Roberto Arango, líder de la movilización de los campesinos del páramo ¿héroe o villano?

Roberto Arango Torres, el interlocutor del Gobierno en la discusión sobre las medidas para proteger los páramos. De nuevo Arango y los campesinos del páramo le ganaron el pulso al Gobierno nacional. Foto | Entreojos Colombia.
Publicidad

Colectivos ambientales y sectores de opinión creen que el acuerdo firmado el fin de semana entre el Gobierno y los campesinos de páramo, que permitió desbloquear las carreteras de Boyacá, podría significar un retroceso en las medidas que se han adoptado para proteger los páramos y los ecosistemas de alta montaña.

De Roberto Arango Torres, presidente de la Federación de Parameros del Nororiente Colombiano, que el fin de semana firmó el acuerdo con el Gobierno nacional para levantar el bloqueo de la carretera a Bogotá, se han dicho muchas cosas, tan disímiles, que no es fácil determinar “si es el bueno o es el malo de la película”.

Arango es abogado, posee una finca de gran extensión en Güicán de la Sierra en donde, según los vecinos, tiene un enorme bosque de pino pátula, de más de 40 hectáreas, grandes rebaños de ovejas y en algunas épocas ha adelantado labores de explotación de carbón, como consta en documentos oficiales.

Publicidad

El propio Arango aseguró en Ventaquemada que no tiene ni un centímetro de tierra y que eso se puede constatar en cualquier oficina de instrumentos públicos y que tampoco es el propietario de esa cantidad de ovejas. “Ojalá las tuviera; pero yo no tengo un animal a nombre mío” dijo e invitó tranquilamente a “que lo sigan calumniando”.

En Güicán cuentan que hace varios años los estudiantes de último grado de bachillerato, como parte de su trabajo social, ayudaron a sembrar miles de árboles de pino, cuya madera comienza a ser explotados comercialmente por Arango.

La siembra de pinos en zonas de páramo hoy es considerada totalmente contraproducente para esas áreas de conservación, pero a en la segunda mitad del XX fue promovida por el propio Estado que determinó equívocamente que esa especie era propicia debido a su potencial para el uso forestal y como una medida de reforestación y restauración de las zonas afectadas por la deforestación.

En los años 60, fueron las corporaciones autónomas regionales las que dieron marcha a programas de restauración con la siembra de especies exóticas y entre ellas estaba el pino. Por eso los estudiantes debieron realizar ese ‘trabajo social’ y Arango es propietario ahora de un enorme bosque, con gran potencial en materia de explotación maderera, que podría costar miles de millones de pesos.

La Federación de Parameros del Nororiente Colombiano, que Arango representa, agrutina a campesinos de la ladera alta de Boyacá, Santander y Norte de Santander.

Foto | Luis Lizarazo

De Arango se ha dicho también que no es ningún defensor del páramo ni de los ecosistemas de alta montaña y que su causa es personal y económica, pero nadie puede desconocer que ejerce un liderazgo que le ha servido para movilizar campesinos y bloquear en dos oportunidades, en octubre del 2024 y en agosto de 2025, las carreteras de Boyacá
Para resumir la posición que tiene Arango sobre las políticas estatales de protección de los páramos basta con recordar sus palabras de hace tres días, durante la discusión de la mesa de diálogo, en la que se encontraba la Ministra de Agricultura, Martha Carvajalino, y el Gobernador de Boyacá, Carlos Amaya:

“Y no se les ocurra nombrar guardapáramos. Los campesinos no vamos ni a esperar el pago de servicios ambientales ni el cuentico del mínimo vital y les pedimos a las corporaciones y al Ministerio que ni se les ocurra nombrar guardapáramos. ¿Sabe por qué doctora Carvajalino? porque los guardapáramos van a ser los sapos, los lambones, los que van a tomar la foto al campesino con una fumigadora a las espaldas”. Agregó Arango que la legalidad burquesa todo lo cambia, cuando se trata de perseguir a los campesinos.

Y concluyó “no queremos proyectos productivos, queremos trabajar, pero que nos dejen trabajar”.

Al final de las negociaciones realizadas en Ventaquemada, el gobernador, Carlos Amaya, salió en defensa de Arango:

“Es un líder que ha sido vilipendiado injustamente, es un líder serio, es un líder que se ha preparado”, dijo, y enseguida le manifestó su gratitud por haber permitido el paso de vehículos de manera intermitente y por haber permitido el paso humanitario”.

Entre los compromisos firmados por el Gobierno nacional se incluyen diez puntos entre los cuales se encuentran la modificación del artículo 3 de la Resolución 261 de 2018, para garantizar los derechos agropecuarios de los campesinos del páramo, evitando el término “exclusión” en zonas de cultivo; y la modificación del artículo 5, numeral 6 de la Resolución 128 de 2017, para asegurar el pleno ejercicio del derecho de propiedad sin más limitaciones que las establecidas por la Constitución y la ley.

También se reglamentará el Acto Legislativo 001 de 2023, incorporando mecanismos de participación comunitaria y revisando actos administrativos incompatibles con los derechos campesinos; y se impulsará el fortalecimiento de cadenas agrícolas como carne, leche, papa, cereales y hortalizas, con inclusión de las comunidades de alta ladera en los Planes de Ordenamiento Productivo.

En materia ambiental, se acordó iniciar el procedimiento jurídico para revisar las resoluciones 1275 de 2014 (zonificación y ordenamiento de la Reserva Forestal del Cocuy) y 1405 de 2018 (delimitación del páramo Sierra Nevada de El Cocuy).

Para este fin, la Gobernación de Boyacá firmó un convenio con la UPTC que brindará asesoría técnica y jurídica. Además, Corpoboyacá suspenderá parcialmente los efectos de la Resolución 0680 de 2011 y adelantará su modificación para eliminar la palabra “productiva” en disposiciones específicas, con mesas técnicas que incluirán a la Federación de Parameros.

Otras medidas incluyen la instalación de una mesa técnica para revisar la Resolución 138 de 2014, con impacto en la cuenca alta del río Bogotá; y la garantía de participación comunitaria en el diálogo sobre territorios excluidos de la frontera agrícola, ajustando las decisiones a las realidades de cada zona.

Pues frente a las negociaciones y frente a esos acuerdos, hay sectores de opinión y agremiaciones que consideran que hubo un retroceso en las medidas que se han adoptado para la defensa delos páramos, producto de muchos años de estudios y concertaciones.
Asoacctasco y la Veeduría Ciudadana Ambiental de Tasco fue una de las que se pronunció:

“Conocedores de la problemática por la cual está pasando el departamento de Boyacá, como consecuencia de interés personales de habitantes del páramo del Cocuy, que conllevan a la destrucción del ecosistema de páramo y, lo más grave el agua, “Asoacctasco y la Veeduría Ciudadana Ambiental de Tasco, damos a conocer nuestra voz de protesta frente a la participación del señor Roberto Arango, quien se presenta como representante de los parameros, pues no es cierto porque él defiende sus intereses como terrateniente del páramo del Cocuy y de la minería ilegal que se desarrolla dentro de los páramos”, dice el comunicado.

Agrega que “la mayoría de organizaciones que trabajamos por la defensa y protección del páramo de Pisba, que en ningún momento le hemos entregado nuestra vocería ni autorización alguna para que nos represente, porque sabemos que los intereses del señor Roberto Arango, no son colectivos sino que van en favor de quienes están destruyendo nuestros paramos, como lo es la minería legal, ilegal e indiscriminada de carbón y, en el caso del Cocuy a quienes cuidan miles de ovejas, pues según ellos cuidan cerca de 40 mil, y él es uno de los más grandes poseedores de estos animales en la zona, además, cultivos extensivos de agricultura y ganado vacuno”.

“Es gravísimo –agrega- si el gobierno nacional cede frente a las perversas pretensiones de este señor, ya que terminarían los páramos sin ninguna figura de protección y en manos de multinacionales adelantado grandes explotaciones mineras en la zona, poniendo en alto riesgo la vida y permanencia en el territorio de más de 130 mil familias que se benefician de las diferentes cuencas hídricas que se desprenden de tan majestuosas montañas”.

Por lo anterior, solicitaron al gobierno nacional representado por el Ministerio de Ambiente, que actué en derecho y proteja los intereses de miles de familias que se sirven del agua que emanan de los páramos de nuestro país y no declinen ante intereses personales-capitalistas y destructores de nuestro ambiente poniendo en alto riesgo los ecosistemas productores de vida.
El Colectivo de Resistencia y Lucha por el Agua, del sector el Alizal, del municipio de Socha manifestó que las recientes afirmaciones del señor Roberto Arango no representan en absoluto sus ideas, sus principios ni sus luchas como comunidades organizadas en defensa del agua y la vida.

“Rechazamos que se pretenda hablar en nombre de los pueblos paramunos para justificar posiciones que no compartimos. Nosotros, como habitantes del territorio, como cuidadores del páramo de Pisba y de sus fuentes hídricas, reafirmamos nuestra disposición al diálogo y a la transformación social y económica de nuestros territorios”.

“Si estamos dispuestos a revisar nuestras prácticas y a avanzar hacia formas de vida más sostenibles, porque sabemos que no podemos depender para siempre de actividades extractivas que comprometen nuestra existencia y la de futuras generaciones. Apoyamos decididamente la reconversión productiva, la transición energética justa y el fortalecimiento de economías propias que cuiden la tierra, el agua y la dignidad de nuestros pueblos. Hoy, defender los páramos y cuidar el agua es una prioridad ética y política para nuestras comunidades”, dice ese gremio.

Por su parte la Red Agroecológica de García Rovira, en Santander, le exigió al gobierno nacional y a los ministerios de Ambiente y de Agricultura que escuchen las voces legítimas de todas las comunidades organizadas en defensa del páramo, y “no las de quienes pretenden usar la “defensa del territorio” para fines egoístas y destructivos. “Las necesidades del campesinado pobre, nunca serán representadas por los ricos, ellos tienen otros intereses”.

En su pronunciamiento la Red, integrada por pobladores, campesinos y cuidadores del páramo, se sumaron a las voces de otras organizaciones socio – ambientales de Boyacá que expresaron su rechazo al hecho de que el líder de la movilización en el sector de Ventaquemada, Roberto Arango, diga representar a los parameros. “Arango no encarna la voz ni el sentir de todos los pueblos paramunos”.

Y Mélida Ruiz, guardaparques ‘con mucho orgullo’ levantó su voz de protesta “en contar de las manifestaciones del famoso actor Roberto Arango, quien dice ser campesino, en sus intervenciones en el paro minero ha insultado a los guardaparques y guardapáramos llamándonos sapos y lambones”.

“Esperamos que el Ministerio de Ambiente y Desarrollo sostenible y la institucionalidad se pronuncien y hagan respetar nuestro trabajo guarda páramos o guardaparques, somos uno solos los que hacemos una labor silenciosa y arriesgada, porque debemos desplazarnos por lugares donde nadie más acude, contra las inclemencias del clima entre otros inconvenientes, poniendo en peligro nuestra integridad y lo hacemos porque nos apasiona nuestro trabajo haciendo un aporte a la conservación de los territorios”.

La Red también reafirmó su posición en contra de la minería de carbón y “de toda actividad extractiva que arrase con la vida”.

Insistieron en su compromiso con la protección del agua, la soberanía alimentaria, la agroecología y el fortalecimiento de las economías locales con justicia y dignidad.

“Transitar hacía sistemas productivos que no pongan en riesgo la vida del suelo, la disponibilidad de agua, los ecosistemas, la biodiversidad, la vida y salud humana, y nuestra armonía con el ambiente, hace parte de la responsabilidad que como habitantes del páramo y del campo estamos llamados a emprender”, afirmaron.

La cuenta ‘San Andrés te informa’ advirtió que “las exigencias del hacendado Roberto Arango Torres para desmantelar las medidas de protección ambiental del páramo El Cocuy han generado un fuerte rechazo por parte de colectivos ciudadanos, organizaciones ambientalistas y veedurías comunitarias en Boyacá. “Arango, quien ha desarrollado actividades agropecuarias, forestales y ha sido vinculado con títulos mineros en la zona, ha vuelto a ser protagonista de un pulso entre intereses privados y la defensa del ecosistema”.

Y agrega: “no es la primera vez que Arango irrumpe con posiciones polémicas frente a decisiones del Gobierno nacional y de las autoridades ambientales. Su historial de confrontaciones incluye enfrentamientos con la Unidad de Parques Nacionales, Corpoboyacá, la Gobernación de Boyacá y organizaciones sociales que defienden los páramos.

Esa misma cuenta destacó que, según el portal entreojos Colombia, uno de los episodios más recordados ocurrió el 25 de octubre de 2017, cuando Arango interrumpió abruptamente una reunión convocada por la Gobernación de Boyacá para avanzar en la creación de la Mesa Regional de Páramos. Durante el encuentro, que se desarrollaba en Duitama con participación de delegados de entidades como el Ministerio de Ambiente, Parques Nacionales y el Instituto Humboldt, Arango desintegró dos de las tres mesas de trabajo instaladas y obligó a los asistentes a trasladarse a otra asamblea convocada por él.

Desde entonces, ha sido un férreo opositor de las propuestas de reconversión productiva, afirmando que empobrecerán a las comunidades campesinas y que obedecen a intereses económicos globales relacionados con el carbono.

Sin embargo, varios asistentes a esa reunión y voceros de organizaciones ambientales han señalado que las motivaciones de Arango responden más a intereses personales que a una defensa real del campesinado. Según testimonios, posee cientos de ovejas que pastorean dentro del páramo, en la vereda El Tabor del municipio de Güicán, además de una plantación de pinos y títulos mineros registrados a su nombre.

De hecho, algunas fuentes aportaron evidencia de un cobro coactivo emitido por la Agencia Nacional de Minería (ANM), vinculado al título minero FLE-154, en el que aparece registrada la identidad de Arango.

Pues frente al acuerdo logrado para levantar los bloqueos de vías, la Gobernación de Boyacá expidió un comunicado señalando:

“Luego de cinco días de movilizaciones, pero también de extensas jornadas de diálogo y concertación acudiendo a la palabra como la herramienta más poderosa para solucionar un conflicto, el gobierno Nacional y los campesinos de alta ladera y páramo, llegan a un acuerdo y se levanta el paro en el sector de Ventaquemada, Boyacá. El acuerdo se firmará oficialmente a la llegada, el día de mañana, de altos funcionarios del Gobierno nacional. En el marco de este proceso hubo escucha activa, para conocer las preocupaciones y necesidades de estas comunidades. El documento construido es testimonio del reconocimiento a una justa lucha y de la voluntad conjunta de avanzar para construir un camino que proteja los derechos del campesinado, reconozca las particularidades de sus territorios y los fortalezca como actores fundamentales para el desarrollo, crecimiento y progreso de Boyacá y Colombia. Reconocemos a quienes, con dedicación y esfuerzo, cuidan la vida, cultivan y llevan el alimento a la mesa de los colombianos.

Ese documento fue el que se firmó el sábado, que permitió el despeje de las vías del departamento pero que, según algunos sectores, compromete el futuro de los páramos y del agua, de Boyacá y del nororiente del país.

    Publicidad

    DEJA UNA RESPUESTA

    Por favor ingrese su comentario!
    Por favor ingrese su nombre aquí

    Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.