del plebiscito por la paz, el cual se ganó en Boyacá e innovó el diálogo social como una institución donde los conflictos sociales se resolvieron bajo su liderazgo, a través de la concertación y las soluciones concertadas con sectores como el minero energético, donde es más evidente el conflicto entre sus empresas y las comunidades; jugó un papel destacado en el paro camionero para lograr la salida pacífica de esta confrontación; logró dar buen término a las tensiones surgidas en el Norte de Boyacá entre las comunidades indígenas, campesinas y los operadores turísticos, una disputa que duró más de un año; medió en los conflictos de la UPTC, y en otra serie de eventos de orden local, donde todos los arreglos se hicieron con respuestas institucionales y soluciones efectivas con respeto a la palabra, a los derechos humanos y, sobre todo, valorar el sentido de respeto por el significado que tienen cada una de las aspiraciones de las comunidades.
Salas Hernández recoge un legado en el cual ha tenido acompañamiento desde las luchas agrarias, destacándose en las movilizaciones por los efectos que implicaron los tratados de libre comercio y normas que afectaron la realidad de las comunidades rurales, como fueron la prohibición a la comercialización de leche cruda, los cierres de plantas de sacrificio en el departamento; así mismo, el acompañamiento a las comunidades de distintos municipios del departamento por conflictos ambientales, donde a través de acciones populares, logra revertir algunos títulos mineros y hacer compensaciones ambientales, como sucedió en los municipios de Iza, Firavitoba, Tasco, Gachantivá y Arcabuco, entre otros, donde Salas siempre cumplió un papel destacado como dirigente y movilizador pacífico de las comunidades.
Igualmente, a Salas se le reconoce en el departamento por haber evitado la venta que en su momento quisieron hacer de la empresa de energía de Boyacá, además de otros activo públicos como la Plaza de Mercado del Sur en Tunja, siempre en la férrea defensa de los bienes públicos, lo que lo condujo a un papel desatacado en el concejo de capitalino, donde se le conoció como el concejal de la transparencia en el manejo de los recursos públicos y que le costó, en muchas ocasiones, todo tipo de persecuciones por parte de las administraciones de turno y de los interesados.
Con este acervo es que Pedro Pablo presenta su nombre a la Asamblea, donde se propone como el líder que busca el Departamento para los procesos de defensa del interés común, siendo un conocedor a profundidad en esta materia. No es gratis que hoy la mayoría del magisterio boyacense, y la Central Unitaria de trabajadores, a a través de su presidente, hagan parte de los promotores de la campaña a la Asamblea.
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