Por: Jacinto Pineda Jiménez, docente ESAP
En Colombia el 44,7 % de los niños tienen indicios de algún problema mental y la depresión es la segunda causa de carga de enfermedad. En Boyacá los suicidios aumentan; el 79,3% de las víctimas son hombre y el 26,4% de los casos son jóvenes de 15 a 24 años.
El frenesí de los tiempos de hoy hace que con cierta indolencia caminemos ciegos ante el sufrimiento que padecen miles de personas: los desempleados o quienes no tienen un empleo digno, la imposibilidad del acceso a la educación, las relaciones sentimentales intranquilas, la exclusión, el fracaso o la frustración ante los sueños no cumplidos, la situación económica y una sociedad que alimenta el odio, la rabia y la ira en sus debates públicos. Estos factores son los detonantes que afectan la salud mental, fenómeno que se expande a miles de personas, ante los ojos de un Estado, sin distingo de edad, clases o color.
El panorama de Colombia es alarmante “la depresión es la segunda causa de carga de enfermedad en el país. El 44,7 % de los niños tienen indicios de algún problema mental y el 2,3 % tiene trastorno por déficit de atención e hiperactividad”, Según reportes del Sistema Integrado de Información de la Protección Social (Sispro). “Hoy cerca de 1.283 psiquiatras atienden a más de 1.530.000 personas que sufren de trastornos como depresión, ansiedad, bipolaridad, déficit de atención o intentos de suicidio” (cifras reproducidas por la edición de agosto del periódico de la Universidad Nacional). Es fundamental el desarrollo pleno de la vida, que implica bienestar mental, para afrontar los factores de riesgo como los biológicos, los culturales y ambientales, que terminan en el trastorno depresivo, esquizofrenia y la ansiedad.
Suicidio en Boyacá, una radiografía del fenómeno
El suicidio es una expresión de los trastornos mentales, por ende, se aborda el fenómeno en Boyacá, siempre bajo la premisa que el suicidio es un problema de salud pública que afecta gravemente a los miembros de una familia y a las organizaciones a las cuales pertenecen. En Boyacá como se evidencia en la gráfica uno, en una descripción de los últimos diez años, hay un constante incremento que no da tregua. De enero a julio de 2023 se han registrado 51 casos.
El comportamiento para Boyacá, tomado el año 2022 como referencia, nos arroja que, de los 87 casos presentados, 69 de las víctimas eran hombres, es decir el 79,3% de los casos. Son los jóvenes en la edad comprendida entre 15 a 24 años los que más se suicidan, con un total de 23, lo que equivale al 26,4% de los casos. Por sexo, las mujeres en las edades de 10 a 14 años y 20 a 24 años es donde hay mayor frecuencia de suicidios, mientras en los hombres es en la edad de 15 a 19 años. Pese a estas cifras es importante indicar que el fenómeno afecta a todas las edades, por ejemplo, siete hombres mayores de 80 años se suicidaron. Para el año 2021, la tasa por cada cien mil habitantes de suicidios en Boyacá (7,50) fue superior a la del país (5,71), para dimensionar el peso del fenómeno en el departamento.
El tema de la escolaridad es muy diciente, el mayor número de las victimas (26) habían culminado primeria y le siguen los de media y secundaria alta con 23; no se presentaron casos para quienes han culminado estudios universitarios o posgraduales. El estado civil de las victimas es soltero (a) con mayor frecuencia, 40 casos, es decir el 46% del total de casos. De acuerdo con lo establecido por medicina legal, la presunta causa se determinó en 39 casos, los restantes se desconocen. Las causas son problemas de salud mental (10), conflicto con pareja o expareja (6), desamor (6), económicas (5) y otras (12). El mecanismo causal del evento en su mayoría son mecanismos generadores de asfixia (63), es decir el 72,4% del total de casos y tóxico (15). En el 86,2% de los casos el sitio de la muerte es la vivienda y en 42 de los casos la zona del hecho es rural y 43 en el sector urbano.
Frente a los municipios, en el año 2022, la ciudad con el mayor número de casos fue Duitama con 11 casos, le siguen Tunja (9), Sogamoso (7) y Nobsa (5) y Chiquinquirá (5). En el acumulado enero a julio de 2023, Tunja con 5 casos es el más afectado, le sigue Cómbita con cuatro suicidios.
La ausencia de un bienestar mental contribuye a la expansión de un fenómeno silencioso pero destructivo, la enfermedad mental, que causa tanto sufrimiento como las enfermedades físicas. Trastorno depresivo, ansiedad, esquizofrenia, son palabras que matan, en ocasiones frente a una sociedad y un Estado indolentes.