Estas rocas de hace más de 250 millones de años (era Paleozoica), que afloran en el macizo de Floresta, al norte de Boyacá, fueron buena fuente de hidrocarburos en el tiempo Devónico, pues cerca del 8,3 % del petróleo generado en el mundo proviene de ellas.
Por | Agencia de Noticias UN
El investigador Andrés Felipe Pastor Chacón, magíster en Ciencias – Geología de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), señala que hoy mucha de la geología del país ha trabajado alrededor de la explotación de los recursos mineros y petrolíferos, en la cual la exploración de hidrocarburos ha estado enfocada en las rocas del Mesozoico –o era de los dinosaurios–, que habría terminado hace 66 millones de años.
Sin embargo el Paleozoico, que precede al Mesozoico, no ha sido tan estudiado ni cuenta con tanto detalle sobre la explotación petrolífera de sus rocas como las eras siguientes. Esta se caracteriza por ser una era en la que los animales invertebrados se diversificaron en los océanos, y las plantas, anfibios y reptiles también se movían en tierra, y que habría acabado hace más de 250 millones de años.
Una de las principales razones es que generalmente estas rocas se encuentran a profundidades extremas, que representan un mayor riesgo y gasto económico, comparado con las más cercanas a la superficie pertenecientes a otros periodos.
El magíster indica que “los volúmenes de hidrocarburos que se pueden generar con las rocas paleozoicas son importantes, teniendo en cuenta la necesidad de incorporar reservas para la demanda interna del país”.
Por eso indagó si en Colombia se encontrarían rocas generadoras de hidrocarburos del Devónico –cuando aparecen los registros del desarrollo de los primeros bosques–, perteneciente a la era Paleozoica, que pudieran servir para incorporar futuras reservas de este producto para el país, justo en un momento en el que el Ministerio de Minas y Energía anunció que la generación y producción de hidrocarburos alcanza para suplir la demanda interna hasta 2029.
¿Hubo hidrocarburos en Boyacá?
El estudio se centró en el macizo de Floresta, en los municipios de Floresta y Busbanzá, en Boyacá, en donde aflora un cuerpo de roca del tiempo Devónico conocido como Formación Floresta, a la cual se le aplicaron distintas técnicas directas e indirectas para evaluar su potencial como generadora de hidrocarburos.
La técnica indirecta consistió en una descripción sedimentológica, en la cual el geólogo se va a campo, toma escalón por escalón de roca, lo mide metro a metro, describe sus características, lo compara con otros registros, y describe el proceso que formó la roca.
“Por ejemplo, haciendo estas observaciones y medidas, se puede interpretar si una roca se deposita en un ambiente marino, o en un continental”, explica el magíster.
El método de medición directo consiste en aplicar técnicas analíticas a las muestras de roca para evaluar su potencial; mediante estas se mide, por ejemplo, el contenido de carbono orgánico total. Otra estrategia es la aplicación de pirólisis, que consiste en medir la cantidad de hidrocarburos tanto libres como potenciales por expulsar, tras someterla a temperaturas superiores a los 400 °C.
Según el magíster, el estudio aporta información no solo sobre hidrocarburos sino también en medidas indirectas que se pueden aplicar, por ejemplo, en museos paleontológicos de la zona, y que se reflejarán en una mejor preservación e identificación de nuevas especies para la ciencia.
“Esto gracias a la tradición y riqueza paleontológica de Floresta, en donde las primeras investigaciones paleontológicas se remontan a hace 90 años y hay fósiles importantes para la ciencia que permiten hablar de las posiciones de los continentes y mares durante el Devónico”.
“Después de realizar un modelado estadístico que nos permitió devolvernos en el tiempo e imaginarnos cómo sería estar en el lugar donde la roca sí cumple con todas las condiciones, la investigación arrojó que, en efecto, las rocas analizadas sí tuvieron potencial en su tiempo como generadores de hidrocarburos, aunque en este momento la roca se mostrara agotada”.
Según el investigador, aunque la roca de estudio no mostrara registros actuales como roca generadora, no quiere decir que en el pasado o en otro lugar del país no se encuentren otras rocas con potencial.