Boyacá mantiene cifras estables, y Samacá sobresale por un modelo efectivo y estructurado en gerencia de la seguridad. La creación de una política pública de seguridad y el uso eficiente de los recursos en un municipio de sexta categoría, impulsan el modelo de seguridad.
Samacá se viene consolidado como un referente nacional en materia de seguridad, destacándose en un país donde las regiones más afectadas por la violencia son la Costa Caribe y las grandes capitales. En contraste, Boyacá mantiene cifras estables, y dentro de este contexto, Samacá sobresale gracias a un modelo efectivo y estructurado de gerencia en seguridad.
Este éxito se basa en cuatro pilares fundamentales:
1. La conformación de un equipo técnico especializado.
2. La formulación de una política local de convivencia.
3. El trabajo articulado con las instituciones de seguridad
4. El seguimiento periódico a las estadísticas y situaciones de violencia en el municipio.
Para el alcalde de Samacá, Wilson Castiblanco Gil, es una prioridad entender perfectamente la responsabilidad de ser la primera autoridad de Policía y elegir el mejor camino para garantizar la tranquilidad de los samaquenses.
Los resultados hablan por sí mismos. Entre enero y septiembre de este año, Boyacá registró alrededor de 2,200 denuncias por hurto a personas, de las cuales Samacá representa apenas un 0.9%.
En lesiones personales, el departamento atendió 2,568 denuncias, manteniendo Samacá un índice del 1%, uno de los más bajos de la región.
En materia de seguridad vial, se reportaron 1,069 lesiones culposas en Boyacá, de las cuales Samacá aporta también un 1%, destacándose el fortalecimiento de la inspección de policía con funciones de tránsito, una medida clave para reducir estos incidentes.
La tranquilidad y la paz que hoy disfrutan los habitantes de Samacá son el reflejo palpable de un avance significativo en el control de las violencias, especialmente aquellas vinculadas a las complejas situaciones sociales y económicas que vivió el departamento en años anteriores.
Este progreso consolidó a Samacá no solo como un municipio seguro, sino como un modelo que puede ser replicado en otras regiones del país.
Castiblanco Gil enfatizó el papel crucial del trabajo conjunto entre las fuerzas de seguridad: “Quiero destacar la labor del comandante de la Policía Metropolitana de Tunja, coronel Javier Lemus, todas las fuerzas que comprometidamente llegan a colegios y veredas, así como del general (r) Óscar Moreno, experto en seguridad, quienes en equipo nos permiten presentar estos importantes resultados.”
Samacá reafirma así su liderazgo en seguridad, demostrando que con voluntad política, trabajo técnico y compromiso institucional es posible construir entornos más seguros para sus ciudadanos.